A través de la app podemos ponernos en contacto con el vendedor y quedar en algún lugar para realizar el intercambio. Ebay o Amazon son diferentes en ese sentido.

WALLAPOP

Problemática DT Clase.

La novedad que aporta Wallapop al mercado consiste en vender productos de segunda mano a través de internet aplicando la geolocalización (es decir, consiguiendo el vendedor más cercano a la localización del comprador) y poder hacerlo desde un smartphone. Los fundadores fueron  Agustín Gomez, Gerard Olivé y Miguel Vicente.

La aplicación fue lanzada en octubre de 2013 después de dos meses de trabajo y desde entonces ha sido descargada más de un millón de veces. "Me interesaba la 'sharing economy' y creía que en el mundo de los clasificados había un hueco, una oportunidad” afirma Agustín Gómez.

La app es muy sencilla de utilizar. Basta con crearse un perfil y Wallapop se encarga de mostrarnos los productos que están en venta a nuestro alrededor. Podemos ordenar los productos por categorías o utilizar el buscador para encontrarlos. Una vez que sepamos lo que queremos podemos hacer tres cosas: chatear con el vendedor, realizar una contraoferta o decir directamente que 'lo queremos'. Las páginas de producto se acompañan de estos tres botones, de las fotografías del producto y de una pequeña descripción. Nada más, lo justo y necesario.

A través de la app podemos ponernos en contacto con el vendedor y quedar en algún lugar para realizar el intercambio. Ebay o Amazon son diferentes en ese sentido.

Wallapop compite con otras aplicaciones que ya están disponibles en Estados Unidos ("Poshmark":https://poshmark.com/) o Lituania ("Vinted":http://www.vinted.fr/fil_dactu). Aunque como su propio fundador apunta, "son similares pero no iguales".

Si lo que queremos no es comprar productos, sino vender los que ya tenemos, también podemos hacerlo directamente desde la app. La creación de fichas de producto requiere solo cuatro campos: foto, nombre, descripción y precio.

Wallapop fue puesto en marcha gracias a una ronda de capital semilla que aportaron los fundadores y a una ronda posterior más importante. 1,6 millones de euros que aportaron el fondo de capital riesgo Bonsai, Caixa Capital Risc y la red de business angels Antai, fundada precisamente por Olivé, Miguel Vicente y también por Marta González. Esade Ban y el grupo Godó y Zeta también tienen una participación en la empresa.

Parece que todo va viento en popa para la joven empresa pero, ¿cómo pretenden monetizar la creciente base de usuarios y las transacciones que se producen? Esta es la gran pregunta que, por ahora, no tiene una respuesta clara. La aplicación es en estos momentos gratis para los usuarios --compradores y vendedores--, aunque en un futuro se pretende lograr ingresos a través de una base de clientes cada vez más amplia.

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