ADOPCIÓN DEL ROL DE CUIDADOR DEL ADULTO MAYOR DEPENDIENTE

ADOPCIÓN DEL ROL DE CUIDADOR DEL ADULTO MAYOR DEPENDIENTE

ERLY PAOLA FERNÁNDEZ VERBEL

UNIVERSIDAD DEL SINÚ ELÍAS BECHARA ZAINUM

FACULTAD DE ENFERMERÍA

MONTERÍA

2019

ADOPCIÓN DEL ROL DE CUIDADOR EN EL ADULTO MAYOR DEPENDIENTE

En Colombia en el último análisis de la situación de salud ASIS, junio/2019, reporto que “hay una población del 12.31% de personas que se encuentran en el curso de la vida de la vejez”^[1]. Es decir, personas mayores de 60 años, concentrándose en un 71.3% en los departamentos de Antioquia y Valle del Cauca. Lo cual demuestra que el país se encuentra en una fase de transición demográfica.

Por consiguiente, en el 2019 el número de personas mayores de 60 años dependientes alcanzo el 9,97% y se proyecta para el 2020 en aumento. Ante este ascenso en el país se crea una necesidad del recurso humano sobre todo cuidadores, así mismo el ASIS reporta la existencia de “21 médicos y 13 enfermeras por cada 10.000 habitantes”^[2].

Por lo tanto, con estos datos estadísticos se podría decir que en el país existe una deficiencia en el número de cuidadores lo cual lleva a un interrogatorio. ¿Cómo se logrará el objetivo de desarrollo sostenible: salud y bienestar? así mismo, ¿Cómo se alcanzarán las metas y objetivos del plan decenal en salud pública: dimensión vida saludable y condiciones no trasmisibles?

Al hablar de enfermedades crónicas no trasmisibles que son de alta prevalencia en los adultos mayores que se manifiestan con padecimientos no curables modificando su estilo de vida requiriendo cuidados específicos y supervisión de un cuidador el cual puede ser formal o informal que en la mayoría de los casos son familiares que carecen del conocimiento y entrenamiento adecuado.

Igualmente, la labor de cuidador tiene gran repercusión en la unidad familiar, afectando el bienestar y las expectativas de vida de la persona que asume el rol que por lo general son mujeres (esposa o hija); esta persona que asume el rol de cuidador sufre una serie de cambios en su vida llevándola a padecer problemas emocionales y somatizarlos en afecciones físicas.

Por otro lado, el plan decenal en salud publica en la dimensión vida saludable y condiciones no trasmisibles tiene como objetivo “desarrollar o implementar políticas de los sectores de promoción de la salud a partir de programas socio-sanitarios en todas las etapas del transcurso de la vida generando así condiciones y fortalecimiento de la capacidad de gestión de los servicios mejorando la accesibilidad y la atención integral”^[3].

En este informe el mayor avance del gobierno por el cumplimiento de estas metas y objetivos ha sido la implementación en la regulación de los precios de medicamentos, promover estilos de vida saludable a través de las prácticas de autocuidado en los diferentes entornos y con respecto a las condiciones crónicas ha logrado el diagnóstico y tratamiento oportuno prevalentes en el adulto mayor promoviendo un envejecimiento activo y saludable.

Estos avances van de la mano con los propuestos para lograr con el objetivo de desarrollo sostenible de salud y bienestar los cuales se ven favorecidos por “la ampliación del sistema de salud y la difusión del conocimiento”^[4]; esta ultimo avance es favorable para aquellas personas que tienen a cargo el cuido de otra persona en este caso adultos mayores dependientes.

Es evidente que; aun con estos avances sería muy prematuro decir que se ha logrado cumplir el objetivo ya que en la actualidad la salud de los adultos mayores está careciendo de una atención eficaz, que la falta del acompañamiento de las empresas administradoras de planes de beneficio (EAPB) en la atención ambulatoria a lugares en donde el acceso es difícil y los recursos son escasos.

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