ALIMENTOS TRANSGÉNICOS: ¿SABES QUÉ ESTÁS CONSUMIENDO?
Enviado por Angie Martínez • 9 de Junio de 2016 • Ensayo • 2.142 Palabras (9 Páginas) • 269 Visitas
ALIMENTOS TRANSGÉNICOS: ¿SABES QUÉ ESTÁS CONSUMIENDO?
INTRODUCCIÓN
Vivimos en un mundo donde cada día los avances tecnológicos van aumentando en cualquier ámbito y estos nos proporcionan tanto ventajas como desventajas.
Dichos avances no solo los podemos encontrar en aparatos tecnológicos, sino de igual manera en aplicaciones en la medicina o en la industria. En la actualidad se han llegado a involucrar en los alimentos de nuestro consumo, tales avances han sido tan significantes que hoy en día los científicos han logrado modificar genéticamente los alimentos para alcanzar alguna cualidad que no tenían y deseaban que tuvieran. Hablamos de los alimentos transgénicos o modificados genéticamente.
“Se entiende por alimentos modificados genéticamente (OMG) que son organismos en los cuales el material genético (ADN) ha sido alterado de un modo artificial con el fin de producir alguna característica especial deseada.” (Gil, 2010, p. 499)
Independientemente de los beneficios que puedan llegar a tener estos alimentos, se deben considerar los riegos que pueden presentarse para el consumidor y los problemas que ocasionarían al medio ambiente. Aún no se ha evaluado el impacto ambiental que tendría la producción de estos alimentos y la tolerancia de las personas en cuanto a que se genere alguna reacción secundaria en la salud de la población. Si bien es cierto que el mundo debe adaptarse a los nuevos cambios tecnológicos, aún falta mucho por estudiar y evaluar, es por ello que, aunque las empresas apresuren el paso a la producción de los alimentos transgénicos, deberíamos retomarlo y mirar si realmente está funcionando y si será benéfico para todos de una manera equitativa.
Existe una enorme controversia en cuanto al uso de los alimentos modificados genéticamente, puesto que estos pueden afectar la biodiversidad y el equilibrio ecológico, adicionando que el valor intrínseco de un ser vivo se puede ver afectado al consumir algún alimento con modificación genética. La ética, la aplicación de principios y el raciocinio nos puede ayudar a tomar medidas sobre el uso de transgénicos y la necesidad de regulaciones que controlen su producción. A continuación se analizarán los argumentos que apoyan y que están en contra de la producción de alimentos transgénicos.
“En Estados Unidos, se estima que cada año más de 80 millones de personas se enferman a causa de padecimientos provocados por los alimentos.” (Teitel, 2003, p.44). Es por eso que es importante saber qué te estás llevando a la boca, y hasta qué punto son beneficiosos o peligrosos para nosotros los alimentos transgénicos.
Empecemos por definir qué es un transgénico; “este es un organismo genéticamente modificado es un ser vivo creado artificialmente con una técnica que permite insertar a una planta o a un animal genes de virus, bacterias, vegetales, animales e incluso de humanos.” (Greenpeace, 2015). Este proceso es con el fin de crear organismos que tengan alguna característica en especial.
Hoy en día, las compañías encargadas de la producción de alimentos sólo se preocupan por satisfacer las necesidades alimenticias del ser humano y las propias, sin tomar en cuenta las consecuencias que esto pueda traer a largo plazo al generar alimentos modificados genéticamente. El problema ético lo encontramos en que el ser humano es reprimido de su capacidad de elegir y tomar sus propias decisiones dado que la mayoría de los productos transgénicos los venden como sin avisar al consumidor, como dice Adela Cortina en su libro Por una ética del consumo (2002), ”los consumidores carecen a menudo de la información suficiente acerca de los productos como para realizar votaciones realmente libres, es decir, conociendo sus consecuencias y las posibles alternativas. La libertad exige no sólo capacidad de opción, sino también información acerca de las opciones.” (p. 29). De esta forma, se ve afectado uno de los valores más importantes para un ser racional como lo es el ser humano, nuestra libertad, en este caso de elección, ya que nos vemos obligados a consumir sustancias o genes que no conocemos sin enterarnos. Al mismo tiempo están violando la dignidad que los seres humanos poseemos, como menciona James Rachels en su libro Introducción la filosofía moral sobre el concepto de dignidad humana que explicó Kant (2007, p. 204). Es el valor intrínseco que poseen los seres humanos por el simple hecho de serlo, por consiguiente podemos asegurar que las industrias que crean estos alimentos dañan la dignidad de los seres humanos al no ser honestos con los ingredientes de los alimentos que producen y como sabemos el mentir no es una acción ética.
Los biotecnólogos, encargados de modificar genéticamente los alimentos, creen posible que dichos alimentos puedan mejorar la salud; añadiendo características que sean requeridas por el cuerpo humano y así mejorar su nutrición, incluso existe la hipótesis que podrían erradicar el hambre en países tales como África, Haití, Etiopía, la República de Yemen. Si todas estas propuestas son beneficiosas para el ser humano, entonces ¿por qué seguimos insistiendo en clasificar a los alimentos transgénicos como peligrosos? La respuesta es sencilla, “la naturaleza artificial de la modificación genética no es la que la hace peligrosa, es la forma imprecisa en la cual los genes se combinan, y lo impredecible de cómo un gen ajeno se comportará en su nuevo anfitrión, lo que resulta en incertidumbre.” (Antoniou Lo, 2002, p.11). Retomando el tema de dignidad humana mencionado por J. Rachels (2004, p. 207) podemos encontrar que Kant dijo “el hombre es un fin en sí mismo, no un medio para usos de otros individuos” lo que nos quiere decir que los biotecnólogos, indirectamente utilizan a los seres humanos como su medio, en este caso probando sus experimentos en ellos para llegar resultados deseados, violando la dignidad humana de los seres humanos, aunado a la falta de información expuesta por los biotecnologos para ellos.
Al hablar sobre lo bueno y lo malo nos estamos refiriendo a la moral, la cual depende de cada persona y la sociedad en la que se haya desarrollado. A diferencia de la ética, que se refiere a lo correcto y lo incorrecto “aquella parte de la filosofía que se dedica a la reflexión sobre la moral. Es un tipo de saber que intenta construirse racionalmente, utilizando para ello el rigor conceptual y los métodos de análisis y explicación de la filosofía” (Adela Cortina, 2008, p. 23). El ser ético implica razonar cada comportamiento que tenemos, apegándonos a los principios establecidos para regular nuestra conducta en/con la sociedad. Entonces, ¿es correcto lanzar al mercado dichos productos modificados?
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