ANÁLISIS SOBRE ACCIDENTE CARDIOVASCULAR (A.C.V.) A NIVEL MUNDIAL, NACIONAL Y LOCAL

ANÁLISIS SOBRE ACCIDENTE CARDIOVASCULAR (A.C.V.) A NIVEL MUNDIAL, NACIONAL Y LOCAL

Según el informe del estado global de la salud de la organización mundial de la salud (OMS) publicado por última vez en el año 2015, son las enfermedades cardiovasculares las principales responsables de muertes en a nivel mundial. En el año 2008 por ejemplo las enfermedades crónicas de tipo no transmisible fueron causantes del 63% del total de muertes ocurridas en el mundo, siendo las cardiovasculares las causantes del 29,82 % de las mismas (1).

En países como estados unidos se estima que cada año 2.200 personas fallecen a causa de A.C.V. siendo estas a su vez causantes de una de cada 2,9 muertes, dando como resultado que cada 39 segundos se produzca una muerte en este país desarrollado. Al igual que en países europeos donde se presenta una tendencia muy similar a la antes mencionada. (1-4).

Otra gran causante de muertes a nivel mundial han sido las enfermedades infecciosas a pesar de su disminución en últimas décadas, esto a medida que los países subdesarrollados mejoran sus condiciones de vida, al mismo tiempo que mejoran su sistema de salud. Sin embargo, a pesar de la prevalencia de este tipo de enfermedades como el VIH/SIDA, la malaria y la tuberculosis, los A.C.V. continúan en aumento causando cada vez más muertes incluso en los países desarrollados ya que afectan no solo a personas de edad avanzada sino que también a los más jóvenes (4,5).

Resulta de vital importancia resaltar que pese a que las enfermedades no transmisibles resultan mucho más frecuentes en personas mayores a los 60 años, el 25 % de las muertes ocurridas en un inferior de esta edad se encuentran relacionadas con enfermedades crónicas de tipo no transmisible. Lo que indica que el crecimiento de la prevalencia en A.C.V. pude ser el resultado de aumento en los distintos factores de riesgo y, quizás por múltiples factores que no siempre son de orden médico, sino de naturaleza política, económica, sociocultural y ambiental (5-7).

El crecimiento acelerado de A.C.V. en estos países es sumamente alarmante, un claro ejemplo del mismo son los países de bajos y medianos ingresos, los cuales están aportando a las estadísticas mundiales el 62% del total de las muertes por A.C.V. Por su parte en países de mediados ingresos, la mortalidad se elevo en un 28% entre los años de 1980 y 2008 y hasta el día de hoy las estadísticas siguen en crecimiento exponencial (2,5).

En nuestro país (Colombia), no es un secreto que los A.C.V. encabezan las estadísticas de causas de mortalidad, esto con un 28,7% del total de muertes (1-3,6). De hecho, en los hombres predomina la enfermedad coronaria y, asociada a ésta, la enfermedad cardiaca isquémica; y en las mujeres predominan las enfermedades relacionadas con la hipertensión arterial, como la enfermedad cerebrovascular y la insuficiencia cardiaca (1,6). Estas enfermedades constituyen problemas importantes de salud pública en el país.

En base a los antes expuesto, para el 2020 se estimo que las muertes causadas por A.C.V. presentaría un crecimiento del 15 al 20%  en relación a lo expuesto en 2008 y que para el año 2030 las enfermedades crónicas de tipo no transmisible anteriormente mencionadas serian las responsables del 75% de las muertes a nivel mundial. (1-3). Lo que indica que para el mismo año morirán alrededor de 23.6 millones de personas por causa de alguna enfermedad de carácter cardiovascular, al mismo tiempo que se predice que continuaran siendo la causa principal de mortalidad en el mundo.

Estas cifras podrían explicarse por múltiples factores que no necesariamente son excluyentes entre sí: por una parte, por deficiencias en los sistemas de salud, en cuanto a su capacidad de llevar a cabo acciones de promoción y prevención, así como por deficiencias en las intervenciones y los tratamientos basados en la "evidencia" (7-10); por otra parte, por un aumento en los factores de riesgo de desarrollar la enfermedad cardiovascular, tanto por los conocidos como por los aún no conocidos suficientemente.

Entre los factores de riesgos encontramos por ejemplo alteraciones de tipo metabólico, producido a través de trastornos alimentarios, la obesidad, ingesta de sustancias ilícitas, entre otros (2,8-10). Sin embargo, día tras días aparecen nuevos factores de riesgo, que también se podrían considerarse en un futuro, estarían los asociados con la complejidad genómica, la diversidad proteómica y metabolómica, así como por la variedad de mecanismos de regulación celular y molecular, que hacen parte de la naturaleza humana y de sus ciclos de vida (6).

Uno de los más importantes factores que explica el gran impacto presente en la carga de mortalidad por las A.C.V. son sin lugar a dudas los cambios demográficos. Por tanto, al tomar en consideración las tendencias de envejecimiento previstas a nivel mundial, se alcanza a estimar que aproximadamente el 10% de la población del mundo actual con 60 y mas años de edad, presentara un crecimiento del 16,6 % para el año 2030 y a un 21,4% para el 2050 (4-6). En la actualidad, Colombia vive una transformación demografía con gran rapidez. Pues no es un secreto que en los últimos 50 años la esperanza de vida promedio al nacer ha ido en crecimiento, en promedio 20 años, es decir de 50 a 70 años. A nivel mundial durante el mismo período, el porcentaje de personas de 60 años y más ascendió de 6 a 8 %. El rápido incremento de la población mayor de 60 años, que ha pasado de, aproximadamente, 600.000 personas en 1950 a tres millones en el 2001, lo que refleja un acelerado crecimiento de la población mayor, la cual se estima será de 15,5 millones en el año 2050 (5,6).

Sumado a lo antes expuest006Fentre en juego el orden económico mundial, pues es evidente que a medida que países pobres y subdesarrollados mejoren la economía, se expongan a la globalización y a tratados de libre comercio, se producirá como reacción el aumento excesivo de comportamientos poco saludables, entre los cuales encontramos el fumar, consumo de alcohol, ingesta de alimento con altos porcentajes calóricos, etc. Los que en conjunto contribuyen a forma exponencial y significativa al crecimiento de los A.C.V., la diabetes, entre otras afectaciones de la salud cardiovascular (6-8,12).

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