Acido Urico
Enviado por guisy • 6 de Diciembre de 2011 • 620 Palabras (3 Páginas) • 733 Visitas
Acido úrico
Si después de disfrutar una mariscada, un jugoso trozo de carne o una exquisita copa de vino sientes molestias al orinar, es momento de poner atención al ácido úrico.
Las enfermedades provocadas por el exceso al comer y beber ya no son novedad, su aparición es parte de la epidemia global de obesidad, hipertensión y diabetes. Esto porque los malos hábitos alimentarios de la vida moderna provocan que las personas metabolicen de manera deficiente las proteínas y, por ende, que sufran un incremento de ácido úrico en la sangre.
Esta sustancia, según el Manual Merck de la salud, es un producto tóxico de desecho, el cual proviene de metabolizar el nitrógeno en el organismo y de la degradación de las proteínas -purinas-. Suele ser expulsado a través de la transpiración, heces y orina, pero cuando sus niveles aumentan de manera exagerada tiende a cristalizarse y se deposita en las articulaciones, así como en las vías urinarias.
Esto a nivel renal causa insuficiencia y excesivo dolor en la uretra. En particular sus síntomas afectan a los hombres, aunque en las mujeres el riesgo aparece durante el climaterio o después de la menopausia. Cuando se acumula en las articulaciones puede convertirse en gota o artritis gotosa, lo cual se reconoce por un dolor artrítico y ardor intermitente, y comienza en el dedo pulgar del pie, rodillas o tobillos.
Otra manifestación común de la alteración del ácido úrico son las masas denominadas “tofos gotosos”. Si has notado alguna de ellas en tu cuerpo, es probable que las percibas como protuberancias o bultos en los codos, rodillas, articulaciones de la mano y, con menor frecuencia, en los pabellones de las orejas. Por lo regular no causan malestar, pero cuando consumes alimentos ricos en proteínas y alcohol tienden a inflamarse, se enrojecen y provocan un intenso dolor, explica May-ra Cifuentes, nutrióloga.
Para saber si eres propensa a esta enfermedad verifica si tienes antecedentes hereditarios. Ante ello, es importante hacerse pruebas de sangre cada año.
El control está en los hábitos
De acuerdo con Jesús Walliser, experto en nefrología y metabolismo, la elevación aguda del ácido úrico no se cura, pero se controla o previene al tener una dieta adecuada, beber abundante agua pura, ejercitarse y consumir medicamentos específicos para favorecer su evacuación.
La elección del tratamiento farmacológico dependerá de las características de cada paciente, pues algunos poseen una predisposición genética, mientras en otros el alivio está en modificar sus hábitos. Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta la importancia de corregir otros factores de riesgo, tales como: la obesidad, el sobrepeso, la vida sedentaria y el control de la diabetes.
Los especialistas coinciden en que una dieta
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