Aconitum napellus

ACONITUM NAPELLUS

Nombre común: acónito napelo, capuchón de monje, carro de Venus, matalobos.

Familia: ranunculáceas

Descripción: florece en junio-julio en lugares montañosos principalmente en Alemania, Suiza, España, Francia y Liberia.

Raíz: bulbosa en forma de nabo, es altamente venenosa

Tallo: recto, cilíndrico, ramoso y liso, alcanza una altura que varia entre los 60cm y 1.20 mt.

 Hojas: alternas con 5 lóbulos de color verde claro por encima y oscuro por debajo.

Preparación: se prepara la tintura con la planta verde, excepto la raíz, al empezar la florescencia, según la regla 1ª.

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Acción:

Planta muy venenosa, su acción principal consiste en una exageración de la actividad arterial, una marcada hiperemia sanguínea, que se traduce en agitación psíquica y mental con gran ansiedad.

Acción congestiva, aguda, violenta, se traduce por una tensión psíquica nerviosa y vascular, se acompaña con agitación física y mental con ansiedad. Con presentimientos de muerte.

Agravación: Por la tarde, hacia media noche, después de exponerse a un viento frío y seco; estando acostado sobre el lado doloroso y en una habitación caliente.

Mejoría: Al aire libre, por el reposo y después de una transpiración.

Mentales:

Sus pensamientos giran en torno a la muerte (su muerte) que presiente y predice con verdadero terror a morir, la vida se le torna miserable por el miedo.

Terrible ansiedad especialmente de noche, intensa inquietud con gran ansiedad.

Trastornos que sobrevienen a partir de un susto, ya sean agudos o crónicos y aun en el bebé cuya madre ha sufrido un susto durante el embarazo.

Generales:

*** Trastornos agudos que aparecen por haberse expuesto al frío seco como corrientes de aire o cambios bruscos de temperatura, especialmente estando transpirando.

*** Violentos trastornos inflamatorios agudos, generalmente febriles de aparición o comienzo brusco, en su primera etapa cuando aun no hay localización y acopañados de temor a morir con intensa inquietud y ansiedad.

*** Sequedad, hormigueos o adormecimiento son sensaciones que acompañan a la gran mayoría de sus síntomas.

Conviene en el periodo de formación de estado, pues una vez localizada la congestión ya no es el remedio indicado, dado que ha tenido lugar o bien un trabajo de hepatización o una alteración cualquiera de los tejidos. Afecta a los nervios sensitivos, produciendo picazón, seguidos de adormecimiento y en los nervios motores produce espasmos.

En el envenenamiento por aconitum el trismos es un síntoma común, contrición de la garganta, calambres, pudiendo desarrollar un estado de opistotonos completos.

Se desarrolla más a menudo en estados violentos de fiebre. Va a producir calor, sed, pulso duro y frecuente, impaciencia y angustia por el eretismo arterial.

Indicado para sustos recientes o no. En fiebres el dolor es intolerable, agudo, desgarrante, acompañado de agitación extrema, angustia y temor.

Las personas que llegan a presentar los síntomas de aconitum son generalmente de constitución robusta, fuerte, vigorosa, no enfermiza.

Las personas se ven afectadas con gran violencia en todos sus síntomas y son de aparición brusca y repentina.

Por exposición al frío seco y de acción muy corta.

Es casi siempre para enfermedades agudas aunque también nos puede ayudar en algunas afecciones crónicas.

Nos ayuda en faringitis, laringitis, fiebres, procesos inflamatorios.

Reacción desproporcionada, brusca y repentina.

Desarrolla estados de pánico a rías de un susto. Fobias después de un susto. Traumas. Estado de tristeza e indiferencia. Quiere estar solo, tiene aversión a la música y a los ruidos.

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