Activación de Linfocitos B Respuestas funcionales de los linfocitos B frente a los antígenos.

ACTIVACIÓN DE LINFOCITOS B

Respuestas funcionales de los linfocitos B frente a los antígenos.

Los linfocitos B han desarrollado un sistema de defensa contra los antígenos multivalentes, este sistema consiste en que la célula entra en el ciclo celular de G1, lo que provoca que la célula aumente de tamaño, también mayor ARN citoplasmático y de orgánulos como el ribosoma. Luego de haber sucedido este proceso el linfocito B activado se diferencia en la célula plasmática  secretora de anticuerpos que tienen una vida corta.

Cuando un antígeno activa a un linfocito B da paso a que el MHC II se exprese con mayor intensidad, por lo tanto los linfocitos que han sido estimulados por el antígeno son activadores más eficientes de los linfocitos T cooperadores en comparación a los LB vírgenes.

Los antígenos proteicos tiene una capacidad limitada para activar el BCR por lo tanto no pueden hacer que proliferen y se diferencien los LB, sin embargo si hay muchos, estos pueden inducir cambios en cómo se expresan los rectores de las quimiocinas y promueve la endocitosis del antígeno. También estos antígenos proteicos pueden ser presentados como péptidos unidos a MHC a LT cooperadores que estimulan la diferenciación y proliferación de los linfocitos B.

Respuestas de anticuerpos dependientes del linfocito T cooperador frente a antígenos proteicos.

Se determino que la respuesta de anticuerpos necesitaba de dos grupos diferentes de Linfocitos, los B y los T. se estableció que gran parte de los Linfocitos T cooperadores son los LT CD4+, CD8-, que se encargan de el reconocimiento de péptidos de antígenos por medio de el MHC II.

La secuencia de acontecimientos durante las respuestas de anticuerpos dependientes del linfocito T.

La interacción entre los linfocitos T cooperadores y los LB se da por el reconocer un antígeno. Por lo tanto los LT CD4+ vírgenes se activan y se diferencian en LT cooperadores. Los linfocitos B vírgenes se activan y junto con los LT cooperadores migran entres si alrededor de sus folículos donde aparece la primera señal de anticuerpos.

Activación inicial y migración de linfocitos B y de  linfocitos T cooperadores.

Los LB reaccionan al antígeno iniciando con una disminución del receptor para la quimiocina CXCR5 y se aumenta la CCR7, estos cambios provocan que los Linfocitos B activados vayan a la zona de los LT arrastrados por CCL19 y CCL12, que son ligandos del CCR7.

También los Linfocitos B pueden expresar CD69 que bloquea los receptores para la 1-fosfato de esfingosina lo que mantiene a los LB en los ganglios linfáticos.

En cambio los linfocitos T reducen la CCR7y aumentan la CXCR5 lo que provoca que abandonen la zona del linfocitos y se acerquen al folículo.

Presentación del antígeno por los linfocitos B y efecto hapteno-transportador.

El BCR solo reconoce un epítopo de la proteína con mucha afinidad, los linfocitos b se unen al antígeno y lo presentan con mayor rapidez, a comparación de los LB que no son específicos contra un antígeno.

Estos linfocitos al reconocer con mucha especificidad un epítopo de la proteína, pueden soltar un epítopo peptídico lineal que se une con el MHC II y que es reconocido por LT cooperadores.

La capacidad de los linfocitos B de reconocer el antígeno determina que tan específico puede ser al momento de realizar una respuesta de anticuerpos  ante el invasor.

Los haptenos son químicos que pueden unirse a antígenos específicos. Las proteínas les sirven como transporte.

Las características antihapteno son tres, la primera es que son necesarios los linfocitos B específicos y los T cooperadores contra la proteína, el segundo es que para que sea efectiva la respuesta debe estar en contacto el hapteno y la proteína, y por último la tercera que cuenta en que los LT cooperadores solo trabajaran con LB que tengan moléculas del MHC II.

El hapteno es el responsable de la interiorización de la proteína transportadora en el linfocito B.

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