Actuar y Reaccionar para evitar y no lamentar.

ACTUAR Y REACCIONAR PARA EVITAR Y NO LAMENTAR

Es momento de abrir los ojos, de quitarnos la venda que nos impide ver la realidad; nuestro planeta sufre, y solo es culpa de la humanidad y su desconsideración hacia su propio mundo. Me anima a escribir este discurso la desesperanza que veo en lugares afectados por el cambio climático, la contaminación del agua y del aire, y la falta de interés de la mayoría de la población por el estado de su tierra.

Reciban mis más cordiales saludos compañeros. El día de hoy, vengo ante ustedes para hablarles de unos de los problemas más grave que enfrenta nuestro planeta, la contaminación ambiental; nuestro hogar ya no es el mismo, ha cambiado con el paso del tiempo a consecuencia de nuestras acciones, desatando enfermedades no vistas por el hombre.

Hay muchos factores que tienen que ver en la contaminación de nuestro hogar, y en gran medida, se debe a los países desarrollados y subdesarrollados que con su avance en la tecnología, convierten a sus fábricas e industrias en una gran fuente de contaminación.

Además, en nuestro país, la contaminación del aire a causa del exceso de vehículos posee niveles alarmantes; se prevé que dentro de poco la contaminación del aire en México será una de las principales  causas ambientales de mortalidad prematura. Según un estudio realizado por IMCO (Instituto Mexicano para la Competitividad) el número de muertes por contaminación del aire al año en México es de 5.065. Solo en 2016 la calidad del aire fue espantosa, llegando a pedir a la población en diferentes ocasiones limitar las actividades al aire libre.

Hay muchas formas de contribuir a reducir la contaminación del aire; como reducir el uso del automóvil y mantenerlos en buen estado, no sobrellenar el tanque de gasolina.

Es momento de que empecemos a actuar, por nosotros y nuestro planeta, nuestro hogar que nos ha brindado lo necesario para sustentar nuestra vida desde el principio de la  historia; pensemos, reflexionemos sobre el mundo que tenemos y el que queremos dejarles a nuestros hijos, sobrinos y nietos, para tanto ellos como nosotros, podamos vivir mejor y respirar tranquilos en un mejor planeta.

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