Acuerdos y avances en la gestión ambiental internacional

Acuerdos y avances en la gestión ambiental internacional

La década de 1950 fue una época de grandes cambios a nivel mundial. Se marcó el inicio de la era de la posguerra, aumentó la prosperidad económica, y se vieron inigualables avances en materia de derechos civiles, pero esto no es todo. También se dieron significativos avances médicos y nuevas invenciones tecnológicas para la época, mismas que llevaron a la sociedad a generar una nueva visión acerca de las necesidades básicas y el estatus social.

Casi al mismo tiempo, la alta demanda de materia prima para satisfacer la demanda de la creciente población, llevó a los productores al uso de químicos nocivos, que comenzaron una lenta degradación de los ecosistemas.

La situación fue denunciada en su momento por Rachel Carson en su libro “Primavera Silenciosa”, en el que daba abundantes pruebas de los efectos nocivos del DDT, lo que la llevó a ser criticada y duramente desprestigiada por la industria química, los políticos y algunos científicos de la época, quienes la acusaron de negarse al evidente progreso que trajo consigo la tecnología.

Después de algunos años de debates, investigaciones y recopilación de pruebas, estudiosos lograron que medios de comunicación e investigadores se interesaran en el tema, comenzando así la revolución ecologista de los años 70`s.

Corría el año 1972, convulsionado entre nuevas propuestas para la investigación espacial, detonaciones de bombas atómicas de prueba, Juegos Olímpicos y varios atentados terroristas en diferentes puntos del planeta, la ONU logra celebrar la Primera Cumbre de la Tierra, en Estocolmo Suecia, en la que por primera vez se definió y abordó el tema de la contaminación a nivel global y de la que se desprendieron las bases para la protección efectiva del medio ambiente. Lo anterior derivó en la creación del PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), con el que se busca fomentar el apoyo y la cooperación internacional en el tema ambiental, como estímulo para mejorar la calidad de vida de la sociedad actual, sin afectar la de las futuras generaciones.

Lamentablemente, algunos de los modelos económicos de los países que participan en dicha organización, impidió que las premisas del acuerdo se llevaran a cabo según lo planeado y generaron una sociedad aún más dividida, destacando más el consumismo en los países desarrollados y la sobreexplotación de recursos en los subdesarrollados.

En 1983 se logra un avance importante con la creación de la Comisión Mundial del Medio Ambiente, con la que se busca establecer una agenda global para el cambio, sin dejar de lado el avance tecnológico y el progreso social.

No fue sino hasta 1987 la Organización de las Naciones Unidas, a través de la CMMA, publica el informe “Nuestro futuro común” o “Brundtland” en el que por primera vez se define y usa el término desarrollo sustentable, que implica una proyección a futuro con respecto al uso y renovación de los recursos naturales, desde una que permita entender, dimensionar y proponer soluciones viables e integrales, incorporando las variables necesarias para lograr la sustentabilidad, el desarrollo económico, la equidad y el bienestar social.

El ámbito del desarrollo sostenible puede dividirse conceptualmente en tres partes: ecológico, económico, y social. Se considera el aspecto social por la relación entre el bienestar social con el medio ambiente y la bonanza económica. El triple resultado es un conjunto de indicadores de desempeño de una organización en las tres áreas, pero que tiene cuatro dimensiones básicas:

1. Conservación del medio ambiente para no poner en peligro las especies de flora y fauna.
2. Desarrollo apropiado que no afecte sustantivamente los ecosistemas.
3. Paz, igualdad, y respeto hacia los derechos humanos.
4. Democracia

Tras 20 años de deliberaciones y de propuestas que no fueron tomadas en cuenta al fin; durante la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro y con la participación de 172 países, se logra la creación de los “Documentos de la Cumbre de Río” en 1992:

• Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo

Ratificó los principios establecidos en la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, aprobada en Estocolmo el 16 de junio de 1972 y formuló 27 principios básicos sobre el desarrollo sostenible, la dignidad humana, el medio ambiente y las obligaciones de los Estados en materia de preservación de los derechos ambientales de los seres humanos.

• Programa 21

El Programa es un plan detallado de acciones que deben ser acometidas a nivel mundial, nacional y local, por entidades de la ONU, los gobiernos de sus estados miembros y por grupos principales particulares en todas las áreas en las que ocurren impactos humanos sobre el medio ambiente.

• Convenio sobre la Diversidad Biológica

Es el primer acuerdo global para abordar todos los aspectos de la diversidad biológica: recursos genéticos, especies y ecosistemas, y el primero en reconocer que la conservación de la diversidad biológica es "una preocupación común de la humanidad", y una parte integral del proceso de desarrollo. Para alcanzar sus objetivos, el promueve constantemente la asociación entre países. Sus disposiciones sobre la cooperación científica y tecnológica, acceso a los recursos genéticos y la transferencia de tecnologías ambientalmente sanas, son la base de esta asociación.

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