Analisiis
Enviado por yasmiraElena • 30 de Marzo de 2013 • 4.767 Palabras (20 Páginas) • 394 Visitas
1) Fundamentos teórico-epistemológicos del método de Análisis de Coyuntura y la teoría social del conflicto, como herramientas de abordaje socio-jurídico para la resolución de conflictos comunitarios.
Marxismo:
Conjunto de teorías económicas, políticas y filosóficas de Karl Marx y Friedrich Engels y las corrientes doctrinales derivadas de ellas. El marxismo está constituido por tres partes fundamentales: El materialismo filosófico, la doctrina económica y la teoria del socialismo científico.
El neomarxismo:
fue una escuela del siglo XX que se remonta a los primeros escritos de Karl Marx antes de la influencia de Engels, quien se enfocó en el idealismo dialéctico más que en el materialismo dialéctico, rechazando así el determinismo económico percibido en Marx más adelante, prefiriendo enfocarse en una revolución psicológica, más cultural que política.
Muchos neomarxistas como Herbert Marcuse fueron sociólogos y psicólogos. Estaba ligado a los movimientos estudiantiles de los 1960s. El neomarxismo viene bajo el liderazgo del pensamiento de la Nueva Izquierda. El neomarxismo es también usado frecuentemente para describir la oposición a desigualdades experimentadas por países en vías de desarrollo en el nuevo orden económico internacional. En un sentido social, el neomarxismo añade el entendimiento más amplio de Max Weber sobre la desigualdad social, en conceptos tales como el status y el poder, a la filosofía marxista.
Ramas del neomarxismo incluyen:
• El marxismo hegeliano
• La teoría crítica
• El marxismo analítico
• El marxismo estructural francés (muy relacionado al estructuralismo).
El Materialismo Histórico:
Es la filosofía de la historia del marxismo-leninismo. La tesis central marxista de esta parte de la filosofía es: "No es la conciencia de los hombres la que determina su ser, sino que, al contrario, es su ser social el que determina su conciencia." ¿Y qué es el "ser social"? El ser social según el marxismo lo conforman las relaciones económicas de producción, el modo de producción de la vida material, que condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual, que condiciona las creencias, las costumbres, la religión, y la filosofía.
El materialismo marxista consiste en la afirmación de que la producción, distribución, intercambio y consumo de bienes, son la raíz de que los hombres tengan y desarrollen esta o aquella mentalidad, es decir, la ideología, y elaboren estas o aquellas leyes, y se dé este o aquel modo de gobernar la sociedad, es decir, la estructura de la sociedad. Este tópico, que aquí tan sólo se enuncia someramente, se analiza en todos sus detalles en el acápite
La concepción materialista de la historia parte de la tesis de que la producción, y tras ella el cambio de sus productos, es la base de todo orden social; de que en todas las sociedades que desfilan por la historia, la distribución de los productos, y junto a ella la división social de los hombres en clases o estamentos, es determinada por lo que la sociedad produce y cómo lo produce y por el modo de cambiar sus productos. Según eso, las últimas causas de todos los cambios sociales y de todas las revoluciones políticas no deben buscarse en las cabezas de los hombres ni en la idea que ellos se forjen de la verdad eterna ni de la eterna justicia, sino en las transformaciones operadas en el modo de producción y de cambio; han de buscarse no en la filosofía, sino en la economía de la época de que se trata. Cuando nace en los hombres la conciencia de que las instituciones sociales vigentes son irracionales e injustas, de que la razón se ha tornado en sinrazón y la bendición en plaga, esto no es mas que un indicio de que en los métodos de producción y en las formas de cambio se han producido calladamente transformaciones con las que ya no concuerda el orden social, cortado por el patrón de condiciones económicas anteriores. Con ello queda que en las nuevas relaciones de producción han de contenerse ya -más o menos desarrollados- los medios necesarios para poner término a los males descubiertos. Y esos medios no han de sacarse de la cabeza de nadie, sino que es la cabeza la que tiene que descubrirlos en los hechos materiales de la producción, tal y como los ofrece la realidad.
El materialismo dialéctico:
El materialismo dialéctico, cuya presentación como tal se debe más a la actividad de Engels que a la del propio Marx, ha sido considerado tradicionalmente como la toma de posición filosófica de Marx y Engels frente al idealismo hegeliano, es decir, como el resultado de su crítica del idealismo y, como tal, se ha presentado por la mayoría de los estudiosos del marxismo como el marco de referencia conceptual desde el que desarrolla el materialismo histórico, que sería la expresión propiamente científica de su pensamiento. La exposición del materialismo dialéctico se encuentra fundamentalmente en las obras de Engels: "Anti-Dühring", (con contribuciones de Marx, publicado en 1878), y "Sobre la dialéctica de la naturaleza", (escrito entre 1873 y 1886), obra, esta última, también conocida por Marx, cuyos contenidos nunca rechazó y que, dada la estrecha colaboración entre ambos hasta su muerte, se suele considerar también como expresión del pensamiento propio de Marx.
El materialismo dialéctico no se opone sólo al idealismo hegeliano, sino a toda concepción mecanicista y atomista de la naturaleza, es decir, no finalista. "La comprensión del total error por inversión del anterior idealismo alemán llevó necesariamente al materialismo, pero, cosa digna de observarse, no al materialismo meramente metafísico y exclusivamente mecanicista del siglo XVIII" (Engels, Anti-Dühring). Se opone, pues, a la concepción que había predominado en la ciencia en el siglo XVIII y que lo seguiría haciendo en los siglos XIX y XX. Es propia del idealismo hegeliano la afirmación de un final feliz de la historia, de una reconciliación de la realidad consigo misma en el Espíritu Absoluto, como resultado mismo del movimiento dialéctico, una finalidad que no desaparecerá del materialismo dialéctico, al conservar, como lo hace, la dialéctica hegeliana para explicar el movimiento en la naturaleza.
El ordenamiento jurídico es el conjunto de normas jurídicas que rigen en un lugar determinado en una época concreta. En el caso de los estados democráticos, el ordenamiento jurídico está formado por la Constitución del Estado, que se erige como la norma suprema, por las leyes como normas emanadas del poder legislativo (en sus diversos tipos y clases), las manifestaciones de la potestad reglamentaria del poder ejecutivo, tales como los reglamentos, y otras regulaciones, tales como los tratados,
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