Analisis Orientación Educativa

Maturín, de enero de 2014

Orientación Educativa.

El orientador se interesa en aconsejar al individuo a ser el mejor en lo que hace, busca guiarlo a realizar la mejor elección, en todos los ámbitos; apoyándolo a tener una mejor comunicación con su familia, amigos, compañeros y seres queridos, logrando así un desarrollo interpersonal positivo. Busca asociar a la persona con lo que realmente le gusta y para lo que es bueno; no impone, solo ayuda a elegir la mejor y más adecuada decisión.

Su función se basa en apoyar, guiar y respetar las decisiones y los gustos del individuo, esta guía ayuda al orientador a descubrir una serie de caminos en los que el alumno se puede adentrar, después de obtenerlos, se dedica a involucrarlo dándole esta información, buscando que se involucre directamente o indirectamente, y así por si solo tomara una decisión.

Con el paso de los años el individuo se apropia de la madurez, quien alcanza diversos grados de autonomía al identificar personas y valores concretos, a la vez que introduce o rechaza normas y comportamientos, a la vez que examina, evalúa y experimenta acciones de responsabilidad o irresponsabilidad al enfrentarse a diferentes situaciones educativas, familiares, laborales, emocionales, etc. Es aquí donde entra el importantísimo rol del docente como orientador, en el que pone al alcance de sus alumnos los elementos y herramientas necesarios para que ellos mismos vayan construyendo su conocimiento, a la vez que se remarca la necesidad de un aprendizaje significativo, activo, cooperativo y vivencial.

La orientación es un factor básico de la enseñanza, desde la infancia hasta la madurez, a cargo de profesionales preparados en problemáticas específicas y con un profundo conocimiento de las necesidades educativas y laborales de nuestra sociedad. Por ello, es importante razonar lo que la realidad misma nos revela, ya que nos encontramos con marcos actitudinales de alguna manera positivos y que pueden llegar a ser aptos para el desarrollo pleno de la orientación educativa.

La mayoría de los docentes tienen interés, se preocupan por sus alumnos y familias, sin embargo, su tarea es titánica, por la influencia de determinados programas televisivos, la actitud excesivamente permisiva de algunas familias, un sistema educativo demasiado rígido y poco adaptado a las exigencias de la sociedad actual, sobre todo, una deficiente formación psicopedagógica. la formación disciplinar que han recibido es excelente, pero si no se tienen recursos para solventar estas cuestiones, de poco sirve su bagaje de conocimientos.

Desde mi punto de vista se precisa una sólida formación en educación emocional, tanto para aplicársela a sí mismo como para tenerla en cuenta en la interacción con sus alumnos, familias y compañeros. Sin unas habilidades mínimas de tipo social y emocional, sus muchos conocimientos y destrezas adquiridos

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