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Anatomía de la rodilla y meniscos


Enviado por   •  8 de Marzo de 2019  •  Ensayo  •  5.321 Palabras (22 Páginas)  •  258 Visitas

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  1. Marco teórico.
  1. Descripción anatómica de la rodilla y meniscos.
  2. Biomecánica articular.
  1. Músculos de la rodilla.
  1. Músculos de flexo-extensión y arcos de movilidad normales.
  1. Epidemiología.
  1. Mecanismo de lesión.
  1. Fisiopatología.
  1. Definición de ruptura parcial de menisco.
  2. Desgarro longitudinal.
  1. Cuadro clínico.
  1. Signos y síntomas.
  1. Diagnóstico.
  1. Exploración física: palpación de tejidos blandos y óseos.
  2. Prueba de McMarray.
  3. Prueba de Apley.
  1. Tratamiento fisioterapéutico
  1. Definición de tratamiento conservador.
  2. Escalas de evaluación: KOOS y EVA.
  3. Ultrasonido terapéutico.
  1. Definición.
  2. Efectos fisiológicos no térmicos.
  3. Dosificación.
  4. Técnica de aplicación.
  5. Indicaciones y contraindicaciones.
  1. Ejercicio excéntrico.
  1. Tipos de contracción muscular.
  2. Contracción isométrica.
  3. Contracción concéntrica.
  4. Contracción excéntrica.
  1.  Beneficios del ejercicio excéntrico.

Anatomía de la rodilla y meniscos

La articulación de la rodilla (articulación tibiofemoral) es la más grande y compleja articulación del cuerpo, ya que consiste en tres articulaciones en una: la articulación externa, llamada tibiofemoral, que consta del cóndilo lateral del fémur, el menisco lateral y el cóndilo lateral de la tibia; la articulación interna, la otra articulación tibiofemoral, compuesta por el cóndilo medial del fémur, el menisco medial y el cóndilo medial tibial; y la articulación femororrotuliana, la cual es intermedia y se encuentra entre la rótula y la superficie rotuliana del fémur [1] (fig.1).

[pic 1]   [pic 2]

El menisco medial está unido a la fosa intercondílea anterior de la tibia, por delante del ligamento cruzado anterior. Su extremo posterior está unido a la fosa intercondílea posterior de la tibia, entre las inserciones del ligamento cruzado posterior y el menisco lateral (fig. 2).

El menisco lateral está unido en su extremo anterior por delante con la eminencia intercondílea de la tibia, y por fuera y detrás, con el ligamento cruzado anterior. Su extremo posterior se une por detrás con la eminencia intercondílea de la tibia y por delante, con el extremo posterior del menisco medial. Las superficies anteriores de los meniscos medial y lateral están conectadas entre sí por el ligamento transversal de la rodilla (fig. 2) y con los bordes de la cabeza de la tibia por los ligamentos coronarios (fig. 2) [1].

Biomecánica de la rodilla

Los movimientos de la rodilla son flexión y extensión. [1]. Los músculos de la rodilla que realizan la flexión (0°-135°) son: Bíceps crural (porción larga y corta), Semitendinoso, y Semimembranoso [1].

La extensión (135°-0°) de rodilla la realizan los músculos: Recto anterior, Crural, Vasto externo, Vasto interno largo, y el Vasto interno oblícuo [1].

Epidemiología

Las roturas parciales de menisco son de las lesiones deportivas más frecuentes en jóvenes en deportes de contacto, como lucha; baloncesto; fútbol; rugby; esquí (frenar en valgo); fútbol americano; hockey [2]; y en adultos por causa degenerativa [3]. Existen algunos factores congénitos que predisponen a una persona a sufrir una ruptura parcial de menisco, tales como: laxitud ligamentosa, menor estabilidad en cualquier movimiento de la rodilla; insuficiencia muscular, la articulación cuenta con menor protección y la carga absorbida por los músculos es deficiente, por lo tanto los meniscos se ven más forzados; desviación de las rodillas en varo y/o valgo, aumenta la presión proporcional soportada por el menisco medial o lateral [3].

Mecanismo de lesión

 El mecanismo de lesión más común de la ruptura parcial de menisco (valgo forzado) involucra la rodilla en semiflexión apoyada sobre una superficie (bipedestación) y una rotación interna brusca de la cadera/rodilla, lo cual ejerce una fuerza de tracción y compresión por parte del cóndilo femoral sobre el perímetro medial del menisco, generando un movimiento de cizallamiento sobre el menisco medial. [2,4]

Fisiopatología

La ruptura de cualquier segmento corporal es definida como la interrupción en la continuidad de dicho segmento [1], entonces, la ruptura parcial de menisco es cualquier lesión que no impida dicha continuidad por completo.

Ruptura longitudinal

También llamada ruptura vertical, es el tipo de ruptura que estudiaremos, ya que afecta al menisco medial y es causada por un movimiento en valgo forzado de las rodillas. Dicha rotación forzada pinza el menisco entre el cóndilo femoral y el tibial, provocando una ruptura parcial del menisco interno [2,3] (fig.4).  [pic 3]

[pic 4]

La rotura longitudinal no afecta la zona interna del menisco, la cual es avascular y no sería viable la reparación tisular de manera conservadora. [5]

Signos y síntomas

La rotura parcial de menisco presenta signos clínicos característicos relacionados a traumatismos previos en la articulación de la rodilla, por lo cual es importante realizar una buena anamnesis sobre los eventos ocurridos previa a la examinación por el profesional de la salud, y asimismo, es de vital importancia la realización de pruebas manuales y palpación de los tejidos blandos y óseos, tal como se muestra más adelante en este presente escrito. En personas sedentarias el cuadro inicial suele ser más leve y tenue en comparación a los deportistas, el cual es más brusco y notorio debido al mecanismo de lesión común ya descrito anteriormente [3].

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