Antropologia Y Trabajo Social. Texto De Vanesa Cabrera Loyola
Enviado por Pakomio • 3 de Abril de 2012 • 2.939 Palabras (12 Páginas) • 1.198 Visitas
ANTROPOLOGÍA Y TRABAJO SOCIAL
1.Introducción
2.Desarrollo
3.Conclusiones
4.Bibliografía
Introducción
El presente trabajo consiste en un análisis básico de la relación que puede existir entre la Antropología como ciencia y el Trabajo Social. Para ello es importante tener en cuenta que la primera, es algo más antigua que la segunda y aunque no se pueden negar los disímiles aportes que el proceso de evolución de la Antropología ha brindado al desarrollo de otras disciplinas científicas, por cuestiones de tiempo y espacio nos limitaremos a abordar sólo algunas de sus teorías fundamentales.
Entre los principales puntos a tener en cuenta, está la influencia de la Antropología Clásica, algunas de las especiales o aplicadas y los instrumentos o técnicas rescatados de las mismas.
Desarrollo
La Antropología comenzó a desarrollarse en la etapa comprendida entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX. Es concebida como la Ciencia General del Hombre, en todas sus formas de sociedad y naturaleza biológica, su historia, sus productos, su comportamiento individual y colectivo, la construcción de su lenguaje, de sus referentes simbólicos, y en general todo aquello que lo condiciona como un ser, sujeto de la cultura, que lo determina en todos los aspectos de su vida.
Por otro lado, el Trabajo Social aunque tiene sus antecedentes desde las primeras formas de leyes que manifiestan intereses por brindar ayuda a las personas necesitadas, es una disciplina mucho más joven surgida en las postrimerías de la segunda década del siglo XX. La misma está relacionada con el estudio de los problemas sociales por medio del análisis causa - efecto, con el objetivo fundamental de concebir acciones concretas vinculadas a la solución de los problemas sociales específicos.
Para plantearse un debate sobre los puntos de convergencias entre ambas disciplinas, se puede iniciar por el estudio de los clásicos de la Antropología.
Comenzando por Henry Morgan quién enfatizó sobre los estadios de la raza humana en los cuales subrayó tres condiciones conectadas en una sucesión de progreso natural: estado salvaje, estado de barbarie y estado de civilización, lo que de modo resumido explica la evolución de las sociedades. Para este autor existieron dos líneas independientes de investigación entre las que se pueden constatar la organización de la sociedad en instituciones primarias.
En estas instituciones, Morgan vinculó subsistencia, gobierno, lengua, familia, religión, vida doméstica y arquitectura y propiedad. Para él, el gobierno encuentra su germen en la organización en familias, mientras que sobre familia, planteaba que su crecimiento está expresado en lazos de consanguinidad y afinidad relacionado con el matrimonio.
Ya desde esta época se puede apreciar el grado de importancia que se le otorga al papel tanto del Estado como de la familia para la formación del hombre, lo que ha trascendido hasta la actualidad pues en un estudio realizado por la Dirección Provincial Programa Trabajadores Sociales de La Habana, Cuba con deambulantes internos en el centro "La Colonia" (centro para la atención a personas con conducta deambulante) se tuvo en cuenta el confeccionar una caracterización de las familias de cada una/o de los miembros de la muestra, y así poder diagnosticar la situación familiar de las/os mismas/os; incluso se investigó sobre el nivel de eficiencia en la atención por parte de la institución, lo cual es responsabilidad totalmente del Estado.
La idea de organizar la sociedad por instituciones está también muy relacionada con la posición de Malinowski. Éste defendía que era importante conocer el papel de las instituciones locales en correspondencia con la satisfacción de las necesidades básicas humanas, que según su criterio, estaban vinculadas a: reproducción, relajación, comodidades físicas, crecimiento, movimiento, seguridad y nutrición.
En este sentido, esta posición de Malinowski puede asociarse en gran medida a otro modo de cobertura y atención por parte del Estado a las necesidades de poblaciones vulnerables. En este sentido se puede mencionar que también a través del Programa Trabajadores Sociales, se aseguraba un módulo alimenticio a los niños bajo peso y desnutridos que son casos sociales críticos. Este proceder sin duda alguna guarda estrecha relación con la necesidad de nutrición que con anterioridad aludió el clásico referido.
Algo similar ocurre con el módulo de aseo para las personas postradas como un suplemento que intenta contribuir a mejorar las comodidades tanto del paciente como de las/os cuidadoras/es. Unido a ello, está lo que respecta a la seguridad que en el escenario cubano se tiene en cuenta tanto, desde la posición de Malinowski como de Maslow. Para el caso del primero, que se apoya en el nivel de afectación que pueden generar los fenómenos naturales, desde nuestras políticas, los trabajadores sociales identifican en cada uno de sus espacios de actuación, quiénes son las personas que en situaciones de esta índole, requieren de evacuación para su mayor seguridad. En vinculación con la posición del segundo, se prevé la seguridad en tanto prestaciones monetarias, para la satisfacción de otras necesidades básicas individuales a aquellos individuos que tienen escasos ingresos económicos. Específicamente en este último ejemplo, en algunos momentos de la evolución del Programa de Trabajadores Sociales quizás muchos llegaron a considerar que esa era la esencia misma de los también conocidos como Médicos del Alma, pues una de las prácticas más frecuentes era tramitar chequeras a las personas con ingresos insuficientes.
Otro de los clásicos que hizo grandes aportes a la Antropología como ciencia y que de alguna forma inciden el modo de hacer de los trabajadores sociales, fue Edward B. Taylor.
Entre los aportes más importantes de Taylor se pueden mencionar, su definición de cultura o civilización tomada en su sentido etnográfico amplio como el complejo total que incluye conocimiento, creencia, arte, moral, ley, costumbre y otras aptitudes y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad.
La nueva definición propuesta marca una diferencia en relación a las existentes hasta ese momento, pues existía cierta tendencia a imprimirle a la cultura determinados rasgos de elitismo, con una fuerte tendencia eurocentrista y etnocentrista. La primera aseguraba el colocar a la cultura europea por encima del resto, como con un nivel superior de desarrollo y la segunda conlleva a hacer cualquier análisis poniendo por sobre todas las cosas, los patrones
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