Análisis de las categorías de la economía políticа
Enviado por laura4878 • 25 de Abril de 2015 • Trabajo • 1.943 Palabras (8 Páginas) • 199 Visitas
ANÁLISIS DE LAS CATEGORÍAS DE LA ECONOMÍA POLÍTICA:
MARX COMO CULMINACIÓN DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO
Ricardo Molero Simarro y Adrián Ruano Delgado
ricardomolerosimarro@gmail.com & yugdrobed@yahoo.es
Universidad Complutense de Madrid
X Jornadas de Economía Crítica. Barcelona. 23 a 25 de marzo de 2.006
Resumen
El objeto de esta ponencia es el análisis de las categorías básicas de la
Economía Política tomando a Marx como la culminación de una trayectoria
conceptual que parte de la configuración de aquella como disciplina separada
en un mismo proceso en el que el capitalismo se convierte en orden social
dominante y la economía aparece por primera vez como instancia separada del
resto de la sociedad. La consiguiente preponderancia de lo económico en el
análisis no sólo del capitalismo sino de todo el movimiento histórico es
reproducida por Marx quien toma de los clásicos sus categorías fundamentales
(trabajo, producción, valor, etc) y las absolutiza por medio de la dialéctica entre
lo abstracto y lo concreto. El estudio de esas categorías a través de la relación
entre sus acepciones generales y las propias del modo de producción
capitalista permite descubrir el modo en el que la forma puramente capitalista
se acaba reproduciendo como el supuesto contenido común a todas las
sociedades y a la propia condición humana. La universalización de la relación
sujeto – objeto entre el hombre y la naturaleza es una muestra de la falta de
superación radical de los esquemas básicos de la Economía Política. Las
consecuencias que esto tiene para el proceso revolucionario es el objetivo
último de la ponencia.
Palabras clave: Historia del Pensamiento Económico, Economía Política,
Categorías Económicas, Marx.
Por eso la economía, pese a su mundana y placentera apariencia,
es una verdadera ciencia moral, la más moral de las ciencias.
Karl Marx,
Manuscritos de economía y filosofía
INTRODUCCIÓN: CAPITALISMO, ECONOMÍA POLÍTICA Y PRIMACÍA DE
LO ECONÓMICO
Partimos de la hipótesis de que Marx lleva a cabo una absolutización de
las categorías de la economía política. Trabajo, producción, valor, división del
trabajo, excedente, etc se convierten, en sus acepciones generales, en el
reflejo universalizado de las condiciones históricas y sociales que habían
surgido con el capitalismo ya en el siglo XIX.
La Crítica de la Economía Política cuestiona el orden capitalista tal y
como lo querían presentar los clásicos, es decir, como orden natural y eterno
en el que finalmente se desarrollaría, en todo su esplendor, la supuesta
verdadera naturaleza humana, la del homo economicus. Marx no sólo habría
realizado una crítica de la economía política como orden económico-social, el
capitalista, sino que también la habría hecho de ese sistema teórico que se
prestaba a legitimarlo.
No en vano, uno y otro, sociedad capitalista y ciencia económica,
habrían surgido en el mismo movimiento histórico. Así, Karl Polanyi (1944)
expone el proceso histórico que habría permitido la formación de un mercado
de trabajo en la Inglaterra del siglo XIX después de la derrota, en 1834, de la
llamada Ley de Speenhamland. Derrota con la que el utilitarismo triunfaba
como lógica de comportamiento humano, a la vez que lo hacía la economía
como ciencia. Ésta se iba a encargar de dar parte de la nueva realidad que
había surgido:
“La forma bajo la cual la realidad que estaba naciendo se presentó a nuestra
conciencia fue la de la economía política. Sus asombrosas regularidades, sus contradicciones
espectaculares tenían que ser integradas en los esquemas de la filosofía y de la teología para
hacerlas asimilables a significaciones humanas” (Polanyi, 1944, 145)
La economía política asume esa tarea al mismo tiempo que la
imposición de un gran mercado autorregulador como institución organizadora
del funcionamiento de la sociedad se hacía posible con esa eliminación de los
mecanismos que impedían la instauración de un mercado de trabajo a imagen
del concebido por los economistas desde Adam Smith. Aquella imposición pasa
a ser la mejor expresión del triunfo de los principios liberales que se
encontraban en la base de la nueva ciencia económica que de esta manera
logra imponerse.
Con la nueva centralidad social del mercado, la economía se separa del
resto de la sociedad por primera vez en la historia (véase Polanyi (1944) a la
vez que la ciencia económica se configura fragmentada con respecto al resto
de ciencias sociales. A decir del propio Marx “la economía política no comienza
también como ciencia a partir únicamente del momento en que se trata de ella
como tal“(Marx, 1857, 189). El objeto de estudio surge al mismo tiempo que la
disciplina que lo va a estudiar y que, de esta manera, lo hace real.
Constituida de esta manera como disciplina, la economía surge, por un
lado, separada de lo político y, por otro, emancipada de la moral (véanse
Dumont (1977) y Naredo (1987)). La filosofía moral y política de los siglos XVII
y XVIII le había construido un dominio autónomo protegido de los juicios
morales y de las intervenciones políticas. Esto fue aprovechado por la nueva
ciencia para imponer al resto de la sociedad su propia moral, la utilitarista, y a
la política sus propios principios, los liberales.
Pero no sólo eso, ya fuese a través de la tendencia humana a cambiar
una cosa por otra en busca del propio interés o a través de la tendencia al
continuo desarrollo de las fuerzas productivas, a partir de ese momento la
racionalidad de lo económico y la preponderancia de la producción se
convierten en principio de explicación del movimiento de nuestra sociedad,
pero también, incluso, de las sociedades anteriores. La racionalidad científica y
técnica de la sociedad capitalista se torna en racionalización de todo proceso
histórico, del estudio antropológico y del propio comportamiento humano según
el esquema de la economía.
El mismo Polanyi afirmaba que “nuestra conciencia social se formó en
ese molde” (Polanyi, 1944, 145), el de la economía política. Según nuestro
punto de vista, el pensamiento de Marx también.
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