Análisis moderna

INTRODUCCIÓN

Cuando se habla de “Modernidad” pareciese ser algo confuso y ambiguo. El debate, en cierta medida, se ha centrado en la dificultad para poder conceptualizar algo acerca de este fenómeno, el cual ya es en sí mismo cuestionable en la medida en que no se sabe si sigue estando en esta “modernidad” (cuando se intenta hablar de posmodernidad, por ejemplo).

No es tan claro cuándo la modernidad puede pensarse como un momento histórico. De alguna manera, se podría decir que el modernismo pasa a ser una experiencia de mundo que se encuentra en constante transformación y que se mantiene en esa transformación.

Considerando lo anterior es que se puede decir que la modernidad ha entrado en “crisis” en cuanto se constituye como fenómeno que se encuentra en constante cuestionamiento.

La idea de “crisis” queda implicada en la forma en cómo la modernidad se pensó en sus inicios y en cómo queda concebida en la actualidad, lo cual no está claramente identificado y delimitado.

Pareciera ser que la modernidad se constituyó como una época que intentó encontrar, en sus inicios, un punto de apoyo que estableciera nuevos patrones y referentes.

Con posterioridad se representa en una época que se sabe distintas a las que la precedieron, y que, por lo tanto, se caracterizaría fundamentalmente por la reflexión que se hace sobre sí misma.

La primera auto comprensión que realizó el movimiento de la ilustración, por ejemplo, dio cuenta de los aspectos con los que se asociaba a esta “nueva época”. Sin embargo, las consecuencias de la misma modernidad hicieron replantearse esta auto compresión entrando ésta nuevamente en crisis.

La modernidad induce a separar sus elementos a analizar y a evaluar cada uno de ellas en lugar de encerrarse en una opción de todo o nada que obliga a aceptar todo por miedo o perder todo. La modernidad se va por la razón de los medios y lo opone a la mira racional de los valores, esto es que los políticos u otras personas se van por el interés propio. Informándose por el medio de comunicación más visto de la televisión, a esto se derivaron empresas monopólicas hasta llegar a la ambición sin pensar en los demás, esto es la oposición de la idea de la responsabilidad que es una de las características del hombre moderno. Aquellos hombres querían tan solo trazar firmemente la frontera entre las convicciones privada y la vida pública en pensamiento racional y crítico. Esto es la separación de la iglesia y del estado que convenía ciertamente a una clase media progresista y así el estado podía defenderse de la burguesía católica. La modernidad según weber pone el fin de la razón objetiva donde lo cierto es que ya no es posible retornar la idea de un mundo enteramente regido por las leyes de la razón descubiertas por la ciencia, lo cierto es que ya no se puede creer en un orden del mundo, en la unidad total de los fenómenos naturales de los que la conducta seria solo una especie particular. Por esto de que la conducta humana sea la que más resalte creo que si porque el hombre hace cosas grandiosas pero a la vez destructivas un ejemplo de lo segundo es la devastación de la naturaleza la tala de árboles, pero esta no puede defenderse de ninguna forma es por esto que no tiene una conducta.

Dentro de la modernidad se observó esa mezcla de nostalgia por el orden del mundo y de crítica social que asociaba el progreso político y el tradicionismo cultural. Las dos etapas de la crisis de la modernidad, el agotamiento del movimiento inicial de liberación y la perdida de sentido de una cultura que se sentía encerrada dentro de la técnica y de la acción instrumental, determinaron una tercera etapa, que fue el triunfo de la moral social, del utilitarismo y del funcionalismo. Esto significa que aquello es útil para la sociedad, como ser un buen ciudadano, buenos trabajadores, buenos padres o buenos hijos, donde la idea de derecho no puede separarse de la idea del deber. Pero esa sociedad a la que cada uno debe servir es voluntad general.

A la separación de la iglesia y del estado hay que agregar la separación más importante y más radical aun de la sociedad y del estado. La cual implica descartar la idea misma de sociedad entendida como conjunto, como sistema o cuerpo social y hace hincapié en la oposición entre la idea de sociedad y la realidad de la vida social, realidad abierta, cambiante, plural, etc.

El impulso liberador de la modernidad consistió siempre en oponer voluntades transmitidas por reglas y leyes la evidencia impersonal de la verdad; la verdad de la ciencia, pero también la del éxito económico y la de la eficacia técnica. Ahora bien, la modernidad se manifiesta como un instrumento de control, de integración y de represión. Si la modernidad se traduce en una mayor capacidad de acción de la sociedad sobre si misma quiere decir que entonces la modernidad está preñada más de poder que de razón, porque el hombre es ambicioso y no gana el dinero racionalmente lo hace de manera ilícita y cuanto más tiene cree que es más superior a los demás y actúa sin utilizar su razón tratando de ofender a otros, coaccionándolos sin darles libertad (a trabajadores).

Al comienzo de la modernidad según vimos era el espiritualismo cristiano lo que constituyo la principal barrera al poder político. Pero si dios está ausente.

El hombre criatura de dios que lleva en si la marca de la libertad del creador, queda reemplazado por un ser de deseo que es el yo que no es más que la envoltura de ello, de la sexualidad que trata de recuperar su energía vital atravesando las barreras levantadas por las convenciones sociales y los agentes de moralización.

Durante un siglo la revolución industrial, el consumo y el género de vida no habían cambiado profundamente en las sociedades en vías de industrialización desde fines del siglo XIX a fines del siglo XX a pesar de las crisis y las guerras, el consumo sufrió una gran alteración y al mismo tiempo el trabajo ocupo un lugar cada vez más reducido en la vida gracias a la disminución del año del trabajo, la prolongación de los estudios

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