Aristoteles, Ciencia, Etica Y Moral
Enviado por aivlisR • 9 de Febrero de 2014 • 748 Palabras (3 Páginas) • 904 Visitas
Aristóteles
Ciencia, ética y moral
Ciencia:
Aristóteles definió la ciencia como un conocimiento cierto por las causas. Para él la ciencia desde el punto de vista subjetivo es un hábito intelectual especulativo y desde el punto de vista objetivo es un conjunto de conocimientos.
Si Bien todos los estudios de Aristóteles fueron aportes a la ciencia, como la teoría aristotélica del sistema solar (teoría geocéntrica) que dominó la creencia por muchos tiempo a pesar de ser errónea sirvió de base para que otros estudiosos investigaran sobre ello y comprobar que en realidad era el sol el centro del universo y no la tierra (teoría heliocéntrica).
Muchos otros estudios son aportes a las ciencias, tanto naturales como sociales. Aristóteles es en esencia un naturalista. En la cosmología aristotélica la Tierra era imperfecta y situada al centro del universo. Se componía de cuatro elementos centrales: tierra, aire, agua y fuego que se movían, desde su punto de vista, en movimientos rectilíneos y esporádicos. Por el contrario, el movimiento de los cuerpos celestes (el Sol, planetas y las estrellas, compuestos de éter o quinta esencia) era continuo y circular. A fin de explicar el movimiento independiente de los planetas, Aristóteles propugnaba que ellos rotaban haciéndolo sobre esferas concéntricas (ver el sistema geocéntrico). Este sistema fue asumido por la cristiandad en el siglo XIII, llegando a adquirir un rango ritual izado como fundamento universal de la concepción del mundo. Sólo logró ponerse en duda con la llegada de las ideas planteadas en el heliocentrismo por Nicolás Copérnico.
Ética.
Aristóteles afirmaba que la meta de todo ser humano, su fin último es alcanzar la felicidad. Esta concepción no era nueva, fue conocida bajo el nombre "eudeimonía" (en griego: felicidad) y afirmada por casi todos los filósofos; todos, pues, estaban de acuerdo que el bien máximo del hombre era la felicidad, pero el desacuerdo comenzaba cuando se trataba de concretar en qué esta felicidad consistía.
Aristóteles creía que cada ser llegaba a ser feliz realizando la actividad que le es propia. ¿Cuál, entonces, es la actividad propia al ser humano? La respuesta a esta pregunta le ofreció su concepción del alma humana dividida en tres partes, con la parte racional como la superior. Si el raciocinio es propio sólo para el hombre, entonces la felicidad más perfecta consistirá en la actividad contemplativa; diciendo en otras palabras, el hombre llega a ser feliz a medida de sus conocimientos y su sabiduría.
A esta actitud contemplativa se pueden dedicar, sin embargo, unas pocas personas selectas, y aún ellas no pueden hacerlo de todo, ya que las necesidades corporales, problemas económicos, etc. interfieren en dicha contemplación. Por esa razón los hombres deben ser equipados en virtudes
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