Aventuras De La Epistemología Ambiental
Enviado por MonicLm • 13 de Abril de 2013 • 1.645 Palabras (7 Páginas) • 490 Visitas
Aventuras de la epistemología ambiental
De la Articulación de las Ciencias al Diálogo de Saberes.
Enrique Leff
Siglo XXI Editores, México, 2006
Guy Duval *
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El libro “Aventuras de la epistemología ambiental” de Enrique Leff nos presenta un análisis crítico de las concepciones del ambiente a las que nos han habituado las ciencias normales y el perfil de un nuevo saber ambiental. El autor se plantea el objetivo de ofrecernos elementos para “irrigar” lo que llama “el territorio de la naciente epistemología ambiental”.
Mis primeras miradas al libro me hicieron pensar que las verdaderas aventuras epistemológicas de Leff se hallarían en sus publicaciones previas. No nos sorprendería encontrar en ellas, no sólo cambios sino auténticas turbulencias en las ideas del autor y hasta abandono de posturas previas que creo se reflejan en la parte titulada “Las circunnavegaciones del saber ambiental” del libro que hoy presentamos.
He aquí un título peligroso porque los intentos históricos de circunnavegación del planeta buscaban el invariable retorno al puerto de partida. Pero el autor nos advierte pronto que se trata de una búsqueda no del punto de partida sino del “horizonte del saber” (que siempre se aleja) y con más fuerza anticipa “el retorno de una reflexión sobre lo ya pensado”. Aquí, la tematización de estos cambios nos descubre la evolución del substrato teórico metodológico del pensamiento de Leff relativo a las relaciones sociedad-naturaleza.
¿Qué nos anticipa el título del libro? Tomando en cuenta las publicaciones anteriores del autor, sin duda, unas reflexiones interesantes y sobre todo no habituales acerca del tema ambiental; o mejor dicho, de las relaciones sociedad naturaleza. Leff repasa, con agudo espíritu crítico, los conceptos científicos y otros no muy científicos (es decir no admitidos en los círculos disciplinarios) relativos al estudio del medio ambiente, a su manejo, aprovechamiento y preservación. Su reflexión constituye un aporte útil y profundo para la redefinición de los principios teóricos y metodológicos que guían nuestras interacciones con el medio ambiente físico. Para definir su objeto de estudio, escribe: “El ambiente no es la ecología, sino la complejidad del mundo”.
Al mismo tiempo no evita escudriñar los caminos que los estudiosos del tema han seguido históricamente y en particular los que él ha recorrido para construir su objeto de estudio resumido por el vocablo ambiental. En este sentido, nos propone: “La epistemología ambiental es una política del saber que tiene por fin dar sustentabilidad a la vida”.
Al leer este libro, no podemos dejar de recordar las epistemologías que buscan la justificación del conocimiento científico con criterios de verdad y las que prestan atención a cómo se construye el conocimiento, en particular el científico. A este respecto, Leff aparece como un científico que cuestiona con honestidad y valentía sus construcciones, y que persigue incansablemente un objeto de estudio, su manejo óptimo en términos de sustentabilidad socio ambiental y en términos éticos, no de una ética universal o de una suya propia, sino de una ética sustentada en el respeto de los tan diversos valores culturales relativos al medio ambiente.
De esta manera, la propuesta de Leff, encerrada en el concepto de un “nuevo saber ambiental”, adquiere una gran importancia. En efecto, si nos asomamos al pasado reciente, hace solamente un poco más de tres décadas los currículos académicos y la práctica profesional aplicados al medio ambiente físico, se organizaban alrededor de una idea, hoy repudiada oficialmente en las instituciones académicas y por los organismos internacionales: la idea de una naturaleza independiente de las sociedades humanas.
En este libro, el nuevo saber ambiental surge como un cambio de episteme en el dominio conceptual de las relaciones sociedad-naturaleza). Leff funde, por encima de las habituales determinaciones socio-ambientales, las intenciones del sujeto, su cultura, su ética, y como motor de los cambios del saber ambiental el profundo deseo de saber y la infinita capacidad de cambiar de puntos de vista.
Las reflexiones de Leff adquieren frecuentemente un tono filosófico. Él rehuye de la pretensión de alcanzar la universalidad en sus planteamientos. Convoca al lector a indagar las vías del advenimiento de un nuevo saber ambiental que tiene raíces históricas en una pléyade de pensadores convocados por él al campo del nuevo saber ambiental. La lista es larga y traduce la seriedad de la investigación de Leff. En esta confrontación, avanza más allá del solo planteamiento de distintos perfiles del saber ambiental y nos habla de los caminos de su construcción. Debemos notar, sin embargo, que se superponen en el libro, a veces, estos dos conceptos: el saber ambiental y la epistemología ambiental; luego claramente se distinguen cuando se analiza el encuentro de la temática ambiental con la epistemología.
Para Leff, lo real es reemplazado por el “conocimiento”. Se distingue, con claridad, el universo de las cosas (que yo consideraría incognoscible) del universo de los objetos del conocimiento. Y se atreve, con buenas razones, a plantear que el ambiente es un saber sobre las formas de apropiación del mundo y de la naturaleza a través de las relaciones
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