BIOMARCADORES CARDIACOS COMO AYUDA DIAGNÓSTICA EN LAS CARDIOPATÍAS

BIOMARCADORES CARDIACOS COMO AYUDA DIAGNÓSTICA EN LAS CARDIOPATÍAS

Las cardiopatías son más comúnmente encontradas en caninos y felinos; aunque se ha hecho un muy gran esfuerzo por hacer diagnósticos precisos con minuciosos exámenes sobre dichas enfermedades como la radiografía, el electrocardiograma, la ecocardiografía y la medición de la presión arterial; aun con la precisión de los mismos, es muy difícil determinar la gravedad de la enfermedad y el tiempo de evolución en el que se muestra en dichas criaturas. Por lo tanto, luego de un profundo análisis se determinó que hay ciertos elementos que permiten hacer un diagnóstico y tratamiento más fácil para dichas cardiopatías conocidos como biomarcadores.

Es de vital importancia saber que un biomarcador según Mosbasheri y Cassidy se define como una sustancia elaborada a partir de un tejido específico que puede ser encontrado en la circulación. Por lo general, se trata de una proteína que, al medirse en sangre, refleja la presencia y la severidad de una enfermedad o los efectos de un tratamiento sobre esta.1 Para que dicha sustancia sea útil, una cantidad específica debe ser aplicada para reflejar la evolución del proceso patológico y brindar información más específica acerca de la severidad y el pronóstico casi exacto de la patología a la que nos referimos.

Para conocer a profundidad de qué tipo de cardiopatía estamos hablando es necesario conocer que existen por lo menos cuatro tipos conocidos de biomarcadores: los primeros son comúnmente conocidos como tropinas cardiacas; en segundo lugar, encontramos los péptidos natriuréticos; en tercer lugar, encontramos las lipoporoteínas séricas (HDL y LDL) y en cuatro y último lugar encontramos la proteína c reactiva o PCR.

El primero de los cuatro tipos de biomarcadores, las tropinas cardiacas son utilizadas para el tratamiento de lesiones en el miocardio; los péptidos natriuréticos son mayormente utilizados para realizar una evaluación de la función miocárdica y la sobrecarga del volumen auricular; el tercero de ellos la HDL y LDL son comúnmente usadas para evaluar en proceso de homeóstasis en las grasas y la PCR se encarga de evaluar la inflamación del sistema cardiovascular, usada en el diagnóstico y pronóstico del infarto agudo de miocardio en humanos.

Luego de conocer a groso modo los biomarcadores más comunes utilizados para tratar enfermedades del corazón es necesario decir que el uso de biomarcadores se convierte en un deber la implementación de dichos elementos en el diagnóstico y posterior tratamiento de enfermedades que afectan mayormente al corazón ya que permite determinar con mayor precisión de qué enfermedad se habla, cuan avanzada se encuentra en paciente y muchas veces permiten conocer el tratamiento a seguir no sólo para combatir temporalmente la patología sino para erradicarla de una vez por todas del cuerpo de quien la posee. Los biomarcadores deben siempre considerarse como uno de los elementos que permiten tratar con mayor intensidad y profundidad todo lo relacionado con el cuidado del corazón tanto de caninos como de felinos.

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