Bases fisiológicas para la alimentación y nutrición en un paciente pediátrico
Enviado por Fathii Hoyos • 26 de Junio de 2020 • Ensayo • 999 Palabras (4 Páginas) • 173 Visitas
“INSTITUTO SUPERIOR TECNOLOGICO LIBERTAD”[pic 1][pic 2]
Nombre: Fátima Dayana Hoyos Bonilla Fecha: 01/06/2020
Paralelo: ETMP1D
Bases fisiológicas para la alimentación y nutrición en un paciente pediátrico.
Antes de comenzar a hablar sobre las bases fisiológicas que un paciente pediátrico debe tener, debemos saber que la alimentación y nutrición del niño debe primero comenzar con la correcta alimentación de la madre en el trascurso del embarazo, la cual debe contar con vitaminas, calcio, hierro, grasas, proteínas, carbohidratos, ácido fólico. Cuando una mujer embarazada tiene una correcta alimentación, acumula las reservas básicas para establecer la lactancia, para así poder mantener la producción de leche de su hijo y una buena nutrición para ella misma.
Debemos conocer que la lactancia materna contiene todos los nutrientes que necesita un lactante durante los primeros seis meses de vida, incluyendo grasa, carbohidratos, proteínas, vitaminas, minerales y agua. La leche materna también contiene factores bioactivos que fortalecen el sistema inmunológico inmaduro del lactante, brindándole protección contra la infección; además posee otros factores que favorecen la digestión y absorción de los nutrientes.
Bases fisiológicas del lactante
Desarrollo neurológico.- Para comenzar la introducción de nuevos alimentos a la dieta del pediátrico debemos conocer sobre sobre el desarrollo neurológico ya que mediante este proceso el lactante ira perdiendo reflejos primarios como el de extrusión de la lengua, ya que con el tiempo va ganando capacidades necesarias para la alimentación de alimentos no líquidos como la leche materna.[pic 3]
Los lactantes menores de cuatro meses expulsan los alimentos con la lengua, pero después de esa edad pueden recibir y mantener los alimentos en la boca con mayor facilidad, debido a que han desaparecido los reflejos primarios de búsqueda y extrusión. A los seis meses, el lactante ha adquirido una serie de habilidades motoras que le permiten sentarse, al mismo tiempo que aparece la deglución voluntaria, que le permite recibir alimentos de texturas blandas: purés o papillas con cuchara. Transfiere objetos de una mano a otra, tiene sostén cefálico normal.
Entre los siete y ocho meses se deben ir modificando la consistencia de los alimentos, pasando de blandos a picados y trozos sólidos. A esta edad, el niño habitualmente ha adquirido la erupción de las primeras cuatro piezas dentarias dos superiores y dos inferiores, ha mejorado la actividad rítmica de masticación, la fuerza y la eficacia con la que la mandíbula presiona y tritura los alimentos y deglute coordinadamente los alimentos sólidos triturados. Por estas razones, los pediatras recomiendan no retrasar el inicio de esta práctica más allá de los 10 meses, incluso a pesar de que el niño no presente sus erupciones dentarias, ya que se ha visto que a esta edad, el niño es capaz de masticar y triturar los alimentos sólidos con las encías, y el retraso en la introducción de este tipo de alimentos puede ocasionar la presencia de alteraciones de la masticación en etapas futuras.
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