Bases químicas de la herencia

Un punto decisivo en la Genética se aclancó cuando los científicos comenzaron a prestar atención a la pregunta, ¿Cómo es posible que pequeños conjuntos de materia como genes y cromosomas puedan llegar a ser portadores de una enorme cantidad de información, la cual es hasta capaz de determinar los caracteres de un ser vivo? Se comprendía claramente que ante ésta incógnita, se debía cambiar el enfoque ya que no se estaba llegando a nada en concreto, y se comenzó a plantear dicha pregunta de distintas maneras, se entendía de esta manera que si se comprendía la estructura química de los cromosomas, entonces comprenderíamos de qué manera pueden éstos funcionar como portadores de la información genética.

La primera pregunta fue muy sumple, "¿De qué están formados los cromosomas en sí?" Los análisis químicos demostraron que los cromosomas de los organismos superiores están formados por proteínas y en cantidades menores, por ácido desoxibirronucleico. Así los científicos que creían que la clave para comprender la "herencia" tenía que encontrarse en la química de los genes, lo que les llevó a la segunda pregunta. "¿Los genes están formados íntegramente por proteínas o ADN?

Ésta última pregunta fue considerada muy seriamente, siendo las proteínas la alternativa más prometedora (en esa entonces, los bioquímicos estaban entonces comenzando a descifrar la estructura de las proteínas)

Se había descubierto que todas las enzimas eran proteínas, que las moléculas proteínicas son grandes y complejas, y quizá lo que era aun más importante, que el número de proteínas estructuralmente diferentes presentes en el mundo viviente era enorme y se diferenciaba en el número y secuencia de sus aminoácidos. ésto llevó a la comprobación de que las proteínas con sus 20 aminoácidos dispuestos en distintas secuencias pueden deletrear lo que se le decía "un lenguaje de la vida" de la misma manera que nuestro lenguaje constituye en sí 28 letras del abecedario, lo que podría decirse en otras palabras que, las distintas secuencias de aminoácidos podrían verse desde un punto de vista un poco más "gramático" por así decirse, como "frases biológicas" que podrían servir para deducir, predecir y dictar a ciencia cierta el camino para muchas de las actividades de la cédula y cada proteína en particular.

LOS ÁCIDOS NUCLÉICOS

Descubiertos por Friederich Miescher en el año 1868, cuando logró aislar una sustancia de los núcleos celulares, a la que llamó nucleína, que hoy en día conocemos como ácido desoxirribonucleico o como normalmente se le dice, ADN. Fueron denominadas así por ser sustancias ácidas y porque sus descubridores las encontraron en el núcleo de las células. Los ácidos nucleicos contienen ribosa, otros contienen desoxirribosa; una molécula de ácido

...