Bilogia Celular
Enviado por wenvip • 14 de Abril de 2013 • 5.897 Palabras (24 Páginas) • 400 Visitas
Introducción al estudio
de la biología celular
1-1 Descubrimiento de las células
1-2 Propiedades básicas de las células
1-3 Dos tipos fundamentalmente diferentes de células
1-4 Virus
La perspectiva humana: Búsqueda de una vacuna
contra el SIDA
La vía experimental: Friones: solución de un enigma
médico
Las células, y las estructuras que las forman, son demasiado
pequeñas para verlas, escucharlas o tocarlas directamente.
Pero a pesar de este tremendo inconveniente,
las células son tema de miles de publicaciones cada año, y
prácticamente se han investigado todos los aspectos de su
minúscula estructura. De muchas maneras, el estudio de la
biología celular constituye un tributo a la curiosidad humana
en su aspiración de realizar descubrimientos, y a la inteligencia
creativa del ser humano para diseñar los complejos
instrumentos y las elaboradas técnicas mediante las cuales
se pueden efectuar esos descubrimientos. Esto no significa
que los biólogos celulares sean los únicos dotados con estos
nobles rasgos. En un extremo del espectro científico los astrónomos
estudian objetos en la orilla más alejada del universo
con propiedades muy diferentes a las que se encuentran
sobre la tierra. Y en el otro extremo del espectro, los
físicos nucleares dirigen su atención sobre partículas de dimensiones
subatómicas que tienen igualmente propiedades
inconcebibles. Es muy claro, por lo tanto, que nuestro
universo contiene mundos dentro de otros mundos, y el
estudio de todos sus aspectos es fascinante. En este sentido,
la finalidad más aparente de este texto es generar entre sus
lectores el interés por las células y por su estudio.
1-1 Descubrimiento de las células
FIGURA 1 -A. Micrografía electrónica de exploración de agregados celulares
del moho del fango Dictyostelium discoideum en el proceso deformación
de corpúsculos fructificantes. (Cortesía de Mark Grimson, Texas
Tech. University.)
No se sabe cuándo el ser humano descubrió por primera vez
la notable propiedad de una superficie curva de vidrio para
inclinar la luz y formar imágenes. Los anteojos se fabricaron
por primera vez en Europa en el siglo XIII y el primer microscopio
compuesto (de dos lentes) fue construido a fines del
siglo XVI. A mediados del siglo XVII un puñado de científicos
pioneros había utilizado sus microscopios caseros para descubrir
un mundo que nunca se había revelado al ojo desnudo.
El descubrimiento de las células (fig. 1-1) generalmente
se acredita a Robert Hooke, microscopista inglés quien a los
CAPITULO 1 • Introducción al estudio de ¡a celular
27 años de edad fue premiado con el puesto de Guardián de
la Royal Society, la academia científica más antigua de Inglaterra.
Una de las muchas cuestiones que Hooke intentó
responder fue: ¿por qué los tapones hechos de corcho (una
parte del árbol de alcornoque) eran tan adecuados para retener
aire dentro de una botella? En sus propias palabras:
"tomé un buen pedazo de corcho limpio y con un cuchillo
tan bien afilado como una navaja de rasurar lo corté en pedazos
y .. .luego lo examiné con el microscopio. Me pareció
percibir que tenía una apariencia porosa... muy parecida a
un panal de abejas". Hooke llamó a los poros celdillas debido
a que le recordaban las celdas habitadas por los monjes que
vivían en un monasterio. En realidad, Hooke había observado
las paredes vacías de un tejido vegetal muerto, paredes
que originalmente fueron producidas por las células
vivas que ¡as rodeaban.
Entre tanto, Antón van Leeuwenhoek, un holandés que
se ganaba la vida vendiendo telas y botones, ocupaba sus
ratos de ocio tallando lentes y construyendo microscopios
de notable calidad. Durante 50 años, Leeuwenhoek envió
cartas a la Royal Society de Londres describiendo sus observaciones
microscópicas, junto con un vago discurso acerca
de sus hábitos cotidianos y su estado de salud. Leeuwenhoek
fue el primero en examinar una gota de agua del estanque
y observar sorprendido la abundante cantidad de
"animalillos" microscópicos que iban y venían ante sus ojos.
También fue el primero en describir las diferentes formas de
bacterias que obtuvo de agua en la cual había remojado
pimienta y también material raspado de sus propios dientes.
Sus primeras cartas a la Royal Society describiendo este
mundo previamente jamás visto despertaron tal escepticismo
que la Sociedad despachó a su Guardián, Robert Hooke,
para confirmar las observaciones. Hooke hizo el viaje y pronto
Leeuwenhoek fue una celebridad mundial, y recibió la visita
en Holanda de Pedro el Grande de Rusia y de la reina de
Inglaterra.
No fue sino hasta el decenio de 1830 que se comprobó
la gran importancia de las células. En 1838, Matthias
Schleiden, abogado alemán convertido en botánico, concluyó
que a pesar de diferencias en la estructura de diferentes
tipos, las plantas estaban constituidas de células y que el
embrión de la planta tuvo su origen en una sola célula. En
1839, Theodor Schwann, zoólogo alemán y colega de Schleiden,
publicó un trabajo muy completo acerca de las bases
celulares de la vida animal. Schwann concluyó que las células
de las plantas y los animales eran estructuras semejantes
y propuso el primero de los dos dogmas de la teoría celular:
• Todos los organismos están compuestos de una o más
células
• La célula es la unidad estructural de la vida.
Las ideas de Schleiden y de Schwann acerca del origen
de las células fueron menos profundas; ambos concluyeron
que las células podrían originarse de materiales no celulares.
Dada la posición prominente que estos dos investigadores
tenían en el mundo científico, tuvieron que pasar muchos
años antes que las observaciones de otros biólogos
fueran aceptadas como demostración de que las células no
se originan de esa manera y que ios organismos tampoco se
producen por generación espontánea. Para 1855, Rudolf
Virchow, patólogo alemán, propuso una hipótesis convincente
para'el
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