Biodiversidad

La Ignorancia Como Causa de la Enfermedad de la Tierra

Vivir en Colombia es de las satisfacciones más grandes que tienen los ciudadanos que la conforman, ya que a parte de ser considerado uno de los países más felices del mundo, tiene una riqueza natural envidiable. La biodiversidad es algo a tener en cuenta el día a día ya que “ a diario se toman decisiones que, de una manera u otra, están relacionadas con la biodiversidad.” (Sánchez y Madriñán, 2012, p. 13). Por esto es importante entender el valor que tiene esta variedad de vida en Colombia, y así conservarla. Colombia está ubicada entre las costas del océano Pacífico y el océano Atlántico, y además está recorrida por tres cadenas de la cordillera de los Andes. Por esta ubicación, la superficie de Colombia representa tan sólo el 0,7% emergida del mundo, pero alberga cerca del 10% de la biodiversidad mundial. Lo anterior evidencia que Colombia “se conforma de una variabilidad climática que le da un sistema complejo de ecosistemas y de importancia global, la cual es la base de su estatus de país mega diverso” (Gonzáles M.A, García H., et al, 2012, pg.83). A pesar de esta maravillosa riqueza, y el orgullo que se siente tenerla, desafortunadamente a través del tiempo se han encontrado amenazas que hoy en día están acabando con ella y con las maneras de poder llegar a preservarla y conservarla. El propósito de este ensayo entonces, es presentar y analizar algunas de las diversas amenazas tanto naturales como antropogénicas, que se ven hoy afectando los ecosistemas del país. Posteriormente se expondrán conclusiones.

La primera amenaza que se va a exponer es una amenaza natural que está afectando principalmente el ecosistema marino. A pesar de que los arrecifes coralinos sean el lugar donde se encuentra la mayor parte de la biodiversidad marina, “comprenden el ecosistema más amenazado en la Tierra” (Ardila, N y Sánchez, J, 2012, pg.52). La degradación de este ecosistema se debe al calentamiento global y su desempeño en emisiones de CO2 y otros gases “ que generan el efecto invernadero de la atmósfera” (Hoegh-Guldberg 1999; Hoegh-Guldberg et al., 2007, pg. 52). El problema principal se da porque el océano absorbe CO2 para ayudar en los ciclos biogeoquímicos y estas concentraciones de CO2 están reduciendo el pH del océano, “causando un desequilibrio en la química marina” (Doney et al, 2009, pg. 53). Al decir ciclos biogeoquímicos, se refiere a el proceso de corales y otros invertebrados que necesitan estados saturados de iones de carbonato para formar estructuras calcáreas, las cuales son una pieza importante en el desarrollo y mantenimiento de un arrecife. El problema entonces, es que, a pesar de la necesidad del carbonato para el proceso de calcificación, hay un efecto contrario y es que este afecta directamente el sistema ecológico sometiéndolo a un riesgo de no perdurar a largo plazo.

Hablando en un sentido antropogénico, se encuentra una de las amenazas más vistas hoy en día, y es la pesca de arrastre. Esta disminuye y modifica de manera dramática los fondos del ecosistema marino. La pesca de arrastre que se ve hoy en día, a nivel mundial “equivaldría a la deforestación de los ecosistemas terrestres pero con cifras más desalentadoras y dramáticas” (Ardila, N y Sánchez, J, 2012, pg.57) En base a los estudios, se revela que la escala de destrucción es significativamente mayor, con aproximadamente 1,5 billones de hectáreas arrastradas por año, esto equivale al 10% de la superficie total de la tierra, lo cual es una cifra aterradora.( (Ardila, N y Sánchez, J, 2012, pg.57) A medida que esta actividad pesquera avanza, más peces, mamíferos y reptiles se pierden y podrían llegar a algún nivel de extinción. Además de afectar significativamente las poblaciones marinas, esta actividad destructora también afecta de manera negativa la macro fauna que vive en los sedimentos. A partir de lo anterior se puede decir que se ven afectadas entonces, “ las actividades de alimentación, locomoción y formación de galerías o madrigueras, disminuyéndose así los procesos biológicos de perturbación de los sedimentos” (Ardila, N y Sánchez, J, 2012, pg.58) Esta invasión biológica está acabando con la vida de especies y a su vez está destruyendo el ecosistema más rico del país; el problema está en que la sociedad no tiene las prioridades claras, y busca satisfacer sus propias demandas dejando a el medio ambiente en el olvido.

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