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Bioetica


Enviado por   •  17 de Diciembre de 2014  •  Síntesis  •  2.486 Palabras (10 Páginas)  •  218 Visitas

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asi todos los Manuales de Bioética suelen tratar las diversas tendencias que se dan en el campo de la Bioética, y se describe una gama más o menos amplia. El presente trabajo pretende ser una especie de "mapa" intelectual que muestre los orígenes, autores iniciales, desarrollo de las corrientes, ramificaciones principales y autores contemporáneos en este campo, ya extenso a pesar de la juventud de la ciencia. y es que si la Bioética nace en la década de los setenta, la ética de la cual parte nace, con el hombre y su reflexión sobre la verdad y el bien.

En diversas épocas y culturas de la humanidad se lograba un consenso generalizado acerca de qué es el bien; en el caso concreto, qué es el bien del paciente, de la familia, de la sociedad. Estoy de acuerdo con Martha Tarasco en que la Bioética propone una metodología filosófica para encontrar la verdad sobre las cuestiones del actuar en la vida del hombre, relacionadas con las ciencias de la salud; y además sobre la concepción misma de lo que el hombre es y el valor que el hombre tiene (1). Pero una multitud de médicos y filósofos no están de acuerdo en esos conceptos fundamentales, y se llega a no saber ni siquiera la naturaleza de esos mismos desacuerdos. Con puntos de partida diversos y contrapuestos, con metodología dispar y lenguaje equívoco se da lo que se ha llamado la "Babel intelectual" (2). Ya no se cree en el mito racionalista alimentado por la Enciclopedia liberal, ni del empirismo inglés, aunque permanezcan en nuestros días muchos ejemplos del positivismo, con el que pretendía llegar a la certeza científica en todos los casos "ateniéndose a los hechos". Pero nuestra visión de los "hechos" no es neutra, en ningún campo del saber humano, menos aún en las ciencias humanísticas, donde caben las mayores divergencias en el campo filosófico: porque al adherirse a una forma de pensar, acaba uno comprometido con una forma de vivir; y casi nadie está dispuesto a que le cambien sus valores, reales o aparentes, y menos a que le cambien sus costumbres.

Las seis versiones elegidas son las que considero más frecuentes en nuestros días, y de las cuales se derivan muchas más. Lógicamente dejaremos de lado muchos autores que por justicia habríamos de mencionar, pero las limitaciones de espacio, tiempo y conocimiento nos obligan a ello. Esas versiones elegidas son: 1) el Utilitarismo: quizás sea la más extendida entre el cuerpo médico de muchos países, en concreto, de América del Norte y todo el llamado primer mundo; 2) la Enciclopedia nacida en la ilustración con sus antecedentes empiristas ingleses; 3) la Ética kantiana, que a pesar de su edad y del gran rechazo de la "mentalidad moderna" que no quiere obligaciones ni compromisos, sigue muy viva en muchos ambientes; 4) La "Genealogía de la moral" publicada por Nietzsche en 1887, que rechaza las anteriores y busca una autenticidad pura, y termina en el aniquilamiento de las normas morales, en la anarquía moral, seguida en la actualidad por autores tan prestigiosos como Foucault, Deleuze o Derrida, todo lo cual provoca en el gran público un gran anticonformismo. 5) Intentaremos ver cómo de Heidegger, vía Rahner, entra en el campo católico y protestante (¿Bultmann?) la Ética de la Opción fundamental, con sus ramificaciones de proporcionalismo y consecuencialismo (éste último tan cercano al utilitarismo). Finalmente abordaremos 6) la ética realista, en su rama personalista, que supone una clara Antropología filosófica, que se fundamenta en una Ontología (se puede acceder al ser con objetividad) y, con esos fundamentos se puede construir una Ética realista y objetiva, que tome al hombre en su integridad (objetividad y subjetividad, bien equilibradas, donde lo subjetivo es "el alma" de una moral, que tiene, empero, un "cuerpo" real y tangible). Esa Ética realista y personalista partirá del concepto de la dignidad de la persona humana, por el solo hecho de ser persona. Esa misma persona, hay que afirmado desde el inicio, no dará pie a caer en un individualismo cerrado: parte esencial del personalismo es afirmar la importancia sustancial de las relaciones de la persona: con sus semejantes, con el cosmos y con Dios. Incluye, pues,' una fuerte carga de conceptos sociales y comunitarios.

CIENCIA Y MORAL

Son muchos los filósofos de la ciencia que remarcan las relaciones estrechas entre ciencia y moral: Popper, Eccles, Kuhn y Polanyi; pero entre ellos mismos se dan grandes divergencias. También entre los médicos palpan todos los días la necesidad de unir ciencia y moral. No todos quieren hacerlo; entre los que quieren, no todos saben hacerlo: les falta la formación que ahora da la Bioética. Entre los que saben y quieren, no todos piensan igual qué es la moral. Pero queda claro que "si hay avance tecnológico sin avance social, existe casi automáticamente un aumento de la miseria humana" (3). Al faltar a la justicia distributiva se comenten muchas violaciones de auténticos derechos humanos. Hace falta una Ética. Lo recuerda, entre muchos, el prof. Sheldon Krynsky, de la Universidad de Tufts: "La ciencia obliga a diseñar nuevos niveles morales, a sintonizar el conocimiento con la ética" (4). ¿De que modo se hará ese nuevo diseño? ¿Cómo sintonizar ambos polos con intereses encontrados aparentemente? La solución es la Bioética, pero ¿Cuál? Proponemos la personalista, que es una rama de la Ética realista. Esa Ética realista tendrá fuertes raíces aristotélicas, pero no se dejará de oír a autores como Jaspers, Scheler, Mounier, Gilson, Marcel; así como a los filósofos del diálogo: Ferdinand Ebner, Martin Buber, Franz Rosenzweig y Emmanuel Lévinas. Del Círculo de Gotinga (fenomenólogos) con los discípulos del "primer" Husserl: Reinach, el ya citado Scheller, von Hildebrand y Edith Stein. Un voz potente, por su peso intelectual, es la de Karol Wojtyla, hoy Juan Pablo TI, que ha sido un elemento clave para "sumar" a autores tan dispares y ofrecer sus propias reflexiones, primero desde la cátedra universitaria y luego desde la cátedra de Pedro: él es quien ha marcado el rumbo y sumado estas fuerzas (5).

1. Utilitarismo

En esta doctrina el sumo bien se identifica con lo útil. No se limita a decir que lo útil es bueno, afirmación que puede ser compartida por la mayoría de las Éticas, con sus matices y limites, sino llega a darle un primado y hace consistir lo útil en lo nuclear del bien. Supone, pues, un reduccionismo, dado que lo útil lo considera únicamente en el terreno de lo sensible (material), dejando de lado el mundo espiritual humano: conocimiento, verdad, libertad, amor, que son el punto de partida al Bien supremo que es Dios.

Hay quien toma

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