Bioética y Transgénicos
Enviado por jesus1583 • 20 de Abril de 2015 • Tesina • 1.498 Palabras (6 Páginas) • 159 Visitas
Los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) o transgénicos pueden producir efectos en la salud humana y animal y representan un potencial peligro a los países biodiversos. Particularmente delicada es su siembra en un país de origen, ya que México domesticó al maíz y el frijol, cuyas plantas se han convertido en alimento mundial. Debe proteger preventivamente su patrimonio natural ante cualquier riesgo. En cuanto a aspectos sociales, los procesos de monopolización llevan hacia una concentración de actividades agroempresariales en manos de pocas empresas transnacionales, destruyendo la economía campesina y los mercados regionales, creando dependencia tecnológica y por ende, lejos de garantizar la seguridad alimentaria en el ámbito mundial, encarecen los alimentos básicos. México, con graves problemas de pobreza y deterioro ambiental, pero siendo uno de los países megabiodiversos, tiene que aplicar principios precautorios que superen la imperante pobreza, mejoren la equidad a favor de la calidad de vida de todos, protejan la biodiversidad y cuiden la salud humana ante potenciales riesgos a largo plazo. Sólo un enfoque bioético puede impedir un deterioro aún mayor de la calidad de vida, de la salud y del entorno.
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Artículo
Desde la Iluminación en el siglo XVIII, en el mundo quedó de manifiesto la existencia de un acceso diferencial al conocimiento y la tecnología, que torna cada vez más complejas las estructuras gubernamentales. Aumentaron las críticas a los avances tecnológicos, frecuentemente silenciadas por los intereses de las grandes corporaciones. No obstante, en la era de la globalización, sin duda alguna, con la propagación de los conocimientos a cualquier parte del mundo, se requieren nuevos códigos éticos para garantizar a todos los seres humanos seguridad en cuanto a salud y vida. El principio precautorio debería ser manejado por los gobiernos nacionales y, ante una creciente debilidad de los Estados-Nación, también mediante acuerdos multilaterales, dada la generalización de los mercados y la competencia mundial.
Sólo cinco empresas transnacionales controlan en la actualidad casi la mitad de la riqueza mundial y, por ende, los flujos financieros, la investigación y la comunicación. La integración de las ramas productivas de circulación, comunicación y diversión, propició la creación de monopolios con presupuestos mayores al de cualquier país del mundo. Ante esta concentración económica, acompañada de una presión política para ampliar aún más estos privilegios, el tema de la bioética adquiere una dimensión nunca antes conocida. La vida misma está en peligro, como resultado de los avances bio-tecnológicos, siempre y cuando éstos continúen rigiéndose exclusivamente por la maximización de sus ganancias.
Este no es un fenómeno nuevo. En el siglo pasado aumentó el miedo a la racionalidad del progreso, tanto por diferencias culturales y sociales, como por los efectos negativos de los avances científicos, especialmente los generados en el ámbito militar. Como dice Helvetius, un filósofo de la Ilustración, "la verdad es una antorcha que brilla en la niebla, pero no la disipa". Ante ello, Jesús Kumate, preocupado por la repercusión de los nuevos conocimientos y sus efectos en el ser humano y la naturaleza, insiste en reforzar las medidas de seguridad, el principio precautorio en los experimentos de laboratorio y campo, y la reflexión ética antes de iniciar una investigación o aplicar un conocimiento nuevo. "Fue como si Prometeo hubiese pedido tiempo antes de comunicar el descubrimiento del fuego o si el creador de Frankenstein, asustado por el engendro, quisiera meditar antes de ponerlo en circulación. La experiencia subsecuente, inmediata y mediata, disipó las dudas iniciales; nuestros conocimientos en la ecología microbiana, a pesar de los avances, están en pañales." (p. 4).
Aunque las repercusiones de los avances científicos no siempre son visibles, se hacen cada vez más conocidas gracias a la comunicación global, en la que el Internet y los satélites juegan un papel destacado, aun en los países en desarrollo. Por otro lado, en todos los estudios sobre la situación mundial a fines del siglo XX, ya sean del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la CEPAL, la Organización de las Naciones Unidas o investigadores sociales, destaca el fenómeno de la depauperación de crecientes contingentes poblacionales, a costa de una minoría que vive con todos los excesos. Las iniquidades resultantes han desatado una creciente violencia física y estructural que impide a cualquier ser humano estar seguro en su hogar o lugar de trabajo. Terrorismo, guerras representativas en el sur, asesinatos, violaciones, robo, drogadicción y desintegración familiar, representan sólo la punta del iceberg. Más aún, la violencia mostrada a diario en los medios masivos de comunicación, aumenta la inducción a la violencia, cuando son necesarios procesos de conciliación
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