Breve Historia del Mundo

De la idea de Galileo de contemplar las fuerzas de la naturaleza de manera matemática y, de esta manera, poder no solo comprenderla, sino controlarlas y sacar provecho de ellas, surgió la máquina de vapor.

La primera máquina de vapor fue patentada por Watt. Al principio fue utilizada para bombas en las minas, pero pronto se pensó en otros usos como impulsar vehículos o crear máquinas para la fabricación.

Para hacer funcionar estas últimas, no se necesitaban muchas personas y tampoco demasiada formación. Además, su trabajo era más rápido y eficiente que el de los artesanos. Por ello, se generó una crisis en el que muchos artesanos se vieron sin empleo y los propietarios de las máquinas tuvieron la posibilidad de explotar a las personas que trabajaban para ellos.  

Ante la injusticia y la desigualdad que supuso la introducción de la maquinaria, surgió un nuevo pensamiento que defendía que las máquinas no debían pertenecer a los individuos, sino ser una propiedad común.

En esta línea de pensamiento, Karl Marx redactó el Llamamiento comunista que se basaba en la lucha entre los proletarios o desposeídos contra los capitalistas o propietarios, que acabaría con la apropiación de la maquinaria por parte de los trabajadores a través de la fuerza. Según su manifiesto, todos los trabajadores (proletarios) del mundo debían unirse para establecer unas condiciones de trabajo, obligando a los propietarios de las fábricas a aceptarlas.

La sociedad japonesa era muy similar a la sociedad de la Edad Media en Europa: el poder residía en los nobles y caballeros, sobre todo en manos de una familia que controlaba al emperador. Pero se dio una revolución en la que la pequeña nobleza luchó contra los grandes terratenientes devolviéndole el poder al emperador.

Apoyado por sus consejeros, el emperador decidió abrir las fronteras de Japón a los extranjeros para aprender de ellos y así poder protegerse en un futuro. De esta manera, llamó a alemanes para que organizaran un ejército y a ingleses para construir una flota. También envió japoneses a Europa para que aprendieran las nuevas ciencias y la medicina e implantó una escolarización general obligatoria para preparar al pueblo para la lucha. Cuando Japón se hubo puesto al día, volvió a cerrar sus fronteras a los extranjeros.

En Estado Unidos, había grandes diferencias entre los estados del norte y los del sur. En el sur, donde se daba un clima más tropical, los colonos eran propietarios de inmensos terrenos y vivían de las inmensas plantaciones de algodón y caña de azúcar que eran cultivadas por esclavos negros comprados en África. En cambio, en los estados del norte, donde el clima era más parecido al nuestro, los campesinos que vivían en pequeñas ciudades no estaban de acuerdo con la explotación de esclavos y realizaban el trabajo por cuenta propia. Finalmente, se acabó llegando a un acuerdo en el que se permitía a los estados del sur tener esclavos mientas que en los estados del norte estaba prohibido.

Tras la elección de Abraham Lincoln como presidente, los estados del sur, apoyados por Inglaterra, se desvincularon de Estados Unidos y crearon su propia confederación de estados esclavistas. Lincoln envió tropas de hombres que se ofrecieron voluntarios, desencadenándose una guerra civil que terminó con la victoria de los estados del norte y la liberación de los esclavos.

En la zona del Piamonte se encontraba un pequeño Estado libre y autónomo, que junto con la isla de Cerdeña constituyó un reino bajo el mandato del rey Víctor Manuel, que contaba con el apoyo de un ministro: Camilo Cavour. Buscaban la unidad del reino italiano, para lo que Cavour convenció a Napoleón III de que debía comprometerse en favor de la libertad y unidad de Italia.

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