Buenas Practicas Oficina
Enviado por ANA031272 • 7 de Febrero de 2012 • 5.901 Palabras (24 Páginas) • 1.253 Visitas
Desarrollo de trabajo
Espacio reservado para el desarrollo del trabajo por parte del alumno.
De acuerdo con la moción que fue aprobada por unanimidad, este manual debe constituir una herramienta de apoyo, y un punto de partida, para lograr en primer lugar una gestión ambiental adecuada de las oficinas de la empresa, debiéndose hacer especial hincapié en la sensibilización de los trabajadores y directivos. A posteriori, tenderán a establecerse paulatinamente medidas similares en las restantes dependencias de la empresa, tales como: fabricación, portería, I+D, laboratorio, etc..
ÍNDICE
1. Introducción
2. Energía
3. Agua
4. Residuos
5. Uso de recursos materiales
6. Política de compras
7. Movilidad sostenible
8. Sensibilización y educación de los empleados
Anexo
Conclusión
1. INTRODUCCIÓN
Las Buenas Prácticas Ambientales son un conjunto de recomendaciones prácticas, útiles y didácticas, que sirven para modificar o mejorar los comportamientos habituales, y están encaminadas a:
- Optimizar el consumo de recursos naturales: agua, energía, materias primas como la madera o los metales, etc.
- Disminuir la producción de sustancias contaminantes: emisiones de gases a la atmósfera, contaminación del suelo o de las aguas subterráneas, etc.
- Minimizar y gestionar adecuadamente los residuos que se producen durante la actividad.
- Sensibilizar y educar ambientalmente tanto a los trabajadores como a los posibles usuarios.
Con la elaboración de este documento se pretende hacer llegar a todos los trabajadores unas nociones básicas sobre la gestión ambiental, estableciendo unas prácticas de oficina que conlleven una reducción del impacto ambiental provocado por la actividad de la misma y más concretamente, por cada uno de los trabajadores de forma individual.
Aunque este impacto pudiera percibirse como poco significativo o bajo, siempre se pueden llevar a cabo pequeñas acciones encaminadas a su prevención o reducción.
Para poder entender mejor lo desarrollado en este Manual de Buenas Prácticas Ambientales, se hace preciso el conocer unos conceptos claves.
Estos conceptos son los de reducción, reutilización y reciclaje.
Reducción: La reducción supone la disminución de la utilización de materias en origen, lo cual consume menos recursos y genera menos residuos.
Reutilización: Esta práctica supone alargar el ciclo de vida de un producto mediante usos similares o alternativos de un material, es decir, una vez un producto ha cumplido la función a la que originalmente estaba destinada, puede que sea totalmente inservible o puede que se le pueda asignar una función alternativa que permita hacer un nuevo uso de él. Esta práctica puede ser útil tanto para reducir el consumo de recursos como para disminuir la generación de residuos.
Reciclaje: Esta práctica supone la recuperación de un recurso ya utilizado para generar un nuevo producto. El reciclaje es una buena opción en la gestión de los recursos frente a la deposición y abandono en vertedero o la adquisición de materiales nuevos. Sin embargo, no hay que olvidar que el reciclaje debe ser la alternativa a la previa reducción y reutilización.
No podemos olvidar además que la producción de residuos supone un gasto importante, fundamentalmente debido al coste de las materias primas, mano de obra y energía desperdiciadas en el proceso de generación.
Teniendo en cuenta este triple coste, el coste real de los residuos supone a menudo de 5 a 20 veces el coste de su eliminación.
2 .ENERGÍA
El consumo de energía supone la mayor partida controlable de gasto en una oficina. La utilización, cada vez más, de aparatos eléctricos supone un aumento importante en los consumos y por tanto del gasto. Estableciendo una serie de prácticas de oficina se puede producir hasta un 50% de ahorro. Algunas de estas prácticas que se pueden adoptar para reducir el consumo energético son:
Equipos de ofimática
• Configurar los ordenadores en "ahorro de energía".
A menudo, el sistema de ahorro ENERGY STAR® está desactivado, por lo que hay que asegurar su funcionamiento, con lo que se puede reducir el consumo de electricidad hasta un 50%.
• Apagar el ordenador, impresoras y demás aparatos eléctricos una vez finalice la jornada de trabajo.
Esta medida adquiere una mayor importancia en fines de semana y periodos vacacionales.
Igualmente, apague el ordenador si va a estar inactivos durante más de una hora.
• Los equipos consumen una energía mínima incluso apagados,
Por lo que es deseable desconectar también el alimentador de corriente al final de la jornada.
• Apagar la pantalla del ordenador
Cuando no se esté utilizando (reuniones, desayuno…).
• El único protector de pantalla que ahorra energía es negro,
Es deseable configurarlo para que se active tras 10 minutos de inactividad.
• Los monitores de pantalla plana
Consumen menos energía y emiten menos radiaciones.
• Los ordenadores portátiles
Son más eficientemente energéticos que los de mesa.
• Evitar el uso del fax térmico,
Ya que consume más energía y el papel no puede reciclarse.
• Impresoras, fotocopiadoras, faxes, etc.,
Por separado consumen menos que un aparato multifuncional, pero si se ha de realizar más de una función son mucho más eficientes los aparatos multifunción.
• Considerar el consumo energético de los productos
Como un argumento de compra.
Climatización
• Usar estos dispositivos sólo cuando sea necesario.
Siempre que sea posible, aprovechar la regulación natural de la temperatura, por ejemplo, en verano las ventanas entornadas o las corrientes de aire pueden refrescar algunas salas sin necesidad
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