CALIDAD EN SALUD

Ensayo basado en la reseña

“De pacientes a exigentes. Un estudio sociológico sobre la calidad de la atención, derechos y ciudadanía en salud”

CALIDAD EN SALUD

Cuando se habla de calidad muchos tienden a confundir el termino con precio, se cree que a mayor precio mayor calidad de un bien o un servicio, sin embargo en salud y en atención en salud, este término no solo abarca mejores insumos, mejores instalaciones o profesionales con mayor experiencia, sino que también incluye el concepto de calidez o trato cálido, como profesional de salud es necesario controlar las emociones, dirigirse al paciente con su nombre, explicar cada diagnóstico de la manera más clara y con términos coloquiales , entender que cada persona es diferente y que sin importar su raza, estrato socioeconómico, religión o inclinación sexual debe ser tratada de la mejor manera posible con el fin de que el paciente quede satisfecho con la atención así esta sea prestada en instalaciones precarias con tiempos limitados.

En Colombia la salud es un derecho al igual que el trato digno, por esta razón cada ciudadano tiene por derecho una atención en salud digna e implícitamente de calidad, cada persona debe exigir que en el momento de ser atendidos se cumplan estos derechos, sin embargo entre menos conocimiento tenga una persona, menos exige una atención de calidad y se convierte en un paciente sumiso y observa al profesional de la salud como un ser dominante el cual impone tratamientos, realizar procedimientos y formula medicamentos sin contar con el consentimiento del paciente para realizar cualquier exploración física.

Todas estas razones nos hacen pensar que el problema en la falta de calidad en los servicios de salud no radica en la falta de recursos físicos, de personal o de tiempo, si no que radica en la falta de calidez, se nos olvida que todos somos seres humanos, que tenemos los mismos derechos y por ende debemos de tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran, cada vez se debe utilizar el concepto de humanización en la práctica en salud, en donde se incluye una atención integral, cálida, respetuosa y responsable y que sea brindada con comunicación efectiva, en donde tanto el receptor (paciente) como el transmisor (profesional de salud) interactúen y juntos logren promover la salud y prevenir la enfermedad con estrategias fáciles y económicas que incluyen una sonrisa, un saludo amable y una explicación clara del diagnóstico y del tratamiento a seguir.

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