CENTRO DE DIA PARA GEROASISTENCIA

ANTE-PROYECTO DE CREACIÓN DE UN

Centro de Día GERO-ASISITENCIAL

GERISUCRE.

ANTECEDENTES

La demanda del cuidado especial para personas mayores de 65 años se ha convertido en una creciente necesidad en la población, por lo que han surgido distintos tipos de modelos de atención para el cuidado de este tipo de población.

La población de ADULTOS MAYORES, es decir aquellas con edad mayor de 60-65 años, tiene un crecimiento exponencialmente progresivo, convirtiéndose en un GRUPO ETAREO vulnerable con requerimientos de mayor demanda de cuidado y asistencia bajo entornos protegidos y asistidos por personal debidamente entrenado y especializado.

Se ha evidenciado un cambio porcentual poblacional en Venezuela del 2000 al 2020 en especial para el grupo de mayores de 85 años, con un crecimiento en mujeres de 51,4% y en hombres de 49,8%, datos que son similares en América Latina donde el crecimiento fue de 55,3 y 52,5% para hombres y mujeres respectivamente; además se notó un crecimiento negativo en nuestro país del grupo de menores de nueve años. El índice de envejecimiento ha aumentado progresivamente en los últimos quinquenios, y permite clasificar a países latinoamericanos en 5 grupos:

ENVEJECIMIENTO INCIPIENTE,

ENVEJECIMIENTO MODERADO,

ENVEJECIMIENTO MODERADO AVANZADO,

ENVEJECIMIENTO AVANZADO

ENVEJECIMIENTO MUY AVANZADO.

Estos cinco grupos tiene un correlación que va desde altas tasas de natalidad y un índice de menos de 23 personas mayores por cada 100 menores de 15 años, por ejemplo Bolivia. Colombia pertenece al grupo 2 (moderado) junto con Ecuador, Perú y Venezuela, donde baja la tasa de fecundidad y el INDICE DE ENVEJECIMIENTOES DEL 29,8%, lo  que se traduce en  tener casi 30 PERSONAS MAYORES POR CADA 100 PERSONAS MENORES DE 15 AÑOS. El crecimiento de la población ha generado un problema de salud pública, evidente en las consultas a servicios de urgencias, hospitalización y cirugías de los centros asistenciales, dónde este grupo tiene estancias prolongadas por la complejidad de sus patologías y la alta tecnología para su cuidado, generando mayores costos directos e indirectos, consumen un cantidad considerable de medicamentos dentro y fuera del plan obligatorio de salud, y marcan diferencia dentro de la población de alto costo.

Los ingresos de este grupo etáreo en su mayoría son bajos, muchos de estos han logrado una pensión que no logra cubrir los gastos directos de su cuidado, pero un gran porcentaje nunca cotizaron y solo reciben un auxilio de vejez del IVSS; por lo tanto las familias han asumido el peso financiero del sostenimiento de sus adultos mayores.

Los costos que conlleva el cuidado van desde ropa, utensilios de aseo personal, alimentación, transporte hasta manejo y administración de medicamentos, traslado a citas médicas, acompañamiento en casos de discapacidad física o mental, compra de insumos como pañales, paños, cremas, etc. Derivado de lo anterior, de la necesidad de cuidado de ancianos, los que cursan con problemas para la movilidad o traslados, los que están postrados en cama, los que tienen demencia, entre otros, indujo la necesidad de alguien que se dedicará a atacar esta problemática, históricamente se ha delegado a las mujeres de la casa, obligando a abandonar sus trabajos o estudios, generando a su vez un costo adicional en el hogar.

Como una respuesta a la situación antes mencionada comenzaron a surgir centros de cuidado para este grupo de personas, con objetivos compartidos, al ofrecer un lugar para atender adultos mayores y “liberar” del cuidado primario a las familias, así como también obtener unas ganancias al ofertar un manejo especializado. Estos centros de cuidado, se crearon con la misión de generar bienestar al ADULTOMAYOR y alivio de carga del cuidador, ayuda como una solución parcial a este problema de salud pública, pero la oferta es insuficiente.

La desvinculación del entorno familiar durante el proceso de institucionalización, modifica el entorno, genera respuestas y reacciones en el sujeto, que favorecen o no la adaptación al nuevo medio, por lo tanto los centros geriátricos deben optar por ambientes agradables para generar calidad de vida e inclusión social. Las regulaciones sanitarias y de habilitación permiten que la creación de una CENTRO ASISTIDO GERIÁTRICO sea factible, cuenta con reglamentación nacional y distrital por parte del MPPS.

Como beneficios se tiene mejoramiento o mantenimiento de funciones físicas, mentales y funcionales, permite integración socio familiar y como se había mencionado previamente, disminuir carga GRADUAL del cuidador. En la medida que los entes gubernamentales consideran la magnitud del crecimiento en el presupuesto estatal en salud, pensiones, disminución de la fuerza laboral, han generado el ambiente adecuado y propicio para que se den las oportunidades de asistencia a esta población vulnerable y frágil.

Nuestro propósito es instaurar una organización, GERISUCRE, orientada a facilitar un entorno de bienestar que OFREZCA A NUESTROS ADULTOS MAYORES, AFECTIVIDAD, INDEPENDENCIA E INTIMIDAD y, todo ello, CON LA SEGURIDAD DE TENER A SU DISPOSICIÓN UN EQUIPO PROFESIONAL Y HUMANO cuyo trabajo está orientado a la mejora permanente.

Nuestra filosofía, se basa en prestar una cuidada y meticulosa atención personalizada, para que cada ADULTO MAYOR, siga siendo protagonista de su propia vida, pero BAJO EL APOYO Y SUPERVISIÓN de personal altamente calificado para la atención esmerada de estos adultos especiales.

NUESTRAS PRESTANCIAS.

MODELO DE ATENCIÓN

INSTALACIONES FISICAS

• INSTALACIONES ESPECIALMENTE ACONDICIONADAS.

GERISUCRE, contara rampas y pasamanos en los pasos y los baños, SEGÚN LA NORMATIVA ESTABLECIDA PARA MINUSVALIDOS DEL MPPS, de tal manera que no haya ningún tipo de riesgos o barreras arquitectónicas, lo que permitirá a los ADULTOS MAYORES un mayor rango de movilidad, aunado a ello, se promoverán los mecanismos necesarios (ayudas técnicas, acompañantes, etc.) para facilitar dicha movilidad.

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