CERTIDUMBRE

CERTIDUMBRE

El ser humano requiere de certidumbre. Toda acción de la vida, toda decisión, toda planeación, si no se fundamentan con datos de los cuales se tenga certidumbre no solo se irá a la deriva, sino que la persona entrará en confusión, duda y zozobra, víctima de la casualidad, del destino o del capricho de otros entes.

A falta de certidumbre, el ser humano busca datos estables; la mayoría de las veces los toma de aquellas personas que considera hablan con la verdad, ya sea por la confianza y el cariño que se les tenga (considera que no le podrían mentir), o porque posean reconocimientos (títulos, grados, diplomas) como autoridades en un tema. Toda área del saber dependerá más de las autoridades, mientras menos leyes y principios demostrados posea.

La ciencia trata principalmente con la cuestión de cómo obtener o alcanzar certidumbre. Sin embargo, en la ciencia no hay absolutos, cualquier ley universal puede ser modificada si por medio de la experimentación se obtiene un solo resultado contrario a la misma. Es decir, la ciencia trata con gradientes de mayor o menor certidumbre.

En el método científico (quizás más precisamente podríamos decir en la Filosofía de la Ciencia), se han generado clasificaciones del grado de certidumbre de las ideas y conceptos, de acuerdo a lo siguiente: Hechos.- Aquello que es observable, evidenciable, que está comprobado o no necesita más comprobación; Hipótesis.- Suposición con ciertos fundamentos; Creencia.- Suposición sin fundamentos; Teoría.- Explicación, mayor o menormente fundada, de algún hecho o serie de hechos; Ley.- Descripción corroborable de la esencia o de la anatomía de un fenómeno o suceso.

El método científico exige que los Hechos sean cuantificables y cuantificados; en consecuencia, la medición exacta de las cosas es un tema de la mayor importancia, lo cual llevó al desarrollo del sistema métrico decimal, sistema internacional de unidades, instrumentos precisos de medición como el termómetro, balanza, reloj, teodolito, péndulo y metro; así como a establecer escalas, rangos y parámetros.

Cuando un médico trata una enfermedad, utiliza varios instrumentos precisos de medición tales como el termómetro, esfigmomanómetro, báscula, así como resultados de laboratorio en cuanto a sangre, orina, heces, etc. El conjunto de datos lo lleva a formular una hipótesis (suposición con ciertos fundamentos) sobre la causa de la enfermedad, lo que le permite idear y sugerir tratamientos al respecto. Esta es la razón de que el lenguaje médico contenga términos tales como Síndrome que es el conjunto de síntomas que componen una enfermedad, siendo los síntomas indicios, es decir, hechos aislados. El médico, de acuerdo al síndrome, localiza la causa de las enfermedades en bacterias, virus, organismos patógenos o degeneración de los tejidos vivos.

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