CIENCIAS NATURALES EN LA ESCUELA PRIMARIA: COLOCANDO LAS PIEDRAS FUNDAMENTALES DEL PENSAMIENTO CIENTÍFICO
Enviado por sandra66 • 23 de Octubre de 2013 • 6.013 Palabras (25 Páginas) • 806 Visitas
CIENCIAS NATURALES EN LA ESCUELA PRIMARIA:
COLOCANDO LAS PIEDRAS FUNDAMENTALES DEL PENSAMIENTO CIENTÍFICO
Dra. Melina Furman
IV Foro Latinoamericano de Educación, Fundación Santillana, 2008
La escuela primaria es una etapa única para enseñar a mirar el mundo
con ojos científicos: los alumnos tienen la curiosidad fresca, el asombro a flor
de piel y el deseo de explorar bien despierto. Los docentes de estos años
tienen en sus manos la maravillosa oportunidad de colocar las piedras
fundamentales del pensamiento científico de los chicos.
Cuando hablo de sentar las bases del pensamiento científico estoy
hablando de “educar” la curiosidad natural de los alumnos hacia hábitos del
pensamiento más sistemáticos y más autónomos. Por ejemplo, guiándolos a
encontrar regularidades (o rarezas) en la naturaleza que los inviten a hacerse
preguntas. Ayudándolos a imaginar explicaciones posibles para lo que observan
y a idear maneras de poner a prueba sus hipótesis. Y enseñándoles a
intercambiar ideas con otros, fomentando que sustenten lo que dicen con
evidencias y que las busquen detrás de las afirmaciones que escuchan.
De lo que se trata, en suma, es de utilizar ese deseo natural de conocer
el mundo que todos los chicos traen a la escuela como plataforma sobre la cual
construir herramientas de pensamiento que les permitan comprender cómo
funcionan las cosas y pensar por ellos mismos. Y, también, de que el placer que
se obtiene al comprender mejor el mundo alimente la llamita de su curiosidad
y la mantenga viva.
¿Qué sucede si esas piedras fundamentales del pensamiento científico no
se colocan a tiempo? Pensemos por un momento en niños que salen de la
escuela primaria sin la posibilidad de (ni la confianza para) idear maneras de
buscar respuestas a las cosas que no conocen, o de darse cuenta de si algo que
escuchan tiene evidencias que lo sustenten o no. O de chicos cuya curiosidad se
fue apagando de a poco por no haber encontrado cauce para extenderla.
Claramente estamos en un escenario muy riesgoso, sobre todo si pensamos en
construir una sociedad participativa, con las herramientas necesarias para
generar ideas propias y decidir su rumbo.
Lamentablemente, las ciencias naturales en la escuela primaria todavía
son siendo “la fea del baile”1. En la Argentina las ciencias naturales se enseñan
muy poco (mucho menos de lo previsto por los diseños curriculares)2. Sin
embargo, el problema va más allá de la cantidad de horas que se le dedican al
área. El modo en que las ciencias naturales se enseñan en nuestras escuelas
está todavía muy lejos de contribuir a sentar las bases del pensamiento
científico de los chicos. Y para ilustrar de qué estoy hablando, los invito a
imaginarse que espiamos dos clases de ciencias por la ventana:
Primer escenario
Es una clase de sexto año. En el pizarrón se lee el título de la unidad que los
alumnos están por comenzar: “Soluciones y solubilidad”. La docente comienza
la clase con una pregunta: “¿Qué piensan ustedes que es una solución?” Los
chicos dicen cosas diversas, en su gran mayoría diferentes a lo esperado por la
docente. Un alumno responde “¿Es algo como lo que aprendimos de mezclas el
año pasado?”. La docente asiente satisfecha y escribe en el pizarrón:
Solución: Mezcla homogénea (una sola fase) compuesta por dos o más
sustancias llamadas soluto y solvente.
La docente lee la definición en voz alta y repasa la idea de mezcla homogénea.
Luego continúa: “¿Qué es un soluto?” Los chicos miran con cara de confundidos.
“Un soluto es el componente que está en menor proporción en la mezcla. El
solvente es el que está en mayor proporción, generalmente es un líquido. Por
1 Esta expresión es de mi colega María Eugenia Podestá y la tomo prestada siempre porque me
resulta muy representativa: las ciencias naturales son la materia a la que nadie quiere “sacar a
bailar”.
2 Esta afirmación proviene de experiencias mías y de colegas trabajando en escuelas de
diferentes provincias del país. Sin embargo, esta situación no es única de Argentina: se
extiende a muchos otros países.
ejemplo, se dice que el agua es un solvente universal porque disuelve muchas
cosas. Copiemos todo esto en el pizarrón”.
Luego de que todos han copiado las definiciones, la docente da algunos
ejemplos de soluciones: café con leche, agua con azúcar, agua con alcohol. En
cada uno identifica el soluto y el solvente. Les pide a los chicos que den otros:
algunos contestan correctamente, la docente copia todos los ejemplos en el
pizarrón. De tarea, les pide que traigan nuevos ejemplos de soluciones que
encuentran en la vida cotidiana, al menos 3 de cada uno.
“¿Y qué será entonces la solubilidad?”, repregunta la docente. Los chicos
parecen haberse quedado mudos. “La solubilidad es la cantidad de soluto que
puede disolverse en un solvente dado. Cuanto más soluto se pueda disolver,
más solubilidad tiene. También pasa que al aumentar la temperatura la
solubilidad aumenta, como cuando caliento el café con leche y le puedo
agregar más azúcar. ¿Entendieron? Copiemos todo en la carpeta.”
Segundo escenario
Esta clase de sexto año transcurre en un laboratorio. En el pizarrón está escrito
el título de la actividad: “Soluciones de pigmento de remolacha y agua”.
Los chicos trabajan en grupos, en diferentes mesas. Cada equipo tiene un balde
con agua tibia y pedacitos de remolacha cortados. El docente les pide que
coloquen los pedacitos de remolacha dentro del agua y que, con ayuda de una
cuchara, los aplasten hasta que el agua se vuelva de color violeta. Les cuenta
que, así, van a formar una solución entre el agua y el pigmento de la
remolacha. Explica que el agua disuelve el pigmento dentro de la remolacha y
por eso se tiñe.
Luego, cada grupo trabaja con las telas que tiene sobre la mesa. El docente les
muestra que tienen que enrollarlas como un matambre. Pueden hacerle nudos
y usar banditas elásticas y con eso van a lograr “efectos artísticos”.
Al final, los chicos usan sus tinturas recién fabricadas para teñir sus telas. Están
fascinados. Hay un clima de risas en todo el aula, e incluso muchos alumnos
...