CYBORGs: El Hombre contra La Tecnología.

CYBORGs: El Hombre contra La Tecnología.

“Es sólo cuando las cosas salen mal que las máquinas

te recuerdan lo poderosas que son.”

-Clive James.

Desde la antigüedad, el hombre ha demostrado un alto interés por mejorar sus características individuales mediante el uso de herramientas. Por ejemplo, el uso de piedra tallada por el Homo Sapiens hace más de 71000 años implicaba la modificación directa de sus características; un artefacto podía hacernos más fuertes, rápidos o resistentes. (La Vanguardia, 2012)

En la actualidad seguimos presenciando este fenómeno, donde no solo vemos una extensión física sino mental del hombre; podemos comunicarnos a largas distancias en cuestión de segundos, adquirir o atesorar cualquier tiene de información, todo esto al alcance de nuestras manos. Vivimos en una época en la que los dispositivos electrónicos y la tecnología en general se han vuelto vitales para la realización de nuestras actividades cotidianas. Cada vez nos vemos más ligados al uso tecnológico hasta llegar incluso a desarrollar dependencia a estos. (Case, 2011)

La tecnología ha avanzado exponencialmente, hasta el punto en que comienza a ser difícil diferenciar lo natural de lo artificial; el hombre de la máquina. Es en este punto de intersección entre el hombre y la tecnología a través del tiempo, que hablaremos del término: ciborg. De esta forma, el presente texto tiene el objetivo de desmantelar un poco los misterios tras esta palabra, comprendiendo dónde tiene su origen y en qué dirección podría encaminarnos en el futuro.

La noción de ciborg es ampliamente conocida en la actualidad, esto se debe mayoritariamente a la industria del entretenimiento cinematográfico y literario. Unos de los ejemplos más populares son encontrados en películas de ficción como Robocop, Terminator o Star wars. (Mestres, 2012) Específicamente en este texto nos centraremos en un superhéroe que ha tomado mucho furor en la última década gracias a la franquicia de lo Avengers, hace parte del universo de Marvel desde los primeros comics debutados y cuya tecnología ha inspirado cátedras universitarias: Iron Man.

Anthony Edward (“Tony”) Stark, era un exitoso multimillonario, empresario e ingeniero, gracias a la herencia de la fortuna e industria de su padre. El estilo de vida despreocupada de Stark cambia drásticamente cuando se encontraba fuera de su país haciendo una prueba experimental de armamento desarrollado por el en Industrias Stark. Su convoy sufre un ataque mediante el cual es secuestrado por un grupo terrorista. Por más que Yinsen, un Doctor soviético, intentara extraer los residuos de metralla después del bombardeo, quedaron pequeños fragmentos que se dirigían lentamente hacia el septum o pared atrial del corazón de Tony, los cuales acabarían con su vida en poco tiempo. En un intento desesperado por salvarlo le implantó en una cavidad que puso en su pecho, un electromagneto conectado a una batería de carro (fuente de energía), el cual funciona como un imán, atrayendo los fragmentos metálicos hacia zonas no letales, lejos de perforar la pared de sus órganos vitales. La imagen 1 muestra la primera de muchas versiones de este dispositivo, el cual fue mejorando a través de los años en términos de practicidad, estética y funcionalidad. (Favreau, 2008)         Imagen 1. Primera versión del electromagneto de Iron Man.                                                         Extraído de http://www.cuevana2.tv/11651/iron-man/[pic 1]

Para escapar de allí Tony diseñó un exoesqueleto con un software que le permite desplazarse, aumentar su fuerza y resistencia (no es perforado por balas), lanzar cohetes, fuego y volar (experimentalmente); cuya fuente de energía es la misma tecnología que hace funcionar su electromagneto. Este exoesqueleto es también mejorado los años siguientes, hasta llegar al actual traje conocido, el cual tiene un software inteligente que sigue el nombre de “Jarvis”, le permite volar perfectamente y es propulsada por la tecnología del reactor arc (energía de fusión). (LaHiguera, s.f)

Iron man o el Hombre de acero puede ser visto como un ciborg desde diferentes puntos de vista, mayoritariamente porque su vida depende de la presencia del dispositivo electromagnético de su pecho, pero también porque utiliza el traje o exoesqueleto constantemente para mejorar sus capacidades como ser humano.

La palabra ciborg (del acrónimo en inglés cyborg: cyber, cibernético y organism, organismo), hace referencia a un organismo cibernético, es decir una criatura compuesta por elementos orgánicos y dispositivos mecánicos para mejorar sus capacidades biológicas a través de la tecnología, un individuo parte hombre, parte máquina. En este sentido, todos podríamos llegar a ser considerados como ciborgs, porque todos utilizamos la tecnología para mejorar nuestras capacidades biológicas, así como señala Sherry Turkle, psicóloga del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). El término fue propuesto por primera vez en 1960 por Mafred E. Clynes y Nathan S. Kline, para referirse a un ser humano con las características necesarias para sobrevivir en un ambiente extraterrestre. (Clynes & Kline, 1960, Centro Can Rossello, s.f., Mestres & Vives-Rego, 2012)

...