Campos

e saquen a los indios de la Ciudad de México. Eso era lo que Porfirio Díaz quería cuando mandó quitar de Paseo de la Reforma las estatuas de los Indios Verdes, debido a que su apariencia no coincidía con la estética europea que tanto le gustaba. ¿Qué hizo con ellas? Las sacó de la ciudad.

Estas imágenes consideradas por el dictador como “adefesios”, “ridículos” y “antiestéticos muñecotes” recordaban el rostro indígena de nuestro país que se quería ignorar y excluir. Después de 113 años de haberse tomado esta insultante decisión, las estatuas de los Indios Verdes permanecen en el mismo lugar donde Porfirio Díaz las envió.

Pero las cosas han cambiado. Hoy sabemos que nuestro país es plural y diverso y nos encanta que así sea. Además somos conscientes de que todas las personas son igualmente dignas y valiosas, y que nadie debe ser excluido o invisibilizado.

Por eso y como gesto de que nunca más se tomarán decisiones como esta que menosprecien e ignoren a los pueblos indígenas en México, pedimos al Jefe de Gobierno del Distrito Federal que ordene regresar a su lugar original las estatuas de los Indios Verdes, es decir, al cruce de Paseo de la Reforma y Bucareli.

Habiendo tenido la oportunidad de dirigir el área de contenidos

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