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Capitulo IX - "El ORIGEN DE LA FAMILIA, LA PROPIEDAD PRIVADA YELESTADO"


Enviado por   •  11 de Abril de 2014  •  2.530 Palabras (11 Páginas)  •  523 Visitas

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Barbarie y Civilización

El estadio inferior de la barbarie. Este grado de evolución es el que tomaremos como punto de partida. Una tribu se divide en varias gens; por lo común en dos; al aumentar la población, cada una de estas gens primitivas se segmenta en varias gens hijas, la tribu misma se subdivide en varias tribus, donde encontramos, en la mayoría de los casos, las antiguas gens. Esta sencilla organización responde por completo a las condiciones sociales que la han engendrado. Es apta para allanar todos los conflictos que pueden nacer en el seno de una sociedad así organizada. Los conflictos exteriores los resuelve la guerra, que puede aniquilar a la tribu, pero no avasallarla. En el interior, no existe aún diferencia entre derechos y deberes; para el indio no existe el problema de saber si es un derecho o un deber tomar parte en los negocios sociales, sumarse a una venganza de sangre o aceptar una compensación. Y esto nos conduce al examen de la base económica de este orden de cosas. La población está en extremo espaciada, y sólo es densa en el lugar de residencia de la tribu se extiende en vasto círculo el territorio para la caza.

El hombre va a la guerra, se dedica a la caza y a la pesca, procura las materias primas para el alimento y produce los objetos necesarios para dicho propósito. La mujer cuida de la casa, prepara la comida y hace los vestidos; guisa, hila y cose. La economía doméstica es comunista, común para varias y a menudo para muchas familias. En Asia encontraron animales que se dejaron primero domesticar y después criar. Ciertas tribus de las más adelantadas los arios, los semitas y quizás los turanios, hicieron de la domesticación y después de la cría y cuidado del ganado su principal ocupación; las tribus de pastores esta fue la primera gran división social del trabajo. Así fue posible, por primera vez, establecer un intercambio regular de productos. Se han encontrado en muchos sitios restos de talleres, para fabricar instrumentos de sílice, procedentes de los últimos tiempos de la Edad de Piedra.

Pero en cuanto las tribus pastoriles se separaron del resto de los salvajes, encontramos enteramente formadas las condiciones necesarias para el cambio entre los miembros de tribus diferentes y para el desarrollo y consolidación del cambio como una institución regular. El principal artículo que las tribus de pastores ofrecían en cambio a sus vecinos era el ganado; éste llegó a ser la mercancía que valoraba a todas las demás y se aceptaba con mucho gusto en todas partes a cambio de ellas. Con esa rapidez y precisión se desarrolló desde el comienzo mismo del cambio de mercancías la necesidad de una mercancía que sirviese de dinero.

La tierra cultivada continuó siendo propiedad de la tribu y se entregaba en usufructo primero a la gens, después a las comunidades de familias y, por último, a los individuos. Los descubrimientos industriales de ese estadio son el telar, la fundición de minerales y el labrado de los metales. El cobre, el estaño y el bronce, eran con mucho los más importantes; el bronce suministraba instrumentos y armas, pero no sustituir a los de piedra. El oro y la plata comenzaron a emplearse en alhajas y adornos. Del desarrollo de todos los ramos de la producción - ganadería, agricultura, oficios manuales domésticos-, la fuerza de trabajo del hombre iba haciéndose capaz de crear más productos que los necesarios para su sostenimiento. Era ya conveniente conseguir más fuerza de trabajo, y la guerra la suministró: los prisioneros fueron transformados en esclavos. La primera gran división social del trabajo, al aumentar la productividad del trabajo, y por consiguiente la riqueza, y al extender el campo de la actividad productora, tenía que traer consigo necesariamente la esclavitud. La sociedad en dos clases: señores y esclavos, explotadores y explotados. Los rebaños constituían la nueva industria; su domesticación al principio y su cuidado después, eran obra del hombre. La mujer participaba en su consumo, pero no tenía ninguna participación en su propiedad. La división del trabajo en la familia había sido la base para distribuir la propiedad entre el hombre y la mujer. Esta división del trabajo en la familia continuaba siendo la misma. Esto demuestra ya que la emancipación de la mujer y su igualdad con el hombre son y seguirán siendo imposibles mientras permanezca excluida del trabajo productivo social y confinado dentro del trabajo doméstico.

La emancipación de la mujer no se hace posible sino cuando ésta puede participar en gran escala, Esta condición sólo puede realizarse con la gran industria moderna exige y tiende más y más a transformar el trabajo doméstico privado en una industria pública. El progreso más inmediato nos conduce al estadio superior de la barbarie, período en que todos los pueblos civilizados pasan su época heroica: la edad de la espada de hierro, pero también del arado y del hacha de hierro. El hierro hizo posible la agricultura en grandes áreas, el desmonte de las más extensas comarcas selváticas; dio al artesano un instrumento de una dureza y un filo. Por eso el arma de piedra fue desapareciendo con lentitud. El arte de tejer, el labrado de los metales y otros oficios, cada vez más especializados, dieron una variedad y una perfección creciente a la producción; la agricultura empezó a suministrar, además de grano, legumbres y frutas, aceite y vino, cuya preparación habíase aprendido. La esclavitud, aún en estado naciente y esporádico en el anterior estadio, se convirtió en un elemento esencial del sistema social. Al escindirse la producción en las dos ramas principales -la agricultura y los oficios manuales, nació la producción directa para el cambio, la producción mercantil, y con ella el comercio. Los metales preciosos empezaban a convertirse en la mercancía moneda, dominante y universal.

La diferencia entre ricos y pobres se sumó a la existente entre libres y esclavos. La desproporción de los distintos cabezas de familia destruyó las antiguas comunidades comunistas domésticas en todas partes donde se habían con ello se puso fin al trabajo común de la tierra por cuenta de dichas comunidades. El suelo cultivable se distribuyó entre las familias particulares. La familia individual empezó a convertirse en la unidad económica de la sociedad. La creciente densidad de la población requirió lazos más estrechos en el interior y frente al exterior. El jefe militar, el consejo y la asamblea del pueblo constituían los órganos de la democracia militar salida de la sociedad gentilicia. Y esta democracia era militar porque la guerra y la organización para la guerra constituían ya funciones regulares de la vida del pueblo. El saqueo les parecía más fácil y hasta más honroso que el trabajo productivo. La guerra, hecha anteriormente

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