Caracterización Del Paradigma Humanista
Enviado por GRISSSS1980 • 12 de Abril de 2014 • 3.840 Palabras (16 Páginas) • 351 Visitas
INTRODUCCIÓN
El paradigma humanista es un complejo mosaico de facciones dadas las diferencias
existentes entre los diversos autores adeptos a él.
Si bien, como revisamos en los capítulos anteriores, los conductistas se han interesado por
las actitudes observables (y los cognitivos por los procesos cognitivos inobservables), las
proyecciones del paradigma psicoeducativo han venido a llenar un hueco que los otros no
han atendido con el debido rigor que se merece: el dominio socioafectivo y las
relaciones interpersonales.
Las aplicaciones del paradigma humanista, como en el caso conductista, sin duda se
encuentran reguladas por la hipótesis de extrapolación-traducción, puesto que los planes y
los esquemas teóricos elaborados por los adeptos al paradigma (a partir de la experiencia
clínica y la reflexión) han sido practicados en el ámbito educativo, haciendo sólo ajustes
inmediatos de acuerdo con dicho contexto de aplicación. La investigación psicoeducativa
realizada desde la perspectiva de este enfoque en general está orientada a la refinación y
validación de prácticas derivadas del paradigma, pero escasamente a la generación de
conocimiento innovador como en el caso de la perspectiva cognitiva.
No obstante, el paradigma es de una importancia histórica enorme, en tanto que ha
señalado las carencias de las prácticas educativas y de los campos de aplicación de los
otros enfoques por lo que éstos (por ejemplo el caso conductista y el cognitivo), se han
visto precisados a reconsiderar críticamente algunas de sus posturas, para ampliar sus
horizontes de aplicación.
ANTECEDENTES
Aunque se dice que el humanismo tiene antecedentes remotos en los escritos de algunos
filósofos como Aristóteles, encontramos también en filósofos del renacimiento, Leibnitz,
Kierkegaard, Sartre etc., sin embargo como paradigma de la disciplina psicológica nace
poco después de mediados del presente siglo (aunque con un periodo de gestación de
más de 10 años; véase Hamachek, 1987; Villegas, 1986).
OBJETIVOS
Al finalizar el capítulo, el alumno:
1) Analizará las características del paradigma humanista.
2) Analizará las proyecciones de aplicación del paradigma cognitivo al campo educativo.
HERNÁNDEZ Rojas Gerardo. Módulo Fundamentos del Desarrollo de la Tecnología Educativa (Bases
Psicopedagógicas). Coordinador: Frida Díaz Barriga Arceo. México: Editado por ILCE- OEA 1997.
En la década de los cincuenta en Estados Unidos como sabemos, predominaban dos
escuelas u orientaciones en la psicología: el enfoque conductista y la corriente
psicoanalítica. La primera de ellas interesada en el estudio de los determinantes
ambientales de la conducta, y la segunda con una propuesta idealista basada en la noción
del inconsciente y los instintos biológicos. Dentro de este contexto, la psicología humanista
nace con la "tercera fuerza" alternativa a las otras dos. Según algunos de los pioneros de
este movimiento, se pretendía desarrollar una nueva orientación en psicología que fuera
antireduccionista en las explicaciones de los procesos psicológicos atribuidos a factores
externos (conductismo) o a conceptos biologicistas innatos (freudismo), sino por lo
contrario, que se centrara en el estudio de los seres humanos como totalidades dinámicas
y autoactualizantes en relación con un contexto interpersonal.
Otros factores que sin duda influyeron notablemente en el surgimiento de este paradigma
fueron los de orden histórico y sociocultural que regían por dichos años, en Estados
Unidos en particular. El zeitgeist (clima cultural de la época) en que se encontraba el país
después de dos guerras mundiales era de apertura hacia nuevas formas de actitudes y
pensamiento que rompieran con la represión militar y sexual, con una moral superficial y
con la deshumanización propia de la sociedad industrial. De modo que una postura
alternativa en psicología como la humanista, centrada en el estudio psicológico del y para
el hombre, tenía un marco propicio para su desarrollo.
El movimiento creció aceleradamente desde finales de los años cincuenta y toda la década
de los sesenta, influyendo no sólo en el ámbito académico de la disciplina sino en otras
esferas del saber humano (véase el Movimiento del Potencial Humano v. Villegas, 1986).
Algunos de los principales promotores y divulgadores de la corriente por esos años, fueron
A. Maslow (a quien se considera como el padre del movimiento), G. Allport, G. Moustakas,
G. Murphy y C. Rogers. Se dice que estos fundadores y continuadores de la corriente
humanista, se vieron fuertemente influidos por la filosofía existencialista y la corriente de
la fenomenología, aunque algunos autores (Villegas, 1986) señalan que la influencia de
estas filosofías es más bien relativa sólo en algunos autores del movimiento.
La psicología humanista representa una matriz disciplinar, no monolítica, con diferentes
tendencias dentro de la misma. No obstante, se considera que tiene una identidad propia
debido a ciertos principios filosóficos y teóricos comunes por los promotores del
movimiento. Sin duda el campo de estudio principal de la psicología humanista se mueve
dentro del ámbito de la psicología clínica (en el estudio de los problemas y patologías
psicológicos y particularmente en la propuesta de modelos teóricos-terapeúticos), pero
también se han desarrollado aplicaciones en otras áreas como son la psicología del trabajo
y de la educación.
1. PROBLEMÁTICA
El espacio de problemas básico, en torno del cual giran la gran mayoría de los trabajos y
teorización humanista es el que se refiere a los procesos integrales de la persona. La
personalidad humana se concibe como una organización que está en proceso continuo de
desarrollo. En este sentido, como hemos dicho, cualquier tendencia reduccionista es
inmediatamente negada para los propulsores de la corriente. De igual manera hay que
HERNÁNDEZ Rojas Gerardo. Módulo Fundamentos del Desarrollo de la Tecnología Educativa (Bases
Psicopedagógicas). Coordinador: Frida Díaz Barriga Arceo. México: Editado por ILCE- OEA 1997.
considerar que la persona, para ser explicada y comprendida en forma adecuada, debe ser
estudiada en su contexto interpersonal y social. No obstante,
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