Carandiru

Carandiru es un lugar tan espeluznante, que impresiona verlo en la pantalla. Todo comienza con la llegada del doctor, una mirada de fuera. Una persona que no entiende por qué todos esos hombres están encerrados ahí en tales condiciones. Al principio vemos todo desde el punto de vista del doctor. Al final del primer día, le preguntan se regresara, pero ¿Quién querría regresar a ese lugar?

Cada vez que entraba un nuevo paciente al supuesto consultorio en la clase, conocíamos una historia nueva, un porque, una razón y en todos los casos excusas. Es así como conoces la realidad, y abres los ojos para ver el mundo que existe ahí en la penumbra de enfermedades y soledad.

La película en mi punto de vista relata de manera el excelente como se manejan las cárceles. Realmente no son centros de reinserción social, más bien son escuela de supervivencia; y queda muy claro que sobrevive que más fuerte. Muchos no salen y otros salen peor de como entraron.

En el momento que empiezas a conocer cada una de las historias de cada uno de los personajes, entiendes que son personas y que por ello merecerían un trato mejor. No vivir en una cárcel con capacidad para 3000 personas, pero que en realidad son 7000. Un lugar donde tienes que pagar para tener una cama, y donde tienes que dormir con un ojo abierto porque si no, no pasas la noche.

Un aspecto muy interesante que trata la película de una forma extraordinaria; es la afectación que recibe la familia. Digo porque alguien tiene que mantener al preso, darle comida y apoyo. Sobre todo resalta mucho la familia o hermandad que se crea adentro, como se protegen unos a los otros y hacen justicia por propia mano. Al fin y al cabo, los castigos que impone el director son tan inhumanos o peores que matar, vaya tortura tuvieron que pasar “Chico” treinta días en un cuarto sin luz, agua ni comida.

Al final que, termina matando a indefensos, desarmados que estaban en son de paz. Habían regresado a sus celdas, quien les daba el derecho de matarlos a sangre fría como lo hicieron. ¿Qué eso no los convierte en criminales a ellos también? Una masacre con el fin de que, que buscaban probar ¿poder?

Eso no es disciplina, es abuso. La película tal vez es un poco drástica, pero no cabe duda que en muchas cárceles no solo de México, Brasil si no del mundo suceden cosas así. Al final los asesinos, violadores son otros, los que suponen imparten justicia y la hace cumplir justicia.

La última escena te deja sin palabras, ver como la sangre va cayendo por las escaleras y se va mezclando con la espuma. Pero más aun el símbolo de perseverancia y esperanza, el portón que se cierra con el doctor adentro.

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