Caso clínico quirógano

DIARIO REFLEXIVO

Quirófano 74: Cirugía maxilofacial y plástica.

Sofía Sánchez García

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          Segundo Rotatorio. Hospital Clínico San Carlos. Abril/2022

En mi primer día de prácticas me asignaron el quirófano de cirugía maxilofacial y plástica para estar durante mi segundo rotatorio. Me pareció curioso porque iba a ver dos especialidades distintas y ampliar bastante mis conocimientos.

Durante mi primera semana de prácticas me encontré en un ambiente hostil y bastante desconocido, con un equipo de enfermería muy distinto al que había visto en otros servicios.

Esa semana me resultó complicada ya que no conocía el funcionamiento de la unidad y notaba que muchas de las enfermeras no me explicaban, ni me enseñaban cómo era la enfermería en quirófano, posiblemente debido a su sobrecarga de trabajo, por lo que estuve bastante descontenta.

Hay una enfermera Ana Saugar que me parece tanto una enfermera como una persona maravillosa, tiene la capacidad de humanizar los cuidados. Considero que es un deber de enfermería y no me parece tan sencillo de realizar en este servicio.

Ella fue la que me introdujo la enfermería en quirófano, me explicó quiénes formaban parte del equipo y que dentro de este, había dos enfermeras, la circulante y la instrumentista.

Las primeras semanas empecé conociendo el almacén y situando los materiales, medicación y equipos. Me pareció de utilidad para preparar el quirófano y para poder colaborar durante la cirugía con todo el equipo.

Comencé aprendiéndome el instrumental, en un primer momento me resuelto bastante complicado, eran numerosos nombres y muchos de ellos hasta difíciles de pronunciar y memorizar, pero poco a poco conseguí estudiármelos. A día de hoy conozco todo el instrumental que se utiliza en cirugías de maxilofacial y de plástica.

Uno de los objetivos que me planteé durante esta rotación fue conocer cómo eran las cirugías y cuál era la función de cada instrumental, para poder anticiparme en lo que me iba a pedir el cirujano, a la hora de estar como instrumentista.

Después de la primera semana comencé a instrumentar, lo primero que tuve que aprender fue a hacer un correcto lavado desde las manos hasta los codos y a saber colocarme la bata y los guantes estériles.

El lavado quirúrgico se hace con clorhexidina jabonosa y se realiza de la parte más limpia a la más sucia (de las manos hacía los codos). Yo lo realizo con el cepillo. Se limpia bien entre las uñas y los dedos, por el dorso y la palma, y haciendo círculos desde la muñeca al codo o antebrazo.1

Al estar de instrumentista las primeras veces estaba muy nerviosa, hay que tener en mente que el instrumental que das al cirujano hay que presentárselo como él lo va a utilizar. Esto, la primera vez sobre todo me costó asimilarlo.

En quirófano sobre todo hay que ser muy organizada, la mesa del instrumental hay que tenerla muy ordenada para saber dónde está cada cosa. Al principio era más desordenada y en cada cirugía esto lo he ido mejorando.

Es importante contar gasas, compresas, torundas y el instrumental (mosquitos, pinzas…) para evitar que se quedé dentro del paciente generándole una gran infección.

Cada vez estoy más agusto como instrumentista, se necesita práctica, voy siendo más rápida dando el material, anticipándome a cada situación, resolviendo mis dificultades y formando parte del equipo.

Como enfermera circulante me gusta el proceso anterior a la cirugía, preguntarle al paciente por sus antecedentes, sus alergias, sus preocupaciones… esa parte más humana, establecer un vínculo con él, aunque el periodo que vaya a estar junto al paciente sea corto.

Además me interesa conocer a los pacientes, por ello me gusta leer su historia clínica para tener una visión más completa e integral de ellos.

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