Catedra de Introducción a la Enfermería.
Enviado por Valentina Petkoff • 4 de Junio de 2018 • Ensayo • 1.461 Palabras (6 Páginas) • 142 Visitas
República Bolivariana de Venezuela
Universidad de Los Andes
Facultad de Medicina, Escuela de Enfermería
Catedra de Introducción a la Enfermería.
Valentina Petkoff V-25152929
Florence Nightingale: Una experiencia en Crimea.
Nightingale fue una dama de clase alta nacida en Inglaterra que se dedicó a la enfermería aun cuando su familia se opuso, recorrió Italia, Francia, Grecia, Egipto y Suiza en busca de personas que se dedicaran a la noble profesión de Enfermería; cumple su sueño al ingresar a la Escuela de Diaconisas en Kaiserswerth Alemania, pero no es hasta que llega a Londres y colabora durante una epidemia de cólera que se siente preparada para dedicarse a cualquier cuidado y aceptar el reto de apoyar en la guerra de Crimea.
Finalmente en 1854 el largo aprendizaje había terminado y en marzo de ese mismo año Inglaterra y Francia le declaraban la guerra a Rusia y en septiembre ya los ejércitos atracaban en Crimea. En vista del sufrimiento de los soldados, Florence decide participar como enfermera y llega el 5 de noviembre junto a su equipo de enfermeras al hospital Cuartel.
Los médicos parecían querer aceptar el apoyo, sin embargo al llegar se encontraron con una realidad completamente diferente, los médicos parecían rechazar a las enfermeras, a quienes se les asignó el espacio que antes ocupaban tan solo tres médicos, tomando en cuenta que el equipo era de 40 personas.
No tenían ningún tipo de equipo ni siquiera muebles o camas, mesas de quirófano o medicinas, era realmente miserable pero gracias al ingenio, posición económica y solidaridad de Florence se pudo ir comprándolos insumos mínimos de limpieza y cocina para sobrevivir.
Desde el principio Nightingale observó todas las necesidades y decadencia, y ofrecía junto a su grupo la colaboración, pero los médicos ignoraban las propuestas, sin embargo gracias sus experiencias previas al rededor del mundo tenía una muy buena visión integral y consciente del futuro, por lo que se encargó de comprar gracias al fondo de The Times, mantas, ropas de cama y de vestir para los soldados, estufas y cocinas, jarras y cubiertos, incluyó también alimentos como el café y el té, y aun así su estancia en el hospital era bastante precaria ya que hasta los momentos solo se dedicaban a coser y a contar ropa lo cual era un verdadero desperdicio de potencial humano.
Cuando comenzaron a llegar los heridos los médicos trabajaban muy ineficientemente, los pacientes sufrían terriblemente ya que las técnicas empleadas eran muy primitivas y no había ni camillas para colocar a los lesionados por lo que algunas veces terminaban amontonados en el suelo.
Florence siempre fue muy cuidadosa y sabia dirigir muy bien a su equipo de enfermeras, primero distribuyo al personal entre el hospital Cuartel y el Hospital General que estaban bastante cerca entre sí, además les pidió que no atendieran ninguna victima si el médico no lo ordenaba primero, ni siquiera se les era permitido entrar a ninguna sala si el medico no lo solicitaba, la primera semana se encargaron por los momentos a coser y fabricar ropa, muletas, vendas y otros insumos necesarios, durante semanas guardaron silencio y cumplieron el absurdo reglamento que solo desaprovechaba la gran capacidad de las enfermeras.
Pudo actuar por primera vez a través de la cocina ya que los enfermos morían desnutridos porque no estaban recibiendo los alimentos necesarios para su recuperación, había un sistema burocrático bastante engorroso que incluía un papeleo interminable e innecesario, por el cual se complicaba el proceso de distribución de materiales. El primer paso que tomó Florence fue encargarse de las dietas especiales de los enfermos de gravedad, con insumos que había comprado en Marsella y permiso de los médicos alimentó a los heridos de Balaklava y así su dormitorio se convirtió en la cocina de las dietas extra durante 5 meses completos, al transcurrir el tiempo Nightingale tomó la mejor decisión al contratar al cocinero Alexis Soyer, que gracias a la crisis se olvidaron de los trámites legales por un momento y le permitieron a él y a un grupo de enfermeros entrar al hospital a solventar un poco las necesidades.
La situación era tan critica que las calles se habían llenado de miembros amputados, cuerpos de soldados, estiércol y cualquier cantidad de basura y suciedad, además era cada vez más frio y los soldados seguían sin ropas ni refugio, dormían en el barro bajo la lluvia, comían carne cruda, el porcentaje de enfermos seguía aumentando y el hospital de Escutari ya no aguataba más víctimas, las autoridades no hallaban que hacer, ahí fue cuando se dejaron a un lado los trámites legales y los médicos tuvieron que ponerse en acción y acudir finalmente a las enfermeras.
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