Charles W. Fox, Daphne J. Fairbairn Evolutionary Ecology Concepts And Case Studies 2001(2)
Enviado por Nirth • 22 de Junio de 2013 • 492 Palabras (2 Páginas) • 685 Visitas
Mecanismos conductuales o fisiológicos que operan entre un individuo y su propia descendencia son normalmente benignos y de cooperación, pero las interacciones entre individuos no relacionados normalmente toman la forma de antagonismo abierto, o, en el mejor de los casos, una neutralidad tolerante. Esto suele ser una descripción exacta de las relaciones dentro de una especie, aunque hay muchos aparente excepciones. La prevalencia de la solicitud por descendencia y la hostilidad hacia todos los demás se muestra claramente por lo que se consideran los animales superiores. La población de los gatos caseros en cualquier barrio sería
un buen ejemplo.
Excepto por el fenómeno de gregarismo general, que se examinará más adelante en este capítulo,
la mayoría de los visibles patrones de comportamiento de los animales entre individuos no relacionados son claramente competitivo. Un perro prefiere luchar que comparten un hueso, y si no tiene hambre ahora será enterrar el hueso para su propias necesidades futuras. Un varón robin intimida a los intrusos en su territorio y se opone abiertamente a un intercambio de recursos con cualquier ave de la misma especie salvo su compañera y descendencia. Su cortejo está claramente diseñado para su caso una proporción óptima de un recurso limitado potencial, compañeros. Estas búsquedas propias pautas de comportamiento, que son muy prevalente en el reino animal, son fácilmente atribuirse a la selección para la eficiencia competitiva en la supervivencia genética.
Aunque se han hecho intentos (por ejemplo, por Allee, en todas las citas; Wynne-Edwards, 1962) para interpretar territorialidad y la intimidación como última instancia benévola y adaptación biótica, voy a asumir por el momento que la naturaleza básicamente egoísta de tal comportamiento es aceptado por la mayoría de los biólogos. Aquí me concentraré en las interacciones menos comunes que parecen ser cooperativa y benigna. Aunque son ciertamente
menos comunes, son sin embargo muy diversos y común suficiente como para constituir una prueba a primera vista de adaptación biótica. ¿Cómo podría selección natural, basada en los índices relativos de reproducción de los diferentes individuos, favorecer los genes que causan sus portadores a dedicar recursos genéticos en beneficio de sus competidores?
En este capítulo se intenta responder a esta pregunta, y es mi opinión que una de las dos respuestas siempre son suficientes, la elección en función de los datos: (1) La selección natural de alelos alternativos, sustentada en el éxito reproductivo promedio de sus portadores, pueden en efecto favorecer las interacciones cooperativas cuando se refieren a individuos estrechamente relacionados, no necesariamente para padres e hijos. (2) Siempre hay mecanismos de comportamiento por las que los padres ayuden a sus hijos, es inevitable que haya ocasiones en que la ayuda se proporciona
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