Ciencia y tecnología

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Introducción

“La ciencia dice…” aparentemente, colocar la palabra ciencias en una oración, sirve para justificar cualquier acción, idea o comentario sea tomado como cierto y verdadero, y la población lo creará (vale también para quien diga/escriba “los científicos”). El solo hecho de que esta palabra “ciencia” se encuentre en la memoria colectiva, hace aceptar las ideas más extravagantes que nazcan del ser humano. De cierta manera, es entendible. Las personas estudian ciencias en el colegio; escuchan comentarios y descubrimientos de científicos en las noticias; son educados en algunas ocasiones por personas “expertas” en áreas de las ciencias exactas y sociales; conocen fenómenos naturales y en algunos casos, como se originan. Suponen, que gracias a la ciencia adquieren mejores tecnológicas, y aprovechan de estas para comunicarse, para tener mayor comodidad en su vida cotidiana y algunos, son capaces de generar más ciencia con ella.

Aun así, es certero inferir que la mayoría de la población no se encuentra interiorizada con el concepto. La replicación en masa de “fake news”^[1], es ejemplo de ello. Creemos en algo porque lo vimos una vez en un sitio de dudosa confianza. El hecho de aceptar, lo que otro propone, sin cuestionar ni verificar sin revisar fuentes, sin buscar más información, no es lo la ciencia propone. Es más, los científicos, por historia, rechazan en gran medida al cambio en las ideas preestablecidas, son escépticos hasta que poseen más información y aun así, comparan y analizan lo que se les presenta (la forma de la tierra o el debate entre la naturaleza de la luz es un buen ejemplo de ello). Esto, claramente, no forma parte solo de los especialistas, también de una persona común que practique el pensamiento crítico que alguna vez le intentaron enseñar.

 Pero fuera de esto….

¿Qué es la ciencia? 

Su definición, partiendo desde el básico diccionario, aparece como: “1. Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento. 2 Saber o erudición.. 3. Conjunto de conocimientos en cualquier cosa” (RAE, 2001) dándonos a entender que la ciencia es conocimiento. Ideas de ciencia más clásicas como: “ciencia es la curiosidad en acción reflexiva sobre es el mundo y cómo este comporta” (Spaceplace nasa, 2019) nos hacen sentido, ya que las experimentamos de primera mano, ¿Quién no se sintió como un antiguo griego al preguntarse de niño por el color del cielo, o porque se forma el arcoíris? La curiosidad es innata al ser humano y gracias a ella y nuestros sentidos formamos concepciones del mundo.

 Otras definiciones nos hablan de la ciencia moderna: “La ciencia moderna se ha configurado como un conocimiento básico y sistemático del mundo  natural para explicarlo y hacer mejores predicciones, pero también con la intención de transformarlo artificialmente”. (Bunge, 1959) o según Trefil James “La ciencia puede caracterizarse como conocimiento racional, exacto y verificable. Por medio de la investigación científica, el hombre ha alcanzado una reconstrucción conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda y exacta.”  La ciencia, entonces,  puede entenderse como: un proceso de investigación sistemático y del que se obtiene conocimiento; un conjunto de conocimientos ordenados que explica el mundo natural que nos rodea; un resultado de una organización de personas (científicos) que tienen ideas y usan métodos y técnicas para comprobar estas ideas.

¿Qué es la tecnología?

Al igual que para ciencia, la palabra tecnología tiene varias acepciones, pero la definición de diccionario nos orienta bien. “Tecnología es: 1 Conjunto de teorías y de técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico. 2 Conjunto de los instrumentos y procedimientos industriales de un determinado sector o producto” (RAE, 2001).

Historia de la Ciencia (y tecnología):

 Relación ciencia y tecnología

No podemos hablar de la historia de la ciencia, sin hablar de la historia de la tecnología. Ciencia y tecnología, son parte de un ciclo, no llegamos a una sin la otra (o más bien, no avanzamos una sin el apoyo de la otra). Por una parte, la ciencia abre caminos que mejoran la comprensión de la tecnología. Hace que los seres humanos nos podamos explicar cómo es que ciertas creaciones tecnológicas fueron exitosas mientras que otras fracasaron. Así, la ciencia satisface la curiosidad humana. Por otra parte, las invenciones tecnológicas proporcionan mecanismos que: uno entregan mayores comodidades en la vida diaria y dos, amplían el alcance de las ciencias. No se crean instrumentos por crearse, las herramientas responden a necesidades del ser humano. Mencionado esto, es posible hablar de la historia humana y nuestra relación con la ciencia.

Ahora sí, la historia de la ciencia y desarrollo tecnológico

Debemos entender que hay un punto de específico en la historia que conocemos como el inicio de la historia (algo redundante, pero cierto): la escritura. Antes de ella, hay supuestos, después, hechos.

En la prehistoria, tenemos estos supuestos confiables, el hombre a partir de la observación, se da cuenta que el fuego le sirve como protección y fuente de calor (también, se piensa que el desarrollo en el uso del fuego se da de forma accidental, entonces es un descubrimiento y una tecnología). También, se percata que el ambiente tiene ciclos, por algunos periodos es más cálido y hay mayor abundancia de alimentos, por otros, más frío y con mayor presencia de agua. Y si bien el comienzo, conocer esto los hace movilizarse mucho, las estaciones ayudan a que ellos identifiquen que comida está disponible. En algún punto de la recolección, pasamos a la agricultura, se necesitan elementos que manipulen la tierra (palas, rastrillos, chuzos aparecen en esta época), además, ya no es necesario movilizarse continuamente, se crean viviendas permanentes y la civilización se vuelve sedentaria. Para aumentar y cuidar las plantaciones, es necesario manejar de agua, a partir de la observación del flujo de ríos se crean mecanismos de riego. En algún lugar de Mesopotamia, todavía sin precisar correctamente el año aparece la rueda, que facilita el traslado terrestre de los objetos. Pasamos de la edad de piedra, a la época de los metales, observamos que a partir del fuego, es posible derretir y dar forma a nuevas herramientas. En el sector del mar mediterráneo tenemos presencia de barcos y comercio. Los números empiezan a tener significado y al fin, en el año aparece la escritura.

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