Científico Colombiano Que Triunfa Un La Nasa
Enviado por FelipeCh • 23 de Mayo de 2013 • 3.590 Palabras (15 Páginas) • 396 Visitas
Raúl Cuero, científico de Buenaventura que triunfa en la Nasa
El biólogo colombiano Raúl Cuero es un investigador de la Nasa y uno de los más grandes científicos del mundo. Dice que “hay que disparar bien arriba para que en caso de fallar podamos quedar entre las estrellas”.
Por: Margarita Vidal | Redacción de El País Sábado, Septiembre 3, 2011
Pasados cinco meses de ocurrida la tragedia del reactor nuclear de Fukushima como producto del devastador terremoto y posterior tsunami que azotaron la isla de Japón poco se sabe sobre lo que hacen científicos nipones para poner punto final a esta amenaza radiactiva. Sin embargo, el mundo se ha movido alrededor del tema en el entendido de que lo que suceda ahí repercutirá en otras partes del mundo, por lejanas que parezcan.
Siempre se ha dicho que si uno llega a alguno de los confines del mundo encontrará a algún colombiano esperándolo para darle las indicaciones del caso, servirle de guía, o venderle algún producto de su invención. Y esto, que parecería una hipérbole resulta cierto en el caso de Fukushima: algunas de las tecnologías que se están tramitando para descontaminar la planta fueron desarrolladas por Raúl Cuero Rengifo, un científico colombiano nacido en Buenaventura, en 1949.
Otro de sus inventos logrará, por ejemplo, degradar de un modo natural la contaminación por petróleo en el Golfo de Méjico. Otro más, relacionado con los componentes del piso marciano, realizado para la Nasa, podría descontaminar de radiación áreas diversas. Aunque, como suele suceder en Colombia, este personaje es más bien un ilustre desconocido dentro el país, se trata de uno de los científicos más importantes del mundo.
A pesar de haber nacido con escasas posibilidades económicas logró destacarse como el mejor jugador profesional de baloncesto del país –mide 1.95 m. - como integrante de la Selección Nacional y de allí en adelante se tomó los inextricables caminos de la ciencia mundial.
Raúl Gonzalo Cuero Rengifo Empezó estudios de Biología en la U. del Valle, obtuvo un Master en la Universidad de Ohio y posteriormente sacó un Phd en Microbiología en la Universidad de Strathclyde, Reino Unido. Fue galardonado como el mejor ex alumno en la historia de la Universidad de Heildelberg, en Estados Unidos, donde se graduó como biólogo.
Es profesor distinguido e investigador en la Universidad Prairie View A&M y miembro del SynBerg, Centro para la Investigación de la Ingeniería de la Biología Sintética, conformado por las universidades MIT, Harvard, Berkeley, Stanford y San Francisco.
El doctor Cuero tiene más de veinte inventos patentados y en proceso. Es presidente fundador de la Fundación Parques de la Creatividad, con sedes en cinco países de tres continentes. Considera que esa es su mejor invención porque capacita jóvenes estudiantes para convertirlos en inventores.
Ha recibido numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio de Tecnología Tech Brief Award de la Nasa, para el cual ha vuelto a ser nominado por sus tres últimos inventos, el más importante de ellos, un bloqueador natural contra la radiación ultra violeta, que se podrá utilizar en los viajes espaciales y para combatir el cáncer de piel. En 2004 fue condecorado por el Gobierno colombiano con la distinción Caballero de la Orden Simón Bolívar.
Según cuenta en su último libro De Buenaventura a la Nasa, su patria chica era una de las ciudades más pobres de Colombia a comienzos de los 60: “Un lugar sin referencia universal, sin héroes. Sin una infraestructura básica para vivir, como acueducto, energía eléctrica, medios de transporte y comunicación. En mi niñez tenía que caminar largas distancias para recolectar agua que no estaba disponible en nuestras casas. Irónicamente este tipo de ejercicio probablemente contribuyó para que yo tuviera buena resistencia y fuerza para jugar con éxito al baloncesto”.
¿Qué le permitió salir de Buenaventura e iniciar el camino que le ha dado tantos triunfos?
Sólo siendo una de dos cosas: gran estudiante o gran deportista. Yo escogí las dos, pero nunca tuve científicos ni grandes deportistas negros que fueran mis paradigmas, sino a colombianos de ascendencia europea que se han destacado en las ciencias latinoamericanas.
Era hasta divertido porque la diferencia cultural y social me hacía difícil interpretar y descifrar plenamente sus pensamientos y escritos, aparte de que ellos mismos intentaban, a su vez, interpretar la ciencia creada en Europa. Era algo así como tratar de interpretar algo en tercera dimensión. Risa.
Debe ser uno de los pocos afrocolombianas con un doctorado en su especialidad...
Sí, cuando obtuve el PhD en Microbiología, en 1986, caí en la cuenta de eso. El número de grandes jugadores negros de baloncesto en Colombia y América Latina también era muy pequeño. Eso cambió con la Liga de Baloncesto que se fundó en 1975 y de la cual fui miembro fundador.
¿Cómo vivía en Buenaventura?
La casa de mi bisabuela y mi abuela estaba construida en bahareque y su techo era de lata. Me gustaba muchísimo pasar mi tiempo allí, más que en mi propia casa -que mi padre fue construyendo poco a poco, en ladrillo-.
Me sentía muy a gusto allí y me fascinaban no sólo el buen humor de mis tíos, sino los pequeños rituales ancestrales, una copia lejana de los que se hacían en ciudades africanas, que luego conocí. Adoraba el olor de mi abuela que se bañaba -y me bañaba a mí- con agua calentada al sol y perfumada con hierbas y hojas aromáticas que recogía, sabiamente, en el monte.
¿Qué lo hizo tan observador y disciplinado?, ¿quién le enseñó a pensar?
Como de niños no teníamos juguetes me fascinaba observar los animales pequeños como las lagartijas. Un día que las estaba mirando vi que solo se trepaban por las paredes de ladrillo de la casa de mi papá, entre el mediodía y las seis de la tarde, cuando hacía mucho calor en el pueblo.
Entendí que por no tener sistema termo regulador, tenían que utilizar los muros frescos para evitar el calor y eso me sorprendió y me encantó. También me preguntaba por qué sus colas seguían moviéndose solas después de que se les desprendían. Yo diría que todo lo que observé en esa época, con gran minuciosidad, determinó mi pasión por la ciencia.
Usted fue el primero de diez hermanos que terminó secundaria y el único que logró llegar a nivel de postgrado y doctorado. Habla cuatro idiomas y se convirtió en inventor y científico. ¿Qué fue lo más difícil?
Dejar mi ciudad natal me dio muy duro, pero afianzó mi habilidad para sobrevivir. Creía que ese viaje era un gran logro, pero se convirtió en un reto porque tuve que luchar permanentemente contra los prejuicios raciales, sociales,
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