Cimentaciones
Enviado por zeca2110 • 25 de Marzo de 2014 • 2.584 Palabras (11 Páginas) • 228 Visitas
EL ESTADO RED
Sometido a las presiones de cambio tecnológico económico y cultural el estada no desaparece: se transforma. Busca, por un lado, alianzas estratégicas, tanto estables como coyunturales con otros estados, para tratar conjuntamente los problemas planteados por la globalización. Surgen así estados co-nacionales, como es la Unión Europea, con un Banco Central Europeo Independiente, una moneda única y, por tanto, una economía unificada, a la que se añaden múltiples instituciones y leyes de ámbito europeo. Se refuerza el papel de las instituciones internacionales, como las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, la Organización de la Unidad Africana y las distintas organizaciones de seguridad regionales, en Europa, en el Pacifico, en América latina. Se constituyen alianzas militares fuertemente integradas, como la OTAN, que, en la práctica, funden las fuerzas armadas de sus miembros en unas fuerzas armadas supranacionales con mando conjunto. Surgen formas políticas sui generis, a medio camino entre estados co-nacionales e instituciones internacionales, como la Comunidad de Estados Soberanos, entre las ex- repúblicas de la ex. Unión Soviética. Proliferan las áreas de integración económica que trascienden la soberanía económica nacional, como son Mercosur, el Tratado de libre Comercio Norteamericano o, en embrión, el Acuerdo de Cooperación Económica en el Pacifico y la unión arancelaria de los países del ASEAN en Asia del Sudeste. Y se constituyen instituciones económicas supranacionales, de ámbito global, como son el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, con influencia decisiva en la regulación de la desregulación económica global, bajo control del exclusivo club G-8, en base a la influencia de su opinión en los mercados financieros Internacionales. Así, el estado-nación se dota de Instrumentos cooperativos de gestión, navegación y negociación en la globalización. El precio es alto: la pérdida de soberanía y el paso irreversible al poder compartido. O sea, se pierde poder para mantener influencia. Pero la alternativa es la irrelevancia de decisiones que ningún estado (ninguno, ni siquiera los Estados Unidos, a pesar de su intento de unilateralismo militarizado) puede aplicar por sí mismo. Es mas, ni siquiera esta confluencia de poderes y recursos permite asegurar el control de los gobiernos sobre los flujos de capital, información y tecnología, como se ha verificado en momentos tales como la crisis financiera asiática o los repetidos fracasos en controlar Internet. Pero, al menos, la construcción de esferas de poder compartido permite acrecentar la capacidad de negociación e Intervención en relación con los flujos globales.
Por otra parte, el estado- nación, en casi todo el planeta, está buscando su relegitimación mediante la descentralización administrativa y la participación ciudadana. Se transfieren competencias a gobiernos locales y regionales, al tiempo que se democratiza su elección y se intenta fortalecer su capacidad autónoma de gestión. En algunos casos, esta descentralización va de par con el reconocimiento de fuertes identidades nacionales, regionales y locales, Intentando así hacer compatible el principio de ciudadanía política y la afirmación de la identidad cultural. También han procedido los estados a un reconocimiento creciente de la esfera de acción pública, mediante el desarrollo de ONGs (organizaciones neo-gubernamentales) que complementan las políticas públicas, articulando recursos privados y desburocratizando la gestión de programas sociales. A menudo las ONGs prolongan su acción en la esfera internacional, en un desarrollo paralelo a la internacionalización cooperativa de la intervención de los estados. la descentralización del estado- nación y su apertura creciente (al menos formalmente) a la participación acentúan su pérdida de poder pero, por otro lado, permiten restaurar parte de su legitimidad en crisis.
Este doble movimiento del estado- nación hacia la cooperación internacional y hacia la devolución de poder a ámbitos sub-nacionales, conduce a la construcción de un nuevo sistema institucional, hecho de redes de órganos gubernamentales de distinto nivel, articuladas a estructuras-no gubernamentales. Para cada problema, para cada ámbito de decisión se produce una configuración distinta de la combinatoria administrativa que compone el nuevo estado. Es un estado-red, que funciona mediante la interacción de sus distintos componentes en un proceso continuo de estrategia, conflicto, negociación, compromiso, co-decisión y decisión, que constituye la práctica político-administrativa concreta de nuestras sociedades. Tras la fachada grandilocuente del estado-nación soberano que aun se proclama como tal, los restos de un estado maltrecho por la globalización y las identidades se reconfiguran en redes de colaboración y puesta en común de recursos la flexibilidad de estas redes y su acceso a mayores fuentes de recursos y competencias permite a los estados no solo sobrevivir, sino prosperar en la era de la información. Sin embargo, la complejidad de la decisión política en ese mundo de redes institucionales, desbordando cotidianamente el ámbito nacional, complica considerablemente la representación y el control democráticos. Falto de un anclaje en una sociedad civil que sea a la vez supranacional y local, el estado-red gana en flexibilidad y eficacia .lo que pierde en democracia y transparencia
Ahora bien, la tendencia histórica-estructural hacia la constitución de un estado-red choca, en estos momentos, con el proyecto unilateral del superpoder estadounidense para constituir en el único estado-nación soberano, basado en su supremacía tecnológico-militar, imponiendo así sus intereses y valores a las redes de estados en todo el planeta. Tratare de forma específica las raíces y consecuencias de esa contradicción, tras haber situado la problemática general trazada en el contexto de América latina.
AMERICA LATINA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI
La problemática latinoamericana a principios del siglo XXI puede estructurarse en torno a su relación específica con el informacionalismo globalizado, las identidades y el estado.
Informacionalismo y globalización
La transición al informacionalismo, expresada mediante la globalización, ha transformado profundamente las economías y las sociedades en toda América Latina. En su dimensión fundamental, la financiera y monetaria, la globalización y las políticas de ajuste que de ella derivan han inducido un nuevo marco macroeconómico, buscando la estabilidad monetaria y el control de la inflación como objetivo prioritario, la liberalización del mercado de capitales, la desregulación económica y la privatización de empresas públicas en casi todos los países. En ese sentido el funcionamiento
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