Conciencia
Enviado por 29070709 • 18 de Agosto de 2013 • 901 Palabras (4 Páginas) • 240 Visitas
EL ARTE DE HABLAR EN CLASE (sobre que, como y para que)
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El arte de hablar en clase
(sobre qué, cómo y para qué)
Amparo Tusón Valls (*)
Facultat de Ciències de l'Educació
Universitat Autònoma de Barcelona
Hace ya algunos años, apareció en una publicación periódica un chiste del humorista Perich que nunca he olvidado. En la viñeta se representaba un aula de tipo tradicional, con los alumnos sentados en pupitres individuales formando perfectas filas y el profesor sentado en un sillón tras de su mesa encima de la tarima. De la boca del profesor salía un globo con estas palabras:
"Empieza la clase de Lengua.
¡Silencio, por favor!".
Mucho me temo que, desgraciadamente, esta situación sea aún, si no general, sí por lo menos más común de lo que sería deseable. Ocurre que permitir que se hable en el aula produce, lógicamente, ruido, y pensamos que del ruido al desorden no hay más que un paso. Se diría que la educación lingüística consiste básicamente en un proceso a través del cual aquellos niños y niñas que se expresaban con naturalidad, creatividad y gracia en la escuela infantil y primaria (si bien algo menos cada curso) llegan a las puertas de la universidad –quienes llegan– completamente "mudos" o, por lo menos, temerosos de preguntar por si su pregunta es considerada "tonta" o improcedente. Parece como si hubiéramos conseguido eliminar la curiosidad, principio fundamental en el camino hacia el conocimiento, de esas personas en proceso de formación.
Es curioso lo que sucede con el uso oral de la lengua en el ámbito escolar. Frente a lo que ocurre con otras materias del currículo, los niños y las niñas, cuando llegan a la edad escolar, ya hablan. No resuelven quebrados, no reconocen los elementos químicos, no formulan las leyes físicas, no escriben..., pero sí que hablan. Ahora bien,¿sobre qué hablan? y ¿con quién? Hablan con la gente que les rodea –familiares, vecinos, amigos y amigas– sobre los temas que interesan a ese entorno –¬que, desde luego, pueden variar según las características socioculurales del ambiente en el que vivan–¬.
Podemos seguir planteándonos más preguntas, precisamente aquellas que al parecer más nos preocupan a quienes nos dedicamos a la enseñanza de la lengua, por ejemplo: ¿Cómo hablan? ¿Qué tipo de géneros verbales orales conocen y practican? A estas preguntas no tenemos más remedio que responder en el mismo sentido que a las anteriores, es decir, hablan como se habla en su entorno, por lo tanto eso querrá decir que utilizan una variedad geográfica y una variedad social, más o menos cercanas o lejanas a la variedad estándar o culta, pero no por ello lingüísticamente mejor o peor que éstas; en cuanto al tipo de situaciones
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