Conformación De La Ciudadanía Venezolana En Las Luchas Políticas Y Sociales
Enviado por HEBERTLIZARDI • 2 de Noviembre de 2011 • 1.992 Palabras (8 Páginas) • 2.418 Visitas
Conformación De La Ciudadanía Venezolana En Las Luchas Políticas Y Sociales
Conformación De La Ciudadanía Venezolana En Las Luchas Políticas Y Sociales
Desde que el hombre comenzó a formar pequeñas sociedades, que al ir creciendo se convirtieron en ciudades, han existido ciertos conflictos al momento de delimitar el espacio geográfico que éstas conforman. En un principio a través de luchas sangrientas cada grupo étnico marcaba su territorio; pero a raíz de que las sociedades fueron evolucionando, se crearon mecanismos y leyes específicas para solucionar posibles inconvenientes.
En el presente trabajo de investigación se estudiarán los problemas limítrofes entre Venezuela y el territorio del Esequibo. Se analizará como a pesar de la existencia de un procedimiento para solucionar el conflicto hubo manipulación por parte de ciertas potencias: la aplicación de las leyes pasó de resolver estas situaciones a empeorarlas.
ANTECEDENTES
En 1492, los españoles embarcaron en viajes que dieron por resultado el descubrimiento del continente americano. Cristóbal Colón descubre lo que hoy es la republica de Trinidad, Venezuela y el territorio de Guayana. La avaricia española explota empezando el proceso de colonización en todo el territorio americano. Ya se habían instalado en la costa, permitiendo un proceso colonizador para 1560.
En 1648, se firmó un acuerdo entre los holandeses y españoles, es la que los últimos reconocían la Independencia de Holanda, y los territorios en América.
Holanda mantendría sus posesiones hasta 1803, cuando Gran Bretaña se establece en el territorio entre el Río Esequibo y Demoraba, hasta la firma del tratado de Londres (1814) en el que cede en Inglaterra los territorios colonizado por Holanda. Entre los territorios cedidos todos al Este de Esequibo, se crea la Guayana Inglesa el 31 de julio de 1831.
La sociedad de Venezuela es compleja en su composición porque es una mezcla de tres culturas distintas, la indígena, la africana y la española. Las dos primeras a su vez tenían culturas diferenciadas según las tribus.
La transculturación y asimilación, condicionó para llegar a la cultura venezolana actual, similar en muchos aspectos al resto de América Latina, pero el medio natural hace que haya diferencias importantes. La influencia indígena se limita al vocabulario de algunas palabras y la gastronomía. La influencia africana del mismo modo, además de la música como el tambor. La influencia española fue más importante y en particular de las regiones de Andalucía y Extremadura, de donde procedían la mayor parte de los colonos en la zona del Caribe de la época colonial. Ejemplos culturales de ellos, se pueden mencionar las edificaciones, parte de la música, la religión católica y el idioma. Una influencia evidente española son las corridas de toros y parte de la gastronomía.
Venezuela también se enriqueció por otras corrientes culturales de origen antillano y europeo en el siglo XIX, en especial de procedencia francesa.
En etapa más reciente en las grandes ciudades y las regiones petrolíferas irrumpieron manifestaciones culturales de origen estadounidense y de la nueva inmigración de origen español, italiano y portugués. Aumentando el ya complejo mosaico cultural. Así por ejemplo de Estados Unidos llega la influencia del gusto del deporte de béisbol, del cine, el arte y las construcciones arquitectónicas actuales
Aunque el país es mayormente monolingüe en castellano, se hablan numerosas lenguas en Venezuela. Los idiomas oficiales reconocidos en la constitución son el castellano, y los idiomas indígenas, es decir, más de una treintena de lenguas (guajiro, warao, pemón, entre otros), para el uso oficial de los pueblo indígenas, la mayoría con pocos hablantes (menos del 1% de la población total).
EDUCACIÓN, POLÍTICA Y CIUDADANÍA DEMOCRÁTICA
La temática considerada en estas líneas gira en torno al análisis sobre las relaciones entre los ámbitos de la educación, la política y la ciudadanía, análisis que ha estado enmarcado por la reflexión sobre las posibilidades reales que -en el contexto de los países latinoamericanos - tiene la educación para impactar de manera significativa el proceso de conformación de una ciudadanía de carácter democrático, teniendo en cuenta las condiciones favorables y los obstáculos que existen para constituir en nuestros países las sociedades verdaderamente democráticas a las que aspiramos, con mayores niveles de participación y acceso a la toma de decisiones por parte de las grandes mayorías y con una mayor calidad de vida para toda la población.
En este sentido, consideramos que el análisis sobre el papel de la educación en la construcción de sociedades democráticas, implica la necesidad de evidenciar el carácter político de la educación y su tarea en la formación de ciudadanos, así como dar cuenta de algunos de los rasgos que deben estar presentes en ese proceso de formación de ciudadanos críticos, responsables y activos que buscan concretar una sociedad democrática, más justa y digna para todos1.
La importancia de la labor de las instancias educativas en favor de la constitución de sociedades democráticas ha sido proclamada en forma reiterada en diferentes épocas y por diferentes autores. En el siglo XX, desde el campo propiamente educativo encontramos desde principios de siglo voces como la del filósofo y pedagogo norteamericano John Dewey, hasta las de pensadores y pedagogos contemporáneos tales como Paulo Freire, Henry Giroux, Michael Apple, Carlos Torres, Donald Macedo o Jurjo Torres, entre otros. Son numerosas las ocasiones en que estos autores subrayan esa función de la educación, tal como lo expresa Jurjo Torres (2000: 43): «Es preciso recordar que una de las funciones de las instituciones docentes es tratar de colaborar en la construcción de sociedades más democráticas y escuelas igualitarias».
La educación a la que particularmente haremos referencia a lo largo de estas reflexiones -es oportuno aclararlo- no la concebimos como una educación neutra, aséptica, centrada sólo en la dimensión técnico-instrumental de la formación. Desde la perspectiva histórico-crítica asumida, la neutralidad en la acción humana no es posible, porque ello prefiguraría -entre otras cosas- la uniformidad de percepciones sobre las diferentes situaciones sociales y modos de vida, así como la existencia de una
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