Consecuencias psicológicas y sociales de la prostitución

Consecuencias psicológicas y sociales de la prostitución.

Algunas de las consecuencias de la prostitución son:

• Enfermedades venéreas tales como SIDA, herpes vaginal, gonorrea, etc.

• Precipita la debilidad mental

• Infracción a la ley

• Embarazos no deseados

• Familias desintegradas

• Conllevan a adicciones como drogadicción y alcoholismo

Muchos autores han planteado que la prostitución es un medio de obtención de recursos para poder obtener drogas. Algunos estudios han mostrado como ofrecer drogas sustituye a la coerción física como forma de manipulación y control en el trabajo sexual fundamentalmente a las prostitutas adictas y/o que trabajan para comprar drogas. Ello determina no solo que se prostituyan sino que lo hagan de forma particularmente desventajosa: disminuir las tarifas cobradas, sufrir mayores problemas de violencia y salud, etc.

• Rechazo social

Falcón (2007) en su artículo nos menciona que el ejercicio de la prostitución puede conllevar, además de la estigmatización social, importantes consecuencias psicosociales personales que no pueden ser obviadas como estrés pos-traumático, desconfianza, falta de expectativas, desesperanza personal, pérdida del ritmo social y deterioro de la autoestima o depresión.

En la sociedad actual se consta el rechazo que por una gran parte de población, de nuestro entorno, merece la persona dedicada a la prostitución. (Falcón, 2007). Esto se ve reflejado en que la sociedad margina a las personas que desarrollan esta profesión, en ocasiones las mimas prostitutas prefieren omitir o ocultar su profesión por las consecuencias que este puede tener como el rechazo para ella y su familia.

El ejercicio de la prostitución se sigue considerando una actividad de trabajo <<no normalizado>> y a la vez desprestigiado que no está bien visto. (Falcón, 2007). El que una mujer o un hombre se dedique a la prostitución no es bien visto para la mayoría de la sociedad, esto puede deberse a las normas religiosas que se han inculcado dentro de la ciudadanía, otro de los factores a los que se puede deber el rechazo a la prostitución es la creencia que las personas dedicadas a esto son la principal fuente de contagio de las enfermedades de transmisión sexual

(ETS)

Algunas de las causas que se manejan dentro del artículo de Díaz (2002) nos dice lo siguiente:

 Estructuras familiares rotas: estas personas pudieron haber sufrido recurrentes episodios de violencia en el seno familiar durante la infancia, incluso haber sido objeto de abusos sexuales. Arrastran, en la mayoría de los casos, un daño psicológico que les lleva a buscar desesperadamente la protección y aceptación fuera del entorno familiar. En esta situación suele aparecer la figura del proxeneta y la iniciación precoz en la prostitución.

 Maternidad sin pareja o abandono del compañero: supone la exclusión del grupo familiar, especialmente cuando se trata de menores. Tras ser rechazada por los padres convierte en una marginada en el ámbito social y laboral, de ahí que la prostitución constituya una de las vías para resolver con inmediatez las necesidades de su bebé.

 Obtención de mayores

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