Contaminacion y educación ambiental

La contaminación ambiental es un problema mundial que todos conocemos ya que diariamente recibimos información a través de los diferentes medios de comunicación, así como  alertas y llamados de atención de la propia naturaleza a través de diferentes catástrofes que afectan a todas las especies vivientes incluyendo la especie humana.

Lamentablemente, el problema en nuestro municipio radica en que toda la información que recibimos y que conocemos es tratada como si nunca fuésemos afectados, como si nos tratáramos de un espacio privilegiado que nunca será víctima del desastre ambiental. Aunque observamos que carecemos de servicios vitales como la energía eléctrica y el agua potable con la calidad con la que hace unos años la disfrutábamos, mencionando además el cambio radical en nuestro clima de hace apenas unos 20 o 30 años atrás, donde la neblina, las lluvias y el frio eran característicos buena parte del año y hoy nos encontramos con días de sol inclemente, largas sequias y un cielo despejado; no nos supone que somos víctimas ya y también victimarios en este proceso de destrucción de la naturaleza.  

¿Cómo podemos ser parte de la solución y verdaderamente lograr un cambio si no estamos conscientes de nuestra responsabilidad?

Así como para un adicto, un alcohólico o un paciente con problemas mentales, el primer paso para resolver el problema es aceptar que lo tenemos.

Es hora de dejar de ver el cambio climático y la contaminación ambiental como problemas ajenos y comenzar a asumir nuestras responsabilidades desde nuestros hogares. Dejar de culpar la economía, la política y otros factores como culpables y comenzar a darnos cuenta de que cada individuo tiene que ser parte de la solución y que para esto es necesario un cambio en nuestra forma de pensar y actuar, desde un enfoque individual, familiar y colectivo.

El tiempo se nos está acabando y las medidas implementadas hasta ahora no han sido suficientes. No podemos esperar más, es hora de poner manos a la obra y rescatar nuestro planeta.

Existen dos factores importantes para desarrollar nuestro objetivo.

El primero sería la educación ambiental con amonestación. ¿De qué se trata? Es muy simple: no basta solo con propagar información y presentar evidencia de lo desgastada que esta la naturaleza, debemos ir más allá. Aparte de que la educación debe ser impartida desde las casas y escuelas, a través de medios de comunicación y de foros públicos, incluso de campañas comunitarias para el cuidado del medio ambiente, también debemos sancionar, amonestar severamente al individuo, familia, comunidad, empresa pública o privada, a cualquiera que fomente conductas o actividades que vayan en detrimento de nuestra naturaleza.

Así como cuando educamos a un niño premiamos su conducta positiva y castigamos su conducta negativa, así debe ser el proceso de reeducación ambiental de la población. Parece una medida extrema pero es realmente necesaria. Las amonestaciones deben traducirse desde trabajo comunitario con impacto ambiental hasta el cobro de multas o impuestos destinados a las mejoras para la naturaleza.

Para constatar que en cada sector se cumpla con las medidas impuestas es necesario la creación de comités locales que periódicamente realicen inspecciones para detectar posibles fugas de agua en hogares, locales comerciales y tuberías en las diferentes comunidades, manejo apropiado de residuos, aplicación de productos agroindustriales altamente tóxicos, entre otros.  

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