Contaminacion Del Medio Ambiente
Enviado por kaiser_9632 • 14 de Julio de 2011 • 6.675 Palabras (27 Páginas) • 1.472 Visitas
Contaminantes del medio ambiente
RESUMEN
Nuestro propósito es buscar soluciones para que el medio ambiente en el que habitan hombres, animales y plantas no se contaminen más de lo que se han contaminado. Brindando soluciones factibles y no tan costosas, como por ejemplo: Campañas de conciel1tización, que constaría de charlas por profesionales, reparto de volantes, marchas realizadas con I.E. públicas y privadas, entre otros.
Debemos saber que el Perú está a punto de formar parte del conjunto de países más contaminados del mundo, conjuntamente con el Brasil, EE.UU., Japón Carea del Norte entre otros. Los contaminantes que existen en el Perú son: El parque automotor, las minas, industrias petroleras u otras. Debemos saber que no se han realizado estudios que nos muestren en porcentajes la cantidad de contaminación que existe en el Perú, lo cual es preocupante. Nuestro objetivo general es "REALIZAR UN PROGRAMA DE INFORMACIÓN INDUCTIVA DE PREVENCIÓN PARA DISMINUIR LA CONTAMINACIÓN
AMBIENTAL", de este parten los objetivos secundarios. Se utilizó métodos inductivos y deductivos. Estos sirvieron para que los pobladores empiecen la campaña de prevención.
El grupo que realiza este proyecto busca que no quede solo en palabras sino se pongan en práctica. Empezando por nuestra ciudad, con el propósito de realizarlo en toda la provincia, luego. Encomendar estas tareas a los gobiernos regionales, central y por que no a la OMS que se encarga de las campañas para prevenir enfermedades.
INTRODUCCIÓN
La contaminación no es más que la alteración en la composición, de la atmósfera, todos aquellos materiales extraños y por algunos no extraños que, por las excesivas emisiones que comienzan a detectarse o a aumentar su concentración produciendo daño al medio ambiente y por ello son considerados como contaminantes.
La contaminación es un problema tan grande que está afectando a todo el medio ambiente que nos rodea, abarcando problemas de contaminación del agua, el aire y los suelos.
CAPÍTULO I
1. EL PROBLEMA
El Perú es un país rico en biodiversidad y con una amplia gama de vegetación así como también un lugar muy apetecible por su inmensa naturaleza, pero en estos últimos tiempos, con la globalización, el avance tecnológico, el desarrollo minero, el parque automotor de muy malas condiciones y el mal hábito de la población en el arrojo de desechos tóxicos, está perjudicando el medio ambiente y la ecología. En la actualidad ya se observa un sinnúmero de alergias en pequeños, así como en personas de avanzada edad. También hay muchos intoxicados en zonas mineras, lo mismo que enfermedades con mayores consecuencias totales. En fin, la tasa de mortalidad calculada en la zona urbana es menor a 60 años. Todo esto conlleva pues a acentuar un problema grave que si no aportará con la solución de este problema el Perú también sobrepasará los límites de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para considerarse un país contaminado.
Es por ello que el presente tiene la finalidad de buscar que la población tome conciencia sobre la contaminación.
1.- PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.
Como planeta dinámico que es, la Tierra está expuesta a la acción -generalmente paulatina e imperceptible- de factores que modifican sus características físicas. La erosión de los suelos es resultado de esos procesos y sólo el paso del tiempo revela los estragos que causa. Las aguas, los vientos, las precipitaciones, las heladas, la misma gravitación terrestre, son agentes naturales que producen erosión. El hombre, sin embargo, contribuye al daño, quizás con peores resultados por causa de sus irreflexivas acciones. Según un informe reciente, 9 millones de Hs de las tierras del mundo se encuentran tan dañadas que han perdido casi toda su función biológica y probablemente jamás recuperen su productividad. Aunque el problema no es exclusivo de ningún país o grupo de países, cerca del 65% de las tierras seriamente erosionadas está en África y Asia. Se afectan los suelos, por ejemplo, cuando el exceso de población obliga a ocupar el área que antes ocupaba la capa vegetal, cuando las olas del mar erosionan las costas al no tener barreras naturales (como los manglares, arrecifes coralinos, etc.), cuando las tierras que se someten a un extenuante ritmo de cultivos pierden su firmeza y terminan sufriendo desgaste.
Las tierras húmedas (pantanos, manglares) se encuentran entre los ecosistemas que más vida generan. De ahí su enorme importancia ecológica y el peligro que supone su desaparición. Contribuyen a esto últimos la evaporación del agua y el relleno de dichas tierras para emplearlas en proyectos de desarrollo urbano o industrial, o con fines agrícolas. El agua de esas zonas y la de los lagos y lagunas puede llegar a agotarse cuando es extraída en forma sistemática para el consumo animal o humano, para la agricultura o la construcción. Un ejemplo es el Mar de Aral, que a pesar de ser el cuarto lago del mundo en tamaño, perdió el 40% de su área entre 1960 y 1987, debido a uso continuo de sus aguas para riego.
La primera evaluación global efectuada revela que más de 1,200 millones de Ha de tierras (equivale a la superficie combinada de China y la India) han sufrido una seria degradación en los últimos cuarenta y cinco años, según datos del World Resources Institute. En el estudio se afirma que, durante la última década, la producción per cápita de alimentos ha declinado en unos ochenta países en vías de desarrollo. La degradación de los suelos han contribuido a esta situación y puede todavía seguir agravándose, con el consiguiente perjuicio para una creciente población mundial que, según estimados, se duplicará para mediados del próximo siglo. Desafortunadamente, aunque el aumento en el uso de fertilizantes químicos puede mitigar la productividad perdida, no detiene ni mejora la degradación; por el contrario, el exceso suele causar más daños ecológicos.
A menudo, una parte de estos fertilizantes alcanza el subsuelo, las aguas subterráneas y, por último, los ríos, lagos y costas. Lo mismo sucede con las sustancias empleadas para combatir las plagas agrícolas. Tales productos llegan a afectar más a los animales, plantas y hombres que a las mismas plagas, que muchas veces crean sistemas de defensa contra los plaguicidas.
Todo recurso parece tener validez durante la guerra. Se arrasan parques nacionales y reservaciones silvestres, el fuego destruye el suelo y la vegetación, el impacto de las bombas abre enormes cráteres en la tierra. Agentes defoliantes, gases tóxicos, derrames intencionales de petróleo sobre las costas y la combustión incontrolada de pozos son algunos de los medios que el hombre ha utilizado para su propia destrucción
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