Continuación del escrito a mano

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Ejemplos conspicuos de cooperación (aunque casi nunca de auto sacrificio final) también ocurren cuando la relación es baja o está ausente. Las simbiosis mutualistas ofrecen ejemplos sorprendentes como estos: el hongo y el alga que componen un liquen; las hormigas y las ant-acacias, donde los árboles albergan y alimentan a las hormigas que, a su vez, protegen los árboles (8); y las avispas e higueras, donde las avispas, que son parásitos obligados de las flores de higuera, sirven como el único medio de polinización y semilla del árbol (9). Por lo general, el curso de la cooperación en tales simbiosis es suave, pero a veces las parejas muestran signos de antagonismo, ya sea espontáneo o provocado por tratamientos particulares (10). Aunque el parentesco puede estar involucrado, como se discutirá más adelante, las simbiosis principalmente ilustran la otra extensión reciente de la teoría evolutiva, la teoría del receptor.

La cooperación recibió poca atención por parte de los biólogos desde la publicación pionera de Trivers (5), pero se ha desarrollado teóricamente una cuestión relacionada con el resguardo en situaciones de conflicto. En relación con esto, se ha desarrollado formalmente un nuevo concepto, el de una estrategia evolutivamente estable (6. / 1). La cooperación en el sentido más normal ha quedado nublada por ciertas dificultades, particularmente las relativas al inicio de la cooperación desde un estado previamente asocial (12) y su mantenimiento estable una vez establecido. Una teoría formal de la cooperación es cada vez más necesaria. El renovado énfasis en el individualismo se ha centrado en la frecuente facilidad de hacer trampas en los acuerdos recíprocos. Esto hace que la estabilidad de incluso las simbiosis mutualistas parezca más cuestionable que bajo la vieja visión de la adaptación para las especies beneficiosas. Al mismo tiempo, otros casos que una vez aparecieron firmemente en el dominio de la teoría del parentesco ahora comienzan a revelar la relatividad de los interactuantes que también son bajo para que exista mucho altruismo nepotista. Esto se aplica tanto a la cría en aves (13) como a los actos cooperativos en general en (14). Aquí se agrupan las apariencias de cooperación que son parciales en los casos entre altruismo parcial y parte de engaño.

una parte mayor del comportamiento es atribuible a la reciprocidad estable. Las cuentas previas que ya invocan la reciprocidad, sin embargo, subestiman la severidad de sus condiciones (15). Nuestra contribución en este arca es nueva de tres maneras. 1) En un contexto biológico, nuestro modelo es novedoso en su tratamiento probabilístico de la posibilidad de que dos individuos interactúen nuevamente. Esto nos permite arrojar nuevos luz sobre ciertos procesos biológicos específicos como el envejecimiento y la territorialidad 2) Nuestro análisis de la evolución de la cooperación considera no solo la estabilidad final de una estrategia dada, sino también la viabilidad inicial de una estrategia en un entorno dominado por individuos no cooperantes, como así como la solidez de una estrategia en un entorno variado compuesto por otros individuos que utilizan una variedad de estrategias más o menos sofisticadas. Esto permite una comprensión más rica de la cronología completa de la evolución de la cooperación de lo que previamente fue posible. 3) Nuestras aplicaciones incluyen interacción de comportamiento a nivel microbiano. Esto nos lleva a algunas sugerencias especulativas de fundamentos que pueden explicar la existencia de fases crónicas y agudas en muchas enfermedades, y para una cierta clase de no unión cromosómica, ejemplificada por el síndrome de Down.

Estrategias en el dilema del prisionero

Muchos de los beneficios que buscan los seres vivos están desproporcionadamente disponibles para los grupos cooperantes. Si bien existen diferencias considerables en lo que se entiende por los términos "beneficios y" se buscó esta afirmación, en la medida en que es verdad, establece una base fundamental para toda la vida social. A El problema es que mientras un individuo puede beneficiarse de la mutua cooperación, cada uno también puede hacerlo mejor explotando los esfuerzos cooperativos de otros. Durante un período de tiempo, los mismos individuos pueden interactuar de nuevo, permitiendo patrones complejos de interacciones estratégicas. La teoría de juegos en general, El juego del dilema del prisionero en particular, permite una formalización de las posibilidades estratégicas inherentes a tales situaciones. El juego Prisoner's Dilemma es una elegante representación del problema de lograr la cooperación mutua (16) y, por lo tanto, proporciona la base para nuestro análisis. Para mantener el análisis manejable, nos centramos en la versión para dos jugadores del juego, que describe situaciones que implican interacciones entre pares de individuos.

En el juego Dilema del prisionero, dos personas pueden cooperar o desertar. La recompensa para un jugador es en términos del efecto sobre su estado físico (supervivencia y fecundidad). No importa lo que haga la otra opción egoísta de deserción, rinde una recompensa más alta que la cooperación. Pero si ambos defectos. ambos lo hacen si ambos han cooperado. La Figura 1 muestra la matriz de pagos del dilema del prisionero. Si el otro jugador coopera, hay una opción entre la cooperación que produce R (la recompensa por la cooperación mutua) o la defección que produce T (la tentación de desertar). Por supuesto, T R, por lo que vale la pena desertar si el otro jugador coopera. Por otro lado, si el otro jugador tiene defectos, hay una opción entre cooperación que rinde S (la recompensa o deserción del lechón que produce P (el castigo por deserción mutua). Por supuesto PS, entonces vale la pena desertar si el otro jugador Por lo tanto, no importa lo que haga el otro jugador, vale la pena desertar. Pero, si ambos defectos, ambos obtienen P en lugar del mayor valor de R que ambos pudieron haber obtenido, ambos han cooperado. De ahí el dilema (17).

las interacciones entre parejas de individuos son aleatorias y no repetidas, luego cualquier población con una mezcla de estrategias heredables evoluciona a un estado donde todos los individuos son desertores. Además, ninguna estrategia única de mutante diferente puede funcionar mejor que otras cuando la población utiliza esta estrategia. En estos aspectos, la estrategia de deserción es estable. Este concepto de estabilidad es esencial para la discusión de lo que sigue y es útil expresarlo de manera más formal. Una estrategia es evolutivamente estable si una población de individuos que usan esa estrategia no puede ser invadida por un mutante raro que adopta una estrategia diferente (II). En el caso del dilema del prisionero jugado solo una vez, ninguna estrategia puede invadir la estrategia de la deserción pura. Esto se debe a que ninguna otra estrategia puede funcionar mejor con los individuos que develan que la P lograda por los jugadores que desertan y que interactúan entre sí. Entonces, en el dilema del prisionero de un solo disparo, desertar siempre es una estrategia evolutivamente estable.

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