Control Muscular
Enviado por jenniferdzib • 11 de Marzo de 2015 • 1.381 Palabras (6 Páginas) • 324 Visitas
CONTRACCIÓN MUSCULAR.
El tejido muscular representa el componente más abundante del organismo humano, constituye 50% del peso corporal de un varón adulto. La función fundamental es la contracción, durante la cual el músculo desarrolla fuerza, se acorta, desplaza una carga y produce un trabajo mecánico.
El músculo puede considerarse un motor biológico que produce trabajo mecánico mediante la energía derivada de la hidrólisis del adenosin trifosfato (ATP).
Los distintos tipos musculares del organismo están especializados para desarrollar funciones muy diversas.
Las funciones del sistema muscular las ejecutan solamente tres tipos de músculos:
1. Liso: Los músculos lisos reciben la denominación de músculos involuntarios, porque no están directamente bajo nuestro control consciente. Se hallan en las paredes de la mayoría de vasos sanguíneos, capacitándolos para contraerse o dilatarse a fin de regular el flujo sanguíneo. Se hallan también en las paredes de la mayoría de órganos internos, permitiéndoles contraerse y relajarse, quizá para mover la comida a través del tracto digestivo, para expulsar la orina o para dar a luz a un niño.
2. Cardíaco: El músculo cardíaco se halla solamente en el corazón, abarcando la mayor parte de la estructura de éste. Comparte algunas características con los músculos esqueléticos, pero, igual que los músculos lisos, no se halla bajo nuestro control consciente. El músculo cardíaco se controla a sí mismo, con un mero afinamiento por parte de los sistemas nervioso y endocrino.
3. Esquelético: Los músculos esqueléticos o voluntarios son los que podemos controlar conscientemente. Se llaman así porque se unen y mueven el esqueleto. Conocemos muchos de estos músculos por sus nombres – deltoides, pectoral, bíceps – pero, el cuerpo humano contiene más de 215 parejas de músculos esqueléticos. El pulgar está controlado, él solo, por nueve músculos independientes. El ejercicio requiere movimiento del cuerpo, lo cual se consigue a través de la acción de los músculos esqueléticos.
Un músculo esquelético parece actuar como una unidad independiente. Pero los músculos esqueléticos son mucho más complejos que esto. Si diseccionásemos un músculo, primero cortaríamos el tejido conectivo exterior que lo recubre. Esto es el epimisio, que rodea todo el músculo, manteniendolo unido. Una vez cortado el epimisio, se ven pequeños haces de fibras envueltos por una vaina de tejido conectivo. Estos haces reciben el nombre de fascículos; es el perimisio. Por último, cortando el perimisio y usando una lupa, se pueden ver las fibras musculares, que son las células musculares individuales. Cada una de las fibras musculares está también cubierta por una vaina de tejido conectivo, denominada endomisio.
Una célula muscular aislada recibe el nombre de fibra muscular. Las fibras musculares tienen un diámetro entre 10 y 80 micrómetros (µm), casi invisibles para el ojo humano. La mayoría de ellas tiene la misma longitud que el músculo al que pertenecen. Esto significa que una fibra muscular en el muslo puede tener más de 35 cm de largo
Si observamos de cerca una fibra muscular individual, veremos que está rodeada por una membrana de plasma, denominada sarcolema. En el extremo de cada fibra muscular, su sarcolema se funde con el tendón, que se inserta en el hueso. Los tendones están formados por cuerdas fibrosas de tejido conectivo que transmiten la fuerza generada por las fibras musculares a los huesos, creando con ello movimiento. Por lo tanto, normalmente cada fibra muscular individual está unida, en última instancia, al hueso a través del tendón.
Dentro del sarcolema, con la ayuda de un microscopio se puede ver que una fibra muscular contiene subunidades sucesivamente más pequeñas. De éstas, las mayores son las miofibrillas, que son estructuras similares a cuerdas que abarcan toda la longitud de las fibras musculares. Una sustancia similar a la gelatina llena los espacios existentes entre las miofibrillas. Es el Sarcoplasma. Se diferencia del citoplasma de la mayoría de las células, porque contiene una gran cantidad de depósitos de glucógeno, así como un compuesto que se combina con el oxígeno, la mioglobina, que es muy similar a la hemoglobina.
Dentro de las fibras musculares se halla también una red longitudinal de túbulos, conocida como el retículo sarcoplásmico. Estos canales membranosos corren parejos a las miofibrillas y dan vueltas alrededor de ellas. El retículo sarcoplásmico sirve como depósito para el calcio, que es esencial para la contracción muscular.
El sarcoplasma contiene también una extensa estructura de túbulos transversales
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