Contusion Atendiendo a la intensidad del impacto, las contusiones se clasifican en:

Una contusión se define como una lesión en una parte del cuerpo, que provoca dolor sin que ningún signo clínico sea visible. Aparece después de un shock más o menos violento y el área afectada es dolorosa, pero no aparece ningún estigma del traumatismo. Cuando presenta una coloración rojo, morado, negro, azul, amarillo, dependiendo de su importancia y de su etapa de evolución, consecuencia de una pequeña hemorragia debajo de la piel, se le llama equimosis. En caso de una hinchazón aislada de la zona afectada, se le denomina edema y es el resultado de la reacción inflamatoria. Si la piel está enrojecida e hinchada, se trata más a menudo de un hematoma que refleja una acumulación de sangre recogida. Las contusiones generalmente son leves y desaparecen en pocos días.

Tipos de contusiones y síntomas

Atendiendo a la intensidad del impacto, las contusiones se clasifican en:

Contusiones mínimas. No hay riesgo y no precisan tratamiento. El golpe produce la rotura  de pequeños capilares que provocan el enrojecimiento de la zona afectada (eritema), que desaparece en poco tiempo. No son dolorosas, a excepción del momento del impacto.

Contusiones leves (primer grado). Hay rotura de capilares y algunos vasos sanguíneos, apareciendo el cardenal rojo-violáceo, consecuencia de la salida de la sangre fuera del sistema circulatorio. El dolor es notorio, sobre todo al tacto, y con el paso de los días la lesión cambia de color (del rojo al amarillento) hasta que desaparece sin molestias posteriores.

Contusiones moderadas (segundo grado). El fuerte impacto provoca la rotura de vasos mayores, formando un cúmulo de líquidos en la zona lesionada, causando el hematoma, dolor acusado e hinchazón de la zona. El hematoma suele reabsorberse con algo más de tiempo.

Contusiones graves (tercer grado). Por ejemplo en un accidente de tráfico, los vasos quedan afectados de tal forma que la sangre deja de irrigar la zona, provocando la necrosis de los tejidos (su muerte). Las zonas afectadas quedan frías, inflamadas y duras, y ocasionan también fracturas y daños en órganos internos.

Qué hacer en caso de contusión

• Las contusiones mínimas y las leves no requieren una atención especial, pudiéndose aliviar aplicando frío local.
• Las contusiones moderadas y graves pueden tratar con:

Frío local, para evitar la inflamación y reducir el dolor durante las primeras 24h.

Reposo y, si es el caso, mantener la extremidad en alto para reducir la inflamación.

Si hay mareos, malestar general, la zona lesionada crepita o su forma es antinatural, debemos considerar la posibilidad de que exista fractura o lesión interna, acudiendo de inmediato al hospital.

• Si el hematoma es muy extenso, o hay muchos en diversas zonas del cuerpo, debemos ir al médico, ya que podríamos sufrir una infección liberar pequeños coágulos.
• Baños de contraste para tratar las contusiones en manos, pies o dedos, metiendo alternamente la extremidad en agua caliente y fría durante 4-5 minutos cada una. Calmaremos el dolor y ayudaremos a la reabsorción de los líquidos.
• Si la contusión es en la cara o zona ocular, no hay que alarmarse pese a la espectacularidad de la lesión, adoptando las mismas medidas. Si el impacto es en el ojo hay que ir al médico.

Qué no hacer en caso de contusión

En general, las contusiones no son complicadas de tratar, pero sí debemos tener en cuenta las siguientes cosas que no hay que hacer para facilitar la recuperación.

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