Convulsiones En Animales Pequeños
Enviado por amaya1cl • 26 de Noviembre de 2012 • 3.082 Palabras (13 Páginas) • 547 Visitas
Convulsiones
Cualquier animal puede estar predispuesto a tener convulsiones, con frecuencia existen pequeños indicios de cuándo, por qué o cómo se producirán las convulsiones, por otra parte, los veterinarios no ven nunca muchos de los síntomas de esta enfermedad.
Convulsión: Súceso súbito e inespecífico.
Convulsión epiléptica: Manifestación clínica de una actividad neuronal excesiva o hipersincrónica anormal en la corteza cerebral. Las convulsiones epilépticas tienen un origen neural específico, pero esto no se cumple para todas las convulsiones. La confirmación absoluta de que una convulsión es epiléptica puede ser difícil y requiere la observación simultánea de los cambios de comportamiento y del electroencefalograma. Por ese motivo, se utiliza con frecuencia la información de la anamnesis para diagnosticar las convulsiones epilépticas.
Etapas clínicas de las convulsiones epilépticas
El aura es la manifestación inicial, dura de minutos a horas. Hay cambios de comportamiento.
El periodo crítico es el momento en que se producen las convulsiones, manifestadas por tonos o movimientos musculares involuntarios o sensaciones o comportamientos anormales que generalmente duran de segundos a minutos.
El periodo poscrítico es el tiempo que transcurre inmediatamente después de las convulsiones epilépticas. Un animal puede mostrar un comportamiento inusual, desorientación, actividad inadecuada del intestino o la vejiga, apetito y sed excesivos o disminuidos y deficiencias neurológicas de debilidad, ceguera y perturbaciones sensitivas y motoras. Puede durar de minutos a días.
Tipos de convulsiones epilépticas
Convulsiones parciales: Manifestación de un suceso epileptógeno focal de la corteza cerebral. La naturaleza focal de este tipo de convulsiones se asocia con una prevalencia alta de enfermedad intracraneal focal
Convulsiones parciales simples: Se caracterizan por signos motores o sensitivos asimétricos sin cambios de la conciencia. Los ejemplos incluyen convulsiones focales faciales o tocarse o morderse en exceso una parte del cuerpo.
Convulsiones parciales complejas: Se caracterizan por disminución de la conciencia, a menudo con actividad y comportamientos extraños. Se pueden notar patrones de comportamiento de mordiscos en el aire, volverse agresivos sin provocación, gritar sin parar, volverse inquieros o mostrar varias perturbaciones motoras.
Convulsiones generalizadas: Se originan en ambos hemisferios cerebrales desde su comienzo. No se asocian necesariamente con enfermedades cerebrocorticales focales.
Las crisis convulsivas generalizadas son las más frecuentes. Se caracterizan por la disminución de la conciencia acompañada por signos motores bilaterales de naturaleza tonicoclónica, tónica, mioclónica o incluso atónica.
Las crisis no convulsivas generalizadas son raras si es que se producen. La forma clásica es la “ausencia” manifestada únicamente como una disminución de la consecuencia.
Estado epiléptico: Existe un estado epiléptico cuando se producen convulsiones parciales o generalizadas complejas recurrentes y el animal recupera su estado normal de conciencia a los 30 minutos o si tiene convulsiones parciales simples durante más de 30 minutos sin pérdida de la conciencia.
Convulsiones primarias, secundarias y reactivas
Las convulsiones epilépticas primarias (CEP) se diagnostica si no pueden identificarse causas subyacentes de las convulsiones. La epilepsia genética primaria en el perro es más frecuente en el Beagle, Keeshound, Daschshund y Alsaciano británico, pastór Alemán y Setter irlandés.
Las convulsiones epilépticas secundarias (CES) son el resultado de enfermedades cerebrales estructurales
Las convulsiones epilépticas reactivas (CER) son una reacción del encéfalo normal a una lesión sistémica transitoria o a estrés psicológico.
Epilepsia
Se habla de epilepsia cuando el animal tiene una enfermedad encefálica crónica que se caracteriza por convulsiones epilépticas recurrentes.
Las convulsiones no epilépticas son sucesos paroxísticos con consecuencias graves para el organismo, pero sin ninguna actividad electroencefalográfica de epilepsia.
Convulsiones epilépticas
Etiología
La epilepsia representa una enfermedad heterogénea con etiologías, patrones convulsivos electrofisiológicos y de comportamiento y respuestas al tratamiento diversos. En la predisposición genética, las convulsiones pueden activarse por cambios desconocidos de la actividad neuronal, de la transmisión neuroquímica instrínseca o por estímulos ambientales que no causan convulsiones en un encéfalo normal.
Un mecanismo básico de epilepsia es un desequilibrio de la neurotransmisión excitadora e inhibidora.
Se producen convulsiones cuando el equilibrio se desvía hacia una excitación excesiva. Las razones de la naturaleza progresiva de la epilepsia incluyen:
Alteraciones debidas a una excitación excesiva o a pérdida de las neuronas sin los mecanismos de retroalimentación reguladores normales.
El número de células con un patrón intrínseco de gran actividad de puesta en marcha espontánea aumenta el foco epiléptico.
En una región similar del hemisferio opuesto puede desarrollarse un foco reflejo de neuronas epileptógenas que se ponen en marcha activamente. Esto hace que el número de focos epilépticos se multiplique rápidamente.
Cuadro clínico
Para el diagnóstico es esencial una anamnesis completa y precisa.
Debe obtenerse información sobre antecedentes sobre el pedigrí, estado de vacunación, viajes, exposición potencial a traumatismos y sustancias tóxicas, problemas médicos y quirúrgicos anteriores y tratamientos médicos previos.
La información sobre el episodio o los episodios actuales debe organizarse por etapas en los periodos de aura, crítico, poscrítica e intercrítico.
Deben registrarse las fechas, las veces, la duración y la descripción de cada anomalía para evaluar la progresión y poder realizar comparaciones cuando se inicia el tratamiento.
Evaluar el estado de las funciones cerebrocorticales entre las convulsiones, realizando preguntas sobre su comportamiento, visión, marcha y patrón de sueño y vigilia.
Debe realizarse una anamnesis neurológica completa. Por ejemplo, preguntar si el perro está más distraído o mantiene la atención, si muestra episodios inusuales de agresión o irritabilidad o no cumple las órdenes sencillas, lo que sugeriría un problema cerebral estructural. Asimismo, determinar la presencia de anomalías sutiles de la marcha (tropezar
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